Ambiente festivo en los alrededores de un Estadio Municipal de Butarque lleno hasta la bandera. Partidazo en el horno. CD Leganés y Rayo Vallecano, rivales directos en la pugna por la salvación, se veían las caras para protagonizar una nueva edición del "mini derbi" madrileño. Plan inmejorable para la noche del sábado. Cita ineludible con el fútbol castizo.
El cuadro local arrancaba con Iván Cuéllar en portería, Jonathan Silva, Bustinza, Siovas y Rodrigo Tarín poniendo el candado, El Zhar, Mikel Vesga y Rubén Pérez en sala de máquinas y Óscar, Guido Carrillo y Michael Santos en ataque. Por su parte los vallecanos saltaban al césped con Alberto bajo palos, Advíncula, Abdoulaye Ba, Jordi Amat y Álex Moreno en defensa, Trejo, Santi Comesaña y Álvaro Medrán en la media y Kakuta, Raúl de Tomás y Bebé para el gol.
El 'Lega' golpea primero
Entre cánticos de "Presa vete ya", protagonizados, como no podía ser de otra manera, por la afición visitante, arrancaba un encuentro tan trepidante como prometía. El 'Lega', comandado por El Zhar, manejaba el cuero y el Rayo, tan valiente como de costumbre en su planteamiento, sufría sin la posesión, aguardando su oportunidad a la contra. Las imprecisiones se sucedían en ambos bandos, propiciando así acercamientos con cierto peligro en las dos porterías. Cuéllar y Alberto, antiguos compañeros en la meta Sporting de Gijón, no iban a tener un partido tranquilo bajo palos. ¡Ni mucho menos!
En uno de los ya clásicos despistes defensivos de la zaga rayista llegaría el primer y único tanto del partido, obra del argentino Guido Carrillo. El ex del Southampton no perdonaba desde el interior del área y con un disparo cruzado batía a Alberto. Los pepineros golpeaban primero.
Por delante en el marcador, los pupilos de Pellegrino continuaban imponiendo su jerarquía en el juego. El Rayo, por contra, se diluía con el paso de los minutos. El Zhar y sus diabluras en la parcela ancha daban lugar a continuas llegadas locales. Las más claras para 'El Gigante' Carrillo y para 'Pelo' Santos. Solamente las intervenciones de Alberto y el desacierto en el remate evitaban una mayor ventaja para el Leganés.
Un contratiempo capital
La felicidad instaurada en Butarque tan solo se vio ensombrecida por la lesión del capitán local Bustinza, que a la media hora de juego se vio obligado a abandonar el césped en detrimento de Omeruo. Contratiempo para los de Pellegrino, que perdían a su mejor hombre en tareas defensivas. ¿Lo aprovecharía el Rayo? Sin demasiado fútbol, y es que la presión pepinera ahogaba la salida de balón vallecana, al menos esa era la intención…
A escasos cinco minutos para el final de la primera mitad, de nuevo Carrillo pudo batir la meta de Alberto. Esta vez con un testarazo que no encontraba portería. Partidazo, con mayúsculas, del ariete argentino. La parroquia local reclamó, a continuación, un posible penalti. Las interpretaciones arbitrales, VAR al margen, se las dejamos al lector.
Con el tiempo ya cumplido, Óscar disfrutó de la que tal vez sea la oportunidad más clara del primer acto. Santos se zafa con facilidad de Abdoulaye Ba en el carril del '10', cede atrás y el canterano del Real Madrid chuta flojo en busca del segundo. Para alivio visitante, la zaga pudo despejar el peligro cuando, desde la grada, ya se cantaba el gol. Mucho tendría que cambiar el planteamiento rayista en la segunda mitad para sacar algo positivo de su visita a Butarque…
Plan 'B' en marcha
El Rayo trató de llevar la iniciativa tras el descanso. Algo que no había conseguido durante los primeros 45 minutos. Michel movió ficha desde el banquillo dando entrada a Embarba y Álvaro. Los damnificados por el cambio, Kakuta y Bebé, que, desde ambos costados, no mostraron su mejor versión. Otro día será.
Pronto dieron frutos los cambios. Con Embarba sobre el césped todo resulta más sencillo. El madrileño le dio una marcha más al ataque vallecano. El empate parecía posible por primera vez en todo el encuentro.
Más leña al fuego
La entrada de Pozo en lugar de Trejo dejaba a las claras las intenciones de Míchel. El todo por el todo en los últimos compases. Un instante después, Álvaro Medrán iba a estrellar el cuero directamente contra la madera. La igualada que no llegaba por escasos centímetros.
¿Lograría la ofensiva vallecana hacer retroceder al Leganés? Nada más lejos de la realidad. Tanto es así que Alberto tuvo que salvar a los suyos en repetidas ocasiones. Más aún si cabe cuando Medrán enfocó expulsado el túnel de vestuarios. El mejor del Rayo se iba a la ducha antes de tiempo, y con él buena parte de las opciones del cuadro visitante.
Con la firme intención de hacerse con el control del medio campo, Pellegrino decidió dar entrada a Gumbau. El goleador de la noche, Carrillo, era el sacrificado. Poco más de aquí al final del choque. El técnico del 'Lega' había conseguido su propósito, reforzar el centro para evitar pasar apuros en el tiempo extra. Así llegaría el pitido de David Medié Jiménez, el árbitro encargado de dirigir el partido.