El clásico de la vuelta de semifinales de la Copa del Rey tiene un ganador: el FC Barcelona. Los culés consiguieron una victoria abultada ante el Real Madrid (0-3). Sin embargo, el resultado fue un tanto injusto con lo visto sobre el terreno de juego. Ahora procederé al análisis de este encuentro que ha tenido distintas fases: desde un juego lento por parte de los dos equipos a contraataques que han generado vértigo en la Castellana.

Primera parte: Poco juego y escasas ocasiones

El Barça salió al choque con su clásico 4-3-3 en ataque, con un Dembélé situado en la banda izquierda que se estrenaba como titular en un clásico. También Ernesto Valverde decidió imitar la fórmula utilizada en Lyon con Sergi Roberto de interior derecho, Rakitic de interior izquierdo y Sergio Busquets de pivote.

En defensa, el equipo se situó con un 4-4-2, arriba Leo Messi con Suárez, banda izquierda Dembélé, derecha Sergi Roberto.

La palabra que puede definir la primera parte de ambos equipos es respeto. Real Madrid y FC Barcelona saltaron al terreno de juego con demasiado cuidado de no cometer errores graves. Un gol, en este tiempo, y de cualquier equipo, podría desatar una tormenta de goles.

En estos 45 minutos, ambos equipos alternaron una presión alta y asfixiante con un mayor repliegue. Mientras el conjunto culé, como nos acostumbra a ver, arriesgaba más la salida del balón, el equipo blanco no quería correr riesgos atrás.

Sin embargo, aunque en esta parte apenas hubo ocasiones, sí que tuvo dos claras a favor el Real Madrid, mediante las botas de Vinicius y Benzema y con un Ter Stegen milagroso. El equipo de Ernesto Valverde cometió errores en mediocampo que propiciaron estas ocasiones comentadas, debido al poco acierto de jugadores como Busquets o Piqué y la presión de los merengues. En parte, este error quedó subsanado en diferentes ocasiones, gracias a la recuperación tras pérdida del Barça en cinco segundos.

También hay que destacar en esta parte la labor de los laterales del Barça, en la ida sufrieron ambos, pero en este partido de vuelta de Copa del Rey no iba a ser el mismo caso. Jordi Alba logró detener las acometidas de Lucas Vázquez con una marca cercana, además Dembélé ayudó mucho al lateral en las internadas dos contra uno de Carvajal y del propio Lucas Vázquez. El otro costado, si que lo pasó bastante mal. Semedo realizó un marcaje muy cercano a Vinicius, a veces el brasileño lograba esquivar al portugués, pero Sergi Roberto no estuvo muy atento a las internadas de Reguilón, haciendo que Semedo quedara un poco desacertado.

En ataque, el equipo culé hizo poco. El único jugador que intentaba romper el partido era Sergi Roberto, mediante continuos desmarques, pero sin demasiado éxito. Por otro lado, Dembélé no fue el mismo en estos 45 minutos al Dembélé de esta temporada: sin lograr desbordar, con pérdidas que no deberían haberse dado, sin profundizar…

Leo Messi apareció por el centro, las ocasiones en las que el Barça lograba crear algo de peligro pasaban previamente por los pies del argentino.

Así iba a acabar estos 45 minutos, con dos equipos que apenas generaron ocasiones y fútbol y que se iban al descanso dejando un juego aburrido. Aunque el Real Madrid iba a estar ligeramente por encima del Barça

Segunda parte: Un FC Barcelona efectivo

Por el inicio de los equipos, se prometía una parte similar a la primera. Sin embargo, el gol de Luis Suárez en el minuto 50 lo iba a cambiar todo. Jordi Alba llevaba el balón en sus pies e introdujo un pase al hueco a Dembélé, que fue más rápido que Carvajal y logró penetrar en el área antes. El francés vio al único azulgrana que había, Luis Suárez, y le centró un balón raso que el uruguayo remató y marco ajustando el balón al palo corto de Keylor Navas. La marca de Sergio Ramos sobre el 9 del Barça no fue la más acertada.

Después de este chicharro, se pudo ver una renuncia clara del equipo de Valverde al estilo tan característico de toque, y replegándose atrás a la espera de contraataques. El Real Madrid metió al Barça en su área en el intervalo del tiempo situado entre el primer gol y el segundo. El equipo de Solari atacaba en tres cuartos de la cancha, pero sin lograr el último pase definitivo dada la aglomeración e intensidad de los azulgranas en defensa.

Esto hizo que el equipo blanco dejara huecos atrás, y ahí es donde Dembélé es letal. Este tipo de partido le venía bastante bien al francés. En el minuto 69, Semedo corrió por la banda y vio desmarcado por su mismo costado a Dembélé, que realizó un desmarque con el que superó a la zaga local. Cuando el “mosquito” se introdujo en el área, vio a Suárez de nuevo y le centro el balón, pero Varane al intentar quitarle el balón al 9 del Barça, se metió en propia puerta.

Este segundo gol mató al Madrid, hizo que bajaran los brazos y la intensidad. Tanto fue así, que el tercer gol llegó a los 4 minutos del segundo, con un penalti evitable de Casemiro sobre Suárez, al que le pisó el tobillo causa de la frustración, desgaste y desorden de la defensa blanca. El charrúa, sorprendiendo a todo el mundo, marcó el penalti a los Panenka. Leo Messi le permitió a su compañero el lanzamiento desde la pena máxima. Previamente, entró Bale por Lucas Vázquez, cambio que no tendría incidencia dada la situación.

Desde este gol, hasta el final del partido, el partido pareció más una pachanga que un partido del nivel de un clásico, ya que la eliminatoria estaba terminada. Tanto fue así que los dos equipos hicieron sustituciones pensando en el clásico del finde. Se fueron al banquillo Casemiro y Vinicius, por los blancos, y Suárez, Busquets y Dembélé, por los azulgranas. Con la entrada del chileno por Luis Suárez, el Barça cambio en defensa a una formación de 4-5-1.

Así terminó un partido que tuvo distintos momentos y en el que el Barça, a pesar de su mal juego, logró golear al Real Madrid y clasificarse para la final.

Notas de los jugadores azulgranas

Ter Stegen: 9. Cumplió con su trabajo. Detuvo ocasiones muy claras de gol. Poco que reprochar al alemán.

Semedo: 5. Alternó buenas fases del partido con otras muy malas. Se vio superado por Vinicius y Requilón en varias ocasiones.

Piqué: 6. Perdió algún balón en la salida desde atrás, propiciando, por ejemplo, un uno contra uno de Vinicius ante Ter Stegen. Sin embargo, cortó algún balón peligroso.

Lenglet: 6. Atento a las internadas de los blancos y viéndose superado en pocas jugadas. Además, ayudó con un buen nivel a la salida del balón.

Jordi Alba: 7. En defensa estuvo muy efectivo, desesperando a Lucas Vázquez. Además, inició el primer gol del Suárez tras su pase a Dembélé. Daba la sensación de que, en cualquier momento, un desmarque suyo podría cambiar todo.

Busquets: 6. Arriesgó en la salida de balón en muchas ocasiones, provocando pérdidas y ataques de los blancos, pero en otras jugadas superó líneas de presión. Fue intermitente.

Sergi Roberto: 5. En ataque fue de los pocos que lo intentó en la primera parte, pero sin éxito, en la segunda no tuvo incidencia. En defensa, comprometió a Semedo durante todo el partido.

Rakitic: 6. El croata intentó dar equilibrio al mediocampo del Barça. Logró sacar bien jugado algún balón, pero no fue incisivo.

Messi: 6. No fue de los mejores partidos del argentino. Es verdad que en la primera parte el peligro ofensivo solo pasaba previamente por él, pero no fue el Leo Messi peligroso de otros partidos.

Suárez: 9. El uruguayo se desató en el Bernabéu, haciendo dos goles y provocando un penalti. El único punto negativo fue su primera parte.

Dembélé: 7. Su primer tiempo fue discreto tirando a malo, pero en el segundo se desató con dos asistencias a Luis Suárez.

Vidal, Coutinho, Arthur: S/N. No tuvieron influencia en un partido decidido.

Sistemas del Barça durante el partido

En defensa (1)

En defensa (2)

En ataque (1)

En ataque (2)

Estadísticas

En un duelo decantado por 0-3 a favor del Barça, la posesión fue dividida, con un 48% para el Real Madrid y un 52% para el FC Barcelona. Los blancos fueron superiores en remates, sumando 14 por solo cuatro de los culés. También en córneres, 4-3. Durante el partido hubo muchas faltas, un total de 30, siendo 14 para los locales y 16 para los visitantes. En tarjetas hubo empate, dos para cada equipo.

Final de la Copa del Rey

Tras eliminar al equipo blanco, el FC Barcelona espera rival que saldrá del duelo entre el Valencia y el Real Betis. La final se jugará en el Estadio Benito Villamarín el día 25 de mayo.