El jugador malagueño del Real Madrid es una de las piezas claves en el esquema de Lopetegui, se ha convertido en un jugador esencial para el medio campo de la selección, es el jugador que propone otra cosa para los ojos del espectador, un jugador que inventa y marca diferencias en el terreno de juego.
Aunque ahora no pase su mejor momento en el Real Madrid, incluso sobrevolando la idea de un posible traspaso a final de temporada, Isco no deja de ser un jugador importante en la selección, es un fijo en el once de Lopetegui, pero hay que remarcar que, si la baja forma de Isco consigue prolongarse hasta las puertas del Mundial, las variantes y alternativas que sopesa Lopetegui pueden cobrar importancia. Pero todas las interpretaciones que ha dado Lopetegui en sus convocatorias es que Isco es uno de los elegidos para ir a Rusia.
Isco, un jugador irrepetible y tocado con la varita del fútbol
Isco es ese jugador diferente que actúa principalmente al borde del área, su famoso regate estático y la forma de tocar el balón hace que parezca un jugador de fútbol sala en un campo de fútbol once. Su mayor virtud es quizás hacer disfrutar a sus compañeros haciendo jugar al equipo y dando ese último pase que culminan los delanteros.
Su gran final de temporada con el Madrid la pasada temporada, con la consecución de la duodécima Copa de Europa y su gran comienzo de la presente temporada, quedan empañados con el mal nivel de juego en este comienzo de año. Pero nadie duda de la calidad de Isco, es el único jugador que le otorga a la selección española un salto de calidad, un jugador capaz de crear, regatear y conducir el balón hacia un ataque que puede ser decisivo y demoledor. El partido ante Italia marca un antes y un después en la proyección de Isco en la selección, el partido que le encumbra tras hacer bailar a Italia a los ritmos que él marcaba durante los minutos que estuvo en el campo.
Se puede perder mucho sin Isco en el campo, pero si hablamos de una selección como la española, tenemos que tener en cuenta que no pierde demasiada calidad, porque en el fondo de armario de la selección lo que abunda es calidad, pero sin Isco se pierde individualidad, algo que solo tienen unos elegidos en el fútbol.
El potencial para poder llegar a ser un Balón de Oro tiene ciertas claves a seguir, ser un jugador diferencial, ser regular, marcar los tiempos del juego, ser un jugador con gol y por último, ser mediático. Isco al ser un mediocampista tiene el gol requerido para un jugador de su posición, es un jugador diferencial en el terreno de juego y marca los tiempos de juego de su equipo. Lo que cuesta más tener en el fútbol de ahora es el ser mediático, pero eso se solucionaría obteniendo un buen papel en el Mundial de Rusia con la selección española.