Rubén Baraja está ofreciendo a la afición del Sporting de Gijón un espectáculo inmenso, y no sólo eso, ha recuperado la fe de que el equipo asturiano vuelva a la Primera División. Con muchísimo entusiasmo y trabajo, mantiene a su equipo en la tercera posición de la tabla, tratando de intimidar a Huesca y Rayo Vallecano.
Sanción para Rubén Baraja
Precisamente el técnico vallisoletano está dejando ver en el banquillo de El Molinón-Enrique Castro Quini una imagen muy distinta a la que dejó al frente del conjunto franjirrojo la pasada temporada, cuando relevó a Sandoval. Pero hasta el mejor escribano echa un borrón, y eso le ocurrió a Baraja durante el último partido de su equipo. El pasado sábado el Sporting, al ir perdiendo contra el Barça B en su feudo, estaba perdiendo los nervios, pero sin duda, el que más perdió fue el míster del conjunto asturiano.
Sergi Palencia se disponía a sacar de banda un balón en el minuto 80 y fue agarrado por el ex jugador del Valencia, que le impidió realizar el saque correctamente. Baraja fue expulsado inmediatamente, pero todavía quedaba conocer la sanción que recaería sobre él. El miércoles se ha hecho público el castigo que le ha impuesto el Comité de Competición, cuatro partidos. Es la sanción más leve ante un tipo de acción de este estilo, siendo la más duradera de diez partidos.
El técnico se perderá los tres partidos de liga que quedan por disputarse, y, en caso de que su equipo dispute los playoffs, tampoco estará presente en la ida del primer encuentro. El Sporting va a recurrir la sanción, tratando de que el técnico vuelva a estar al frente del equipo en los partidos lo antes posible. Pero por el momento, en el partido que disputarán el viernes contra el Tenerife, Baraja no podrá sentarse en el banquillo.