El centro del campo ha sido una de las posiciones que más rotaciones ha tenido desde que Álvaro Cervera llegó a los banquillos gaditanos. El técnico de Malabo siempre ha tenido claro quienes eran sus titulares, pero la gran cantidad de lesiones sufridas a lo largo de la temporada, unido a la tardía recuperación del ritmo de algunos futbolistas, provocaron un sinfín de experimentos en el centro del campo que, en la mayoría de los casos, no acabaron en buen puerto. Comencemos con la temporada 2017/2018.
Temporada 2017/2018
El año 2018 comenzaría de forma fulgurante. Con la pareja Garrido-Álex Fernández, los amarillos mostraron una abrumadora superioridad en el centro del campo que ni Granada ni Córdoba, primeros partidos del año, pudieron parar. Sin embargo, la baja de José Mari, que caería lesionado por el resto de la temporada en el partido frente al Zaragoza, poco a poco, comenzaría a hacerse notar. Para contrarrestar esto, Juan Carlos Cordero, en busca de un mediocentro de perfil similar al roteño, se traería cedido a Eugeni Valderrama, quien, por aquel entonces, se encontraba cedido en el Lorca.
No obstante, debido a la pasividad de Abdullah y a las continuas lesiones de Perea, Cervera pediría otro mediocentro. Uno de corte más defensivo que Eugeni. El elegido sería Fausto Tienza, quien, semanas antes, había rescindido contrato con el Osasuna. De esta manera, los amarillos continuarían la campaña con un total de cinco centrocampistas.
Los fichajes, poco a poco, fueron entrando en los esquemas de Cervera, pero pese a la ilusión de los aficionados cadistas, ninguno pudo hacer olvidar a José Mari. Eugeni, sin duda alguna, fue el mejor de los dos fichajes. El ahora jugador del Albacete mostró en más de una ocasión la gran calidad que atesora, pero le acabó faltando la lucha y la garra que tanto pide Cervera a sus jugadores. Por su parte, Fausto pasó sin pena ni gloría. Pese a su dedicación y esfuerzo, el extremeño solo tuvo cinco oportunidades de mostrar su calidad y en ninguna de ellas lo consiguió hacer.
Así pues, la titularidad del centro del campo siempre estuvo en Garrido y Álex Fernández. El primero fue, y sigue siendo, puro pundonor y entrega. Cortaba la gran mayoría de balones y fue uno de los grandes culpables de que el Cádiz solo encajara 29 goles. Por otro lado, Álex Fernández fue el timón del equipo. Su visión de juego, sus pases y su garra fueron esenciales en casi todos los encuentros que disputó. Desgraciadamente, las lesiones y la acumulación de cansancio provocaron que los dos jugadores llegaran sin gasolina a un final de temporada que acabaría con los amarillos fuera de los puestos de descenso.
Temporada 2018/2019
Tras el punto y final a la temporada anterior, el Cádiz acudiría al mercado estival con la lección aprendida. Su primer movimiento fue el de no renovar a varios jugadores del equipo. Uno de ellos fue Abdullah. El de Comores, quien presentó un bajón de forma con respecto a su primera temporada, no sería renovado y pondría rumbo a la liga belga. Cordero, en busca de un sustituto con características similares a Abdullah, volvería a acudir a territorio francés para traerse a Karim Azamoum, futbolista que había disputado más de 30 encuentros con el Troyes en la Ligue 1. Asimismo, la irregularidad de Perea propició que Cordero trajera de vuelta a Aketxe, un viejo conocido de la afición amarilla.
De esta forma, con la total recuperación de José Mari, la escuadra amarilla comenzaría a sentar las bases de un nuevo proyecto con la renovación de Garrido hasta 2020. Con Álex Fernández también se establecería contacto para una futurible renovación que, finalmente, llegaría en noviembre. Con estos jugadores, el Cádiz daría por cerrado la faceta centrocampística del equipo. Pero una oportunidad se le presentaría el último día de mercado. Edu Ramos no podía ser inscrito con el Córdoba debido al límite salarial y Cordero decidiría aprovecharse de la situación mediante una cesión. Así pues, los amarillos comenzarían la temporada con cinco mediocentros puros y dos mediapuntas.
Actualidad del centro del campo amarillo
La temporada para los amarillos no empezaría de la mejor manera. Sobre todo en el centro del campo, posición con mayor rotación en los planes de Cervera. Debido a la lesión en verano de Garrido, el Cádiz tuvo que arrancar la liga con José Mari y Álex de mediocentro y Aketxe de mediapunta. Al principio, la idea funcionó, pero, conforme fueron pasando las jornadas, los gaditanos comenzaron a sufrir en defensa. Tanto Karim como Edu Ramos -este último el que más- tratarían de cortar tal carencia, pero sus intentos se quedaron en vano.
Todo cambió cuando Garrido y José Mari recuperaron el nivel. Los amarillos han vuelto a ser ese equipo fiero que pelea por cada balón y mata a sus contrincantes al contraataque. Por el momento, han acabado el año en uno de los tan cotizados puestos de playoff. Veremos si, finalmente, los de Cervera logran mantener tanto la forma como un estilo de juego que, en los últimos años, ha cambiado por completo el rumbo de un equipo que, cinco años atrás, se encontraba en pleno descenso a Tercera División.