Este lunes, Francia encendió la máquina 'bleu' de la mejor manera posible

Antes de dar el pistoletazo de salida al camino que tendrán que recorrer para alzarse con sus principales objetivos y en su primer amistoso y con vistas a la gran cita que se celebrará en los próximos días en Rusia, los galos han conseguido la primera victoria y lo han hecho ante la República de Irlanda con un 2-0 en el marcador y los goles del que es jugador del Arsenal, Olivier Giroud, que pilló un rebote en el área chica y del que milita en las filas del Olympique de Lyon, Nabil Fekir, que tuvo la complicidad de Doyle.

Los de Didier Deschamps fueron claramente superiores en su primer choque y consiguieron la victoria con comodidad, a falta de pulir los últimos detalles de cara a portería para mejorar la efectividad de un equipo que irá a por todas con el colorido de fondo. Con la ventaja ya reflejada en el marcador, la Francia de Ousmane Dembélé y Samuel Umtiti, disputaron la segunda parte con una intensa lluvia sobre París que impidió que encontraran más oportunidades.

En el encuentro, los focos de atención estuvieron puestos en la figura de Antoine Griezmann, que con su futuro en el aire, asume el rol de principal incógnita en esta gran cita para el conjunto galo. Manteniendo el silencio, el de Mâcon abandonó el Saint-Denis sin atender a los medios de comunicación en una noche en la que no fue titular y pasando con rapidez por la zona mixta junto al central del Fútbol Club Barcelona y el jugador del Atlético de Madrid y novedad en la convocatoria para el Mundial, Lucas Hernández y después de un encuentro en el que el delantero del Chelsea entró en la historia igualando a Michel Platini en numero de internacionalidades y a Zinedine Zidane en numero de goles.