Se trataba de un choque sin mucha trascendencia, dados los intereses de unos y otros, pero un derbi siempre es un derbi. La convocatoria del FC Barcelona para la final de Supercopa Catalunya, con hasta once integrantes de su filial, no dejaba lugar a dudas: la mente de los azulgranas estaba claramente puesta en el crucial choque de octavos de final de la Champions League, que le enfrentará al Chelsea en su feudo el próximo miércoles. Por su parte, el Espanyol solo daba descanso a dos de sus hombres importantes: el ‘killer’ de moda, el local Gerard Moreno, y el brasileño Leo Baptistao.
Aún así, los espectadores presentes en el Camp d’Esports de Lleida tuvieron ocasión de ver actuar a uno de los fichajes más caros de la historia del fútbol moderno: el francés Ousmane Dembélé, que figuró en el once inicial junto a tres de los futbolistas del Barça B: Sergi Palencia, Cuenca y Aleñá. Dirigidos desde las banquetas por los técnicos Quique Sánchez Flores y Ernesto Valverde, algunos de los no habituales también dispusieron de minutos de juego, siendo Dídac y Denis Suárez los peor parados tras chocar en un lance del juego: el periquito tuvo que ser sustituido casi de inmediato, mientras que el gallego dejó su puesto a Rivera instantes antes del descanso, también lesionado.
Este partido, falto de esa pasión típica que suele acompañar a un Barça-Espanyol, dejó para el deleite de muchos, el primer gol y el primer baile del colombiano Yerry Mina, autor de una de las dianas de los penaltis que llevaron al FC Barcelona a hacerse con el trofeo. Alcácer, Palencia y Abel tampoco fallaron desde los once metros, mientras Darder erraba el primer lanzamiento y Cillessen acababa con las esperanzas pericas al detener ante Jurado.
Intensidad inicial de los culés
El Barcelona saltó al terreno de juego con ganas, liderado por un capitán inusual: Aleix Vidal, y comandado desde el pivote defensivo por André Gomes, encargado de la árdua tarea de suplir a Sergio Busquets en esa posición del campo. Los azulgranas, intensos, presionaron bien en los primeros compases, llevando la batuta de inicio. Alcácer probó fortuna en el que fue el primer intento del Barça, pero no pudo definir como intentaba, y después Dembélé se lucía con una acción individual que culminó con un remate desviado.
La primera oportunidad de los blanquiazules llegó tras un error de Sergi Palencia. El descuido del canterano en la zaga lo intentó aprovechar Piatti, sin embargo el jugador perico se encontró con Cillessen en última estancia, y fue el portero el que salvó a su equipo de un daño mayor. La siguiente ocasión fue para los culés, con un disparo de Aleñá desde el borde del área, tras recibir de Aleix Vidal desde el extremo derecho. Mientras el Barcelona tuvo el protagonismo en la posesión, sin generar ocasiones claras de gol, el Espanyol supo mantener la compostura, obrando con paciencia, moviendo el cuero de un lado a otro del campo en transiciones largas, esperando que hallar un hueco por el que colarse para ponerse en situación de peligro.
Así, lentos pero seguros, los pericos comenzaron a dar la vuelta a la situación del partido. Los blanquiazules equipararon el porcentaje de posesión del balón a la que ostentaban los azulgranas, aproximándose al área contraria: primero lo probó Granero con un chut que marchó fuera, cuando intentaba colocar la pelota con la pierna derecha, mientras Marc Roca se ocupaba de activar a Jasper Cillessen con un disparo que detuvo el cancerbero holandés en dos tiempos. Los azulgranas pasaron a jugar en vertical, con salidas al contraataque que tuvieron a Dembélé como principal protagonista en la banda izquierda.
Denis se retira lesionado
En uno de los contragolpes que buscó el Barça, Denis combinó con Alcácer, haciendo la pared con el valenciano, pero el posterior disparo del canterano del Celta salió por encima de la portería defendida por Pau López. Antes del descanso, al que se llegó sin cambios en el luminoso, se produjeron dos cambios: Pedrosa entró en lugar de Dídac para los blanquiazules, y Denis dejó su lugar a Rivera en el conjunto azulgrana, jugadores ambos de los respectivos filiales. El recién incorporado canterano del Espanyol dispuso de un disparo cruzado que bloqueó Cillessen, y Melendo lo intentó con un chut desde fuera del área que atrapó el portero holandés para prevenir la ventaja de los pericos.
Cillessen volvió a brillar bajo palos
En la reanudación, y como mismo sucedió al comienzo del choque, Alcácer dispuso de la primera llegada arriba, pero no pudo controlar el esférico para rematar, cuando se había quedado solo ante el portero. Después llegó el verdadero 'achuchón' blanquiazul: Pedrosa puso un centro para Piatti, pero Cillessen se adelantó al argentino para arrebatarle el balón prácticamento de los pies, y después el propio Piatti protagonizó un centro-chut que se estrelló en el poste. También Marc Roca, que llegaba desde atrás buscando sorprender, probó suerte con un disparo lejano que le negó Cillessen.
Mientras la posesión del cuero se había repartido, las ocasiones llegaron antes para los pericos, que pudieron reclamar penalti en una acción entre David Costas y Puado, que el colegiado no entendió como infracción. Tras un chut de Àlex López que Cillessen rechazó a córner, el Barcelona despertó de su letargo, y si bien no maravilló con su juego, sí que dispuso de ocasiones de gol más claras que en todo el primer período. Aunque Aleix Vidal chutó a las manos de Pau López, y después Alcácer saltó para rematar un lanzamiento de falta bien colocado, no hubo manera de evitar los lanzamientos desde los once metros.
Los penaltis dictan sentencia
Alcácer, con el brazalete de capitán que le había cedido Aleix Vidal al ser sustituido, fue el encargado de marcar el primer tanto. A continuación, Darder dejó la puerta hacia el trofeo abierta de par en par para los azulgranas, al lanzar sin convicción, enviando el cuero por encima de la portería. El lateral del Barça B, Sergi Palencia, estrelló la pelota en el travesaño, pero ésta acabó encontrando su camino hacia el fondo de la red para hacer el 2-0 favorable a los culés. El canterano perico Àlex López tampoco falló. El tercero de los culés se encargó de anotarlo Yerry Mina, para después celebrarlo con un bailecito de los suyos, que hizo sonreir a Valverde, que observaba desde el área técnica. Hermoso cumplió, Abel también puso el balón bien colocado entre los tres palos cuando llegó su turno, pero Cillessen detuvo ante Jurado, para que el Barcelona pudiese proclamarse campeón de la Supercopa Catalunya.