Desde su llegada en el mercado invernal de la temporada 2016/17, el mediocentro onubense se ha convertido en una pieza clave del filial. El que fuera la gran promesa del Recreativo de Huelva, se ha ganado la confianza primero de Alejandro Menéndez y este año de Rubén Albés, convirtiéndose en una pieza fundamental en el esquema, jornada tras jornada, del filial celeste.
Con esta ampliación de contrato, el Celta se asegura la continuidad del jugador una temporada más con opción a otras tres adicionales. Un jugador con muchísima calidad, que seguirá unido al club, donde, si lo cree conveniente el entrenador, podrá dar el salto a la primera categoría del fútbol nacional. Un salto que dada la entrega y el buen manejo del jugador es una opción más que probable en un futuro cercano.
Una renovación más que merecida, no solo porque es uno de los jugadores más prometedores del filial y del panorama nacional, sino por su comportamiento y entrega ejemplares desde su llegada al club céltico.
Son treinta y cuatro partidos los que ya ha disputado en el filial gallego, anotando dos goles y repartiendo varias asistencias. Este año es el motor que mueve el medio campo de los de Rubén Albés. Es el primero que defiende, el jugador que ayuda en la salida de balón a los centrales y el que lanza al equipo en ataque. Un jugador muy completo pese a su corta edad, tan solo 22 años.
Restan solo cinco jornadas para que acabe la fase regular de la Segunda División B, y el Celta está a un paso de conseguir el pase al playoff de ascenso a Segunda. Un solo punto separa a los de Rubén Albés de la última plaza que da billete para la fase de ascenso. Por lo que en estos cinco partidos que quedan tendrán que darlo todo, demostrando los mejores jugadores del filial, como Dani Molina, la ambición y las ganas que tienen por jugar en la categoría de plata la temporada que viene.