Real Valladolid: Masip, Antoñito, Kiko Olivas, Calero, Nacho, Keko, Míchel (Borja, min.86), Alcaraz, Toni Villa (Leo Suárez, min.75), Óscar Plano (Verde, min.84) y Enes Ünal. Atlético Madrid: Oblak, Arias, Savic, Godín, Filipe Luis (Thomas, min.59), Rodrigo, Saúl, Koke, Correa (Gelson Martin, min.74), Griezmann y Kalinic (Vitolo, min.69)

El Real Valladolid da la cara pero pierde con honor ante el Atlético de Madrid 

El Real Valladolid no ha conseguido puntuar en la visita del Atlético de Madrid al José Zorrilla. Los rojiblancos llegaron con una renta de dos goles al descanso, tras aprovechar las pocas oportunidades de las que dispusieron en los primeros 45 minutos.

El Real Valladolid da la cara pero pierde con honor ante el Atlético de Madrid 
Los jugadores del Real Valladolid celebrando uno de los goles. Fotografía: LaLiga Santander
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Por Mariona Sanchez

El Real Valladolid cayó con honor ante el Atlético de Madrid (2-3). Perder tiene podo de honorable en deporte profesional, pero perdió con el honor que supone haber sido capaz de sobreponerse a un 0-2 en la primera parte, aunque al final la calidad del enemigo decidiera el choque.

Con ambición y la seguridad  de "competir" bien el partido, los pucelanos sabían que el rival era de entidad y que el partido le iba a exigir su mejor versión. Los colchoneros, siempre al límite en el juego, aprovechan cualquier detalle o error que deja el rival y, sabiéndolo, los vallisoletanos debían aumentar su exigencia.

Porque si a un equipo en el mundo es difícil remontarle un 0-2 es al Atlético de Madrid, un equipo que es capaz de atacar cuando el enemigo le deja jugar y de defender la ventaja si considera que el partido lo requiere. Con el máximo nivel de concentración defensiva en cada jugada y con uno de los mejores porteros del mundo para guardar las espaldas a sus compañeros si se ven superados por el talento del rival.

A todo eso se sobrepuso el Real Valladolid esta tarde. No puntuó porque cuando el partido enfilaba la recta final, sin que diera la sensación de que al Atlético de Madrid tuviera muchos argumentos ofensivos colectivos para dar la vuelta a un empate que el Pucela se había trabajado, Griezmann decidió con un disparo cruzado imparable para Masip.

Para superar al equipo que marca muchos de los registros que tú quieres conseguir debes ponerte a su nivel. Así, el Real Valladolid, el tercer equipo menos amonestado de la categoría, salió con la idea de hacer un duelo intenso. Con tres faltas en los primeros 110 segundos, los de Sergio definieron el guión de un partido que el VAR tuvo mucho protagonismo.

Griezmann ya había sido el protagonista de los dos primeros goles. En el primero, mediada la primera mitad, con un pase milimétrico sobre Kalinic, que el delantero croata hizo bueno cruzando el balón ante la salida de Masip y el intento desesperado de Kiko Olivas por llegar a interceptar el disparo. Pero el pase había sido espléndido, la carrera de Kalinic veloz y la definición como mandan los cánones.

En el segundo tanto del Atleti, Griezmann disparó desde la frontal y el balón se estrelló en la mano de Kiko Olivas que se gira para quitarse el cañonazo, está muy encima del balón, pero el VAR avisó a Undiano Mallenco pasados unos segundos y el colegiado navarro, tras revisar la jugada en el monitor, señaló la pena máxima que ejecutó el francés clavando el balón en la escuadra.

Con 0-2 y el Atleti enfrente, la operación remontada parecía una utopía, pero una vez más, como siempre, el Real Valladolid, que antes del segundo tanto rojiblanco ya había tenido las dos ocasiones más claras del partido en disparos francos de Óscar Plano y Enes Ünal que no encontraron portería por centímetros, no dejó de pisar el acelerador.

Primero Calero, de un cabezazo preciso a la salida de un córner, y después de Saúl, en propia puerta, tras un testarazo de Ünal hacia el punto de penalti que tropezó en la puerta del internacional colchonero sin que Oblak pudiera reaccionar, enloquecieron los aficionados del Pucela. En cinco minutos, el Real Valladolid había puesto el marcador en tablas.

Pero todavía quedaba el último cuarto del encuentro, el Atlético de Madrid que nunca había conseguido superar al Real Valladolid en situaciones de juego abierto, esperó su oportunidad, la encontró y Griezmann no perdonó una acción a balón parado mal defendida por el Real Valladolid terminó dejando el gol.

Después de tanto trabajo, después de haber dado la cara ante uno de los equipos más rocosos del mundo, el Pucela se quedaba sin premio. Y encima, con la sensación de que el colegiado, Undiano Mallenco, y el VAR, no le trató igual que al Atlético de Madrid, porque los vallisoletanos reclamaron un penalti por mano tras un centro de Nacho que era el posible penalti para el 3-3, pero esta vez a Undiano no le aconsejaron ver la jugada para evaluar la jugada

Jugando pocos minutos de los que restaban hasta el final del duelo, el equipo colchonero salió victorioso de un Nuevo Estadio José Zorrilla que ovacionó a sus jugadores. Con sus fallos y errores, innegables en el marcador y en el juego,  el Pucela vuelve a mostrar un camino ilusionante. Los de Sergio se fueron de vacío pese a dejarse el alma en los 97 minutos de juego. Un ingrato resultado para una de las mejores versiones del Pucela en los últimos dos meses.