En el día de ayer se hacia oficial, de la mano de Luis Rubiales, presidente de la Real Federación Española de Fútbol, quién era el nuevo seleccionador de España. El elegido es Luis Enrique Martínez. Esta elección no ha caído igual en todos los rincones de este país.

Para unos, esta decisión es un acierto. La idea de juego del técnico asturiano es similar a la que lleva desarrollando la Selección varios años y que la ha llevado al olimpo del fútbol con, a conquistar ese Mundial y las dos Eurocopas. Además Luis Enrique era un técnico sin contrato en vigor con ningún otro club o selección. Uno de los mejores técnicos españoles sin equipo en la actualidad. Gran conocedor de la liga española, entrenó al Celta una temporada, desplegando un juego más que efectivo y vistoso y también en el Barça, donde a veces fue cuestionado, pero el entrenador español respondió con títulos. Por todo esto cuenta con el aval del presidente de la federación y el de muchos aficionados. Además es un técnico con carácter y liderazgo, que puede aportar aire fresco a la selección, que es lo que hace falta en estos momentos.

Para otros esta decisión puede ser algo polémica, lo que nada beneficia al entorno y situación actual de la selección, que necesita levantarse del palo recibido en Rusia. Algunos no olvidan el pasado culé del preparador asturiano y su mala relación con el Real Madrid pese a haber jugado en el club blanco al principio de su temporada. Muchos le acusan de que este pensamiento puede afectar a los convocatorias en detrimento de jugadores del Real Madrid y favorecer más a clubes como el Barcelona u otros.

Lo que está claro es que la decisión va a traer cola un tiempo y solo con el paso de los partidos y los meses podremos saber si se trata de una decisión acertada o errónea. El exjugador deberá olvidar su pasado y pensar que esta en este puesto para el beneficio de toda la Selección Española.