No bajaron los brazos 

El encuentro entre el CD Leganés vs Sevilla FC acabó con tablas en un encuentro pasado por una densa niebla y unos ánimos escaldados, con la expulsión de Franco Vázquez en discusión con el árbitro en los túneles de vestuario y los goles de Vesga y Ben Yedder en el tiempo de descuento.

No bajaron los brazos 
André Silva en disputa de un balón | Foto: Sevilla FC
matias
Por Matías Jiménez Sánchez

Regalos Navideños

El Sevilla FC le tocaba visitar Leganés en víspera de fiestas, un encuentro al que llegó tarde y donde a los 6 minutos ya perdía por 1 tanto a 0 tras el remate de Vesga que superó a todo la defensa nervionense.

Con las bajas de Banega y Sarabia por acumulación de tarjeta y la de Simon Kjaer por lesión, a Machín le tocó tirar de menos habituales con Amadou de pivote y Roque Mesa haciendo de Ever y un Mudo Vázquez excesivamente adelantado a lo que en los últimos encuentros nos tenía acostumbrado, el Sevilla sufrió en todas la facetas de juego, perdidas en el centro del campo, lentitud en las contras, flaquezas defensivas y falta de solidez, incapacidad de romper líneas y quitar presiones, y en pocos minutos el Leganés tuvo la oportunidad de consolidar aún más el resultado con una ocasión que no consiguió finalizar El Nesyri.

En el minuto 17 recibiría Nyom una cartulina amarilla que sería determinante a lo largo de esta primera mitad.

Lo mejor del Sevilla llegó a balón parado y tras un centro del Mudo que Sergi Gómez tras rebote consigue rematar, pero Cuellar salvó los muebles. Franco Vázquez que estaba siendo de los mejores por el conjunto andaluz, tuvo una ocasión a la contra que acabo en córner tras el rechace de un defensor. Y el mismo italoargentino recibiría una dura falta de Nyom, que no fue sancionada con segunda amarilla, este hecho crispó los ánimos de los de Machín, y el argentino tras discusión en los túneles de vestuario sería amonestado con tarjeta roja por dirigirse a Hernández Hernández por “eres un caradura”.

Desastre tras desastre

Soporífera segunda parte que comenzaba con el cambio de Jesús Navas por Promes, y que con uno menos los sevillistas les tocarían sufrir para intentar echar mano a un partido que se encontraba muy lejos de sus posibilidades. Pero el tiempo transcurría con las desesperantes jugadas de locales que empezaban a llevar el partido a un terreno tosco y donde el juego con el balón fuera lo minoritario.

Toscas entradas y enfrentamientos excesivos se apreciaban casi en todas las jugadas donde André silva fue sancionado con tarjeta amarilla y se jugó su posible expulsión, aunque más grave fue la actuación de Jonathan Silva que debió ver la roja directa tras un codazo de este en el rostro de André Silva.

Mientras avanzaba los minutos se condensaba una dura y densa niebla en el terreno de juego, Machín realizaba sus dos últimos cambios, Gnangnon y Nolito entraban al terreno por Mercado y André Silva.

Roque Mesa el mejor de los nervionense y el más activo junto a Amadou, realizaría un buen centro al centrocampista francés que con un fuerte y contundente remate de cabeza que acabaría topándose con la madera.

El compromiso de algunos futbolistas que estaban sobre el terreno de juego los llevó a un estado de pseudosuperioridad, encerrando a los jugadores de la Meseta en su propia área, pero aun así a la contra, con El Nesyri al mandó pudo cerrar el partido, pero su remate de primeras acabó con una espectacular mano de Vaclik y posterior choque con el larguero para evitar ampliar el marcador.

Al final en el tiempo de descuento en una increíble maniobra de Roque Mesa filtró un muy buen centro a las espaldas de los defensores para que Wissam Ben Yedder, con un remate poco afortunado pero necesario hiciera el 1-1 definitivo que les daba una tranquilidad a los andaluces tras ver tan lejos la posibilidad de rascar un punto en su visita a Butarque.

De nuevo Hernández Hernández propiciaría una escandalosa actuación cuando en el minuto 92, de como si un recogepelotas se tratase el colegiado saltó para evitar que el despeje de Gnangnon se marchara y devolvérsela a los madrileños para que pudieran ejercer el saque de banda lo más pronto posible.