La historia del CF Reus se escribe en pequeñas gestas logradas partido a partido, siempre con la humildad por bandera y afrontando cualquier partido como un reto que superar. La eliminatoria de los campeones de Segunda B de 2016 no es una excepción.
22 de mayo de 2016, son las cinco de la tarde y bajo el sol de Santander saltan los veintidós protagonistas al césped del Estadio El Sardinero para disputar un partido cuyo destino ya estaba escrito. Nadie, absolutamente nadie podía pronosticar lo que estaba a punto de pasar.
El CF Reus, dirigido por aquel entonces por Natxo González, saltaba al terreno de juego con un once muy distinto al actual. Cinco de los hombres que aquel día fueron titulares, a día de hoy ya no forman parte de la plantilla “roig-i-negre”.
El primer gol del encuentro no tardó en llegar. Cuando apenas se habían cumplido diez minutos de partido, Vítor Silva ejecutó a la perfección un centro de Benito para adelantar a los suyos. Inicio soñado de partido para un Reus que no se achicó y plantó cara a un Racing de Santander que partía como favorito en la eliminatoria.
El 0-1 de Vítor no fue más que un presagio de lo que tenía que acabar pasando, la goleada reusense. Dieciocho minutos más tarde del tanto de Vítor llegaría el segundo del Reus. Su autor, el central Dinis Almeida, quien remató un centro de córner previamente peinado por Rafa García. Combinación perfecta entre dos futbolistas que ya no militan en las filas del club reusense.
El 0-2 en el descanso parecía definitivo, pero los hombres de Natxo González querían más, y supieron aprovechar una buena oportunidad en el segundo tiempo para sentenciar el partido y la eliminatoria. En el minuto 58, David Haro recibió un balón dentro del área, y tras driblar al portero del Racing, efectuó un disparo infalible que supuso el 0-3 definitivo. Broche de oro para un partido espectacular, en el que el Reus fue el justo vencedor y el claro dominador.
Sin duda, el asalto al Sardinero es una gesta que será recordada eternamente en la historia del CF Reus. Un partido único, para el recuerdo, y que brindó medio ascenso para los hombres de Natxo González.
El Reus ha cambiado mucho desde aquel entonces, pero la esencia es la misma, y de no ser por el recital de El Sardinero posiblemente el Reus ahora no estaría donde está. Un partido que no pasó desapercibido para el panorama futbolístico español, que vio en el Reus un equipo peligroso, humilde y con potencial para disputar en Segunda División. Dos años después, podemos afirmar que los augurios se han cumplido.
