El Extremadura ve la luz en el Metropolitano

Los pupilos de Juan Sabas consiguieron la primera victoria de la temporada en territorio madrileño. Un hat-trick de Enric Gallego y un tanto de Chuli bastaron para doblegar al Rayo Majadahonda, que tendrá que pelear la próxima jornada por no perder la dinámica positiva.

El Extremadura ve la luz en el Metropolitano
Vía @ext_ud en Twitter.com
antonio15lopez
Por Antonio Rodríguez

El Wanda era azulgrana. Sí. No es una exageración. Cualquiera que se hubiera acercado por los aledaños del Metropolitano en esta tarde de sábado se hubiera dado cuenta. Una avalancha de camisetas azulgranas esperaba impaciente el autobús de su equipo en la entrada del estadio. La emoción de jugar en la categoría de plata se hace patente cada fin de semana, y si encima el encuentro tiene lugar en el estadio que acogerá la final de Champions, la emoción se eleva de manera exponencial. 

Media hora para el comienzo del partido. Empieza la batalla. La afición visitante, colocada en el fondo norte del estadio atlético, animaba sin parar a su equipo que realizaba ejercicios de calentamiento en el terreno de juego. Entonces entró en el 'ring' el segundo combatiente de la tarde. La afición rojiblanca, situada en la grada de preferencia, como de costumbre, comenzaba a alentar a los suyos, como los rivales estaban haciendo. En la atmósfera se apreciaba una emoción solo propia de Segunda División.

Alta presión, gran resultado

Juan Sabas parecía tener planeado este partido desde hace meses. Pues, desde el minuto uno de juego, los once jugadores visitantes desplegaron una auténtica emboscada en pleno Wanda Metropolitano. Tanto fue así, que en el minuto uno de juego, un robo apunto estuvo de terminar en las mallas tras un disparo de Zarfino. Los locales se preparaban mentalmente para la alta presión que les esperaba. No obstante, este proceso lleva tiempo, el cual el Extremadura no iba a cometer el error de regalar a sus rivales. 

Los del sur de Madrid planteaban un partido basado en posesiones largas y pausadas, tratando de sacar el balón jugado. Claro está, teniendo que soportar el factor presión, el objetivo se enturbiaba. De este modo, tras ver cómo el colegiado anulaba un gol de Enric Gallego, veía este mismo puerta en el minuto 16, tras un gran centro de Valverde. Esta jugada vaticinaba lo que iba a ser toda la primera mitad. Un Extremadura, muy bien plantado, mostrando mucha velocidad y precisión por banda, y un Rayo que trataba de aprovechar con velocidad en las transiciones los balones que conseguían sacar, aprovechándose de la posición adelantada que mostraban los extremeños. 

Pero parece que la Diosa Fortuna no se había aliado con los locales en el día de hoy, puesto que dos buenas contras en las que Aitor García consiguió zafarse de la defensa visitante, se vieron frustradas por el meta extremeño. 

Pese a verse con ventaja en el electrónico, los de Sabas no se achantaron. Así, tratando de no dormir el partido, llegó el segundo tanto azulgrana. En esta ocasión fue Chuli, de nuevo de cabeza, y de nuevo tras una gran jugada por banda.

Fue en este momento en el que el Rayo Majadahonda consiguió irse adaptando al partido. Esto se manifestó en una ocasión por parte de Enzo,  con un latigazo desde fuera del área que obligó a estirarse a Manu García. 

Igualdad insuficiente

Los primeros compases de la segunda mitad dejaron ver unas sensaciones diferentes a las que se podían comprobar en la primera mitad.

El Rayo Majadahonda, para esperanza de su afición, quiso hacerse con el control de la situación. El balón empezaba a fluir con más claridad por los integrantes del cuadro madrileño. Se atrevían estos con disparos a puerta, mucho más expeditivos que en los primeros 45 minutos. El Extremadura, por el contrario, y a diferencia de la primera mitad, se replegó en defensa, dejando metros para recular a los jugadores locales. 

No obstante, las fuerzas no tardaron en igualarse, puesto que los extremeños, encabezados por Enric Gallego y su testa de oro, pusieron de nuevo a prueba las aptitudes de Ander. Mucha claridad en el juego de cabeza. 

Así, aprovechándose de una defensa local que no estaba teniendo su mejor día, llegó el tercer tanto para los extremeños. Cómo no, lo firmó Enric Gallego, quien ya estaba encaminando su hazaña. Hasta al mismo Ander regateó el catalán, para introducir el balón en las mallas, pese al esfuerzo de Jorge bajo palos por impedir que el balón entrara.

Como la tarde iba de opuestos, tocaba que golpeara el Rayo Majadahonda, cuando todo parecía visto para sentencia. Tras un primer penalti que el árbitro no señaló, llegó un segundo, que no pudo negar el colegiado vasco. El encargado de encender un halo de luz en esta tarde oscura local fue Iza, que fusiló la meta de Manu García con un potente chut a la escuadra. Muy atrevido.

Aitor García, armándose de coraje, quiso hacerse con el control de su equipo, bajando a colaborar al centro del campo. 

Ambos entrenadores introdujeron los tres cambios, con el objetivo de revertir la situación, en el caso del Rayo, o de mantenerla, en el caso de los extremeños. La entrada de Nico en las filas madrileñas fue la que más claridad otorgó al juego. No obstante, Renella no iba a permitir que Nico fuera el único protagonista de la segunda mitad, así que se ató bien las botas y se propuso dar un espectáculo a su afición. 

El Rayo Majadahonda por fin había conseguido adecuarse al partido, pero 80 minutos tarde. 

La fatídica tarde de los de Iriondo no había terminado. El verdadero protagonista apareció, disfrazado del Pichichi de Segunda B de la temporada pasada, para poner el definitivo 1-4 en el marcador. Enric Gallego conseguía poner el broche de oro a una tarde de gala para los extremeños, consiguiendo el hat-trick personal.