El conjunto azulgrana se exhibía en el feudo culé frente a un Valencia que quedaba retratado en la competición nacional. En un escenario en el que ambos equipos buscaban sentenciar el pase a la final de la Copa del Rey 2015/16, los de Luis Enrique goleaban con autoridad a la ingenuidad defensiva de los blanquinegros poniendo pie y medio en el tramo más importante y decisivo, donde podrían reafirmarse en sus expectativas y conseguir añadir el tercer trofeo consecutivo a las vitrinas del museo.

Pocas veces se vio a un equipo tan solvente en el terreno de juego. Dejando la eliminatoria resuelta en el partido de ida, los azulgranas dejaron relegados a los valencianos en un segundo plano en poco tiempo consiguiendo marcar los tres primeros goles en apenas media hora. Con el pitido que simulaba el final de la primera parte en el horizonte, las esperanzas de los visitantes quedaban anuladas del todo cuando Mustafi se marchaba expulsado antes del descanso.

A pesar de la goleada autoritaria que dejaba a los de Luis Enrique en el podio de la competición y a la espera de rival, Luis Suárez sentenciaba un partido en el que se lucía con un póquer de goles en un espectáculo culé que terminaría siendo duro de olvidar para los de Gary Neville.

Los tres primeros goles, en apenas media hora

Pronto empezaba la fiesta. Con un robo de balón de Neymar a André Gomes, Luis Suárez batía a Ryan de tiro raso y cruzado en el minuto 7 de partido haciendo el 1-0 en el marcador. El público, que no tuvo que esperar mucho para ver el segundo, se dejaba escuchar a la vez que era testigo de la gran posesión que los del técnico cántabro estaban consiguiendo a pie de campo. Busquets, que le cedía el esférico a Aleix Vidal por la izquierda, dejó de primeras una oportunidad magnífica al crack uruguayo en el punto de penalti para que fusilara la meta valencianista.

La tormenta se ceñía sobre el conjunto taronja. No habían pasado ni cinco minutos y los azulgranas ya miraban hacia el Vicente Calderón, sede donde se encontrarían con el otro aspirante al trono español.

Rodeados de su afición, los culés lideraban un espectáculo en el que bordaban el juego a base de llegadas, robos en el centro del campo y pases con toque incluido.

La exhibición no había hecho más que empezar y fue en ese momento cuando Iniesta envió un balón envenenado a Neymar desde la frontal en medio de una acción que culminaba en las botas de Luis Suárez, que le cedía a su vez, el esférico a su amigo y compañero en ataque, Leo Messi, para que el argentino dictara sentencia con carácter revulsivo.

Reacción blanquinegra tardía

Neville veía que una sombra se ceñía sobre las esperanzas valencianistas. Cuando su equipo necesitaba reaccionar ante una noche en la que el caos se ponía como barrera del sueño de un equipo que intentaba eliminar al vigente campeón, aparecía otro obstáculo: la tarjeta roja a Mustafi. El técnico británico necesitaba refrescar al equipo con la entrada de un jugador que diera frescura al juego de los diez que seguían en el terreno de juego del Camp Nou y entonces, decidió efectuar el primer cambio del encuentro: Feghouli entró por Danilo.

Con el primer cambio, los valencianistas mejoraron a pie de campo, pero sin solvencia alguna. Fue entonces cuando Parejo echaba a perder la mejor oportunidad de los visitantes, rematando un córner con un disparo potente que se marchaba por encima de la red de Ter Stegen.
El Valencia cambió el planteamiento del partido y con la goleada azulgrana, a los de Neville únicamente les quedaba una opción en la recámara: rendirse en el Camp Nou y pensar en Mestalla, donde querían evitar una mayor humillación y el sonrojo total ante su afición.

Reparto de balones

El Valencia sucumbió del todo en su momento más álgido. Los blanquinegros quedaron retratados en el momento en el que el conjunto azulgrana se hacía con su quinto gol en la eliminatoria. La sentencia se dictaba en el momento en el que después de un duro contragolpe, Parejo no fue contundente a la hora de despejar el esférico para evitar que Messi dictara sentencia en la oficina de Ryan, víctima bajo palos.

El partido en Mestalla se avecinaba y el Valencia tenía un duro trámite por delante junto a su afición. Con Leo Messi como verdugo y sentenciador, Luis Suárez no perdonaba la sexta diana de los azulgranas con un testazo en el que fulminó el pase que instantes antes, le regalaba Adriano desde la banda izquierda.

Hat-trick de Messi y póquer de Suárez

En medio de tanta fiesta para el conjunto local y vigente campeón de la competición y con el Valencia, sufridor de un espectáculo, el festín goleador culminaba con una pugna por el esférico protagonizada por la dupla letal en ataque, protagonista del festival: Leo Messi y Luis Suárez se tendrían que rifar el esférico.

Pero su asociación en el terreno de juego, se veía también en el momento en el que Iglesias Villanueva culminaba una noche de emociones con el pitido final: los delanteros azulgranas se repartían los recuerdos de una noche memorable llevándose un balón a casa cada uno.

Metamorfosis azulgrana

Desde la temporada 2015/16, el conjunto azulgrana ha sufrido una metamorfosis en cuanto a efectivos.

Con el alemán bajo palos, los efectivos azulgranas han sufrido un vuelco en el que las nuevas incorporaciones han supuesto la llegada de nuevos refuerzos para alcanzar los objetivos marcados al principio de temporada.

Sergi Roberto, que se afianzó su titularidad en el lateral derecho, dejaba en el banquillo a Aleix Vidal, saliéndose de su posición natural y adaptándose con acciones meritorias, a la banda derecha.

En la zaga defensiva, un refuerzo de la cantera dejaba el barco después de no tener los minutos suficientes con la elástica blaugrana. Después de una temporada difícil, Marc Bartra abandonaba la entidad azulgrana en busca de más protagonismo, aterrizando en el Signal Iduna Park.

El inicio de una metamorfosis culé

Al central de Sant Jaume dels Domenys se le unía el francés Mathieu. Con escasa confianza del técnico cántabro, el dorsal 24 abandonaba la entidad rumbo a Portugal.

Adriano, protagonista de una asistencia a Luis Suárez, abandonaba la entidad blaugrana para desembarcar en las filas blanquinegras, alistándose en el Beşiktaş.

Las salidas comenzaron a coger su ritmo en la entidad y el Camp Nou fue despidiendo poco a poco, a los más afectados por el gran rendimiento de los titulares: Arda Turan y Neymar tomarían el testigo tiempo después.

El turco, que era la incertidumbre personificada en el feudo culé, se convertía en una salida deseada por la entidad. Sin minutos y sin la confianza del nuevo técnico, Ernesto Valverde, Arda Turan ponía rumbo al Istambul Başakşehir, volviendo a pisar las tierras que le vieron nacer y crecer a nivel personal y profesional.

Por último, Neymar protagonizaba el último culebrón del verano en la pasada temporada. Con su futuro en el aire, el brasileño ponía rumbo al Parc des Princes con el objetivo de alistarse en las filas parisinas junto a algunos de sus compatriotas. En busca de más protagonismo individual, el ‘jogo bonito’ del Camp Nou dejaba un vacío en la banda izquierda del plantel azulgrana, que tiempo más tarde, sería remediado por dos llegadas clamadas por la afición: Coutinho y Dembélé llegaban para tapar las necesidades en ataque del firme protagonista del festival.

Hasta ahora, el conjunto azulgrana ha cambiado y con una nueva seña de identidad, tiene en las botas de sus mejores efectivos, el conseguir dar el último acelerón de cara a mantener la racha de imbatibilidad en la competición doméstica y entonar así el alirón desde el mástil del Camp Nou. Con 76 puntos a favor y después de recibir un auténtico mazazo con debacle incluida en tierras romanistas, quedando eliminados de la máxima competición continental, los de Ernesto Valverde quieren dictar sentencia en las dos competiciones nacionales, anulando el margen de error para alzarse con el doblete.

Un Valencia con sed de venganza

Después de quedar eliminados por los azulgranas en las semifinales de la Copa del Rey, los de Marcelino García Toral tienen la oportunidad de resarcirse delante de los líderes de la competición. Los blanquinegros, con esperanzas en LaLiga y con una buena racha, aterrizarán en tierras barcelonesas con el objetivo de aprovecharse de la debacle culé en la Champions League y dar así la sorpresa.

Los de Marcelino llegan con una actitud optimista al feudo azulgrana. Con una racha de 25 puntos, sumados en los últimos 27 encuentros, el conjunto blanquinegro llega con un balance destacable, habiendo ganado dos de los últimos cuatro encuentros celebrados en territorio blaugrana y con ansias de meterse en puestos europeos.

Victoria azulgrana en el partido de ida de las semifinales de la Copa del Rey 2017/18 | Foto de Noelia Déniz, VAVEL
Victoria azulgrana en el partido de ida de las semifinales de la Copa del Rey 2017/18 | Foto de Noelia Déniz, VAVEL

En su contra, el Valencia tiene los números del entrenador cántabro en tierras barcelonesas. Marcelino nunca le ha ganado la batalla táctica al Fútbol Club Barcelona y las estadísticas reafirman el favoritismo del conjunto azulgrana: cuatro empates y nueve derrotas ciñen una sombra de pesimismo sobre los visitantes de cara al encuentro correspondiente a la jornada 32.

Si el Valencia, que es ahora el tercer clasificado de la competición con tres puntos menos que el Atlético Madrid y uno más que el cuarto, el Real Madrid, logra sorprender en el Camp Nou y tanto Betis como Villarreal pinchan en sus compromisos ligueros, conseguiría clasificarse de forma directa para Europa.

Último encuentro en LaLiga Santander

El último encuentro protagonizado por valencianistas y azulgranas en la competición doméstica se celebró en Mestalla. Los de Marcelino, que lograron imponerse a los de Ernesto Valverde con un 1-0 en el marcador durante la segunda parte y el gol de Rodrigo después de una acción protagonizada por un desajuste defensivo de los visitantes, maquinado por Guedes y Gayá, quedaban relegados a un segundo plano después de que Jordi Alba marcara de volea.

El conjunto azulgrana, que previamente había encerrado a los valencianistas en su parcela, concediendo muy pocas contras y sin apenas tener pérdidas de balón, se había acercado más a portería con el liderazgo de Paulinho en la medular y Luis Suárez en ataque, antes de ser perjudicados del todo por una acción polémica en la que Iglesias Villanueva puso el broche de bronce a un reparto de puntos en la jornada 13.