El Fútbol Club Barcelona llegaba al Municipal de Ipurúa con la idea de coger el máximo rodaje posible de cara al gran duelo que tendrán que afrontar el próximo sábado, 25 de mayo, en el Benito Villamarín, donde se disputará la final de la Copa del Rey. Los de Ernesto Valverde, que llegaban de ganar al Getafe Club de Fútbol en la jornada 37 con un 2-0 en el marcador, saltaban al terreno de juego con algunos cambios obligados en su once inicial, debido a las bajas de efectivos como Luis Suárez, Philippe Coutinho u Ousmane Dembélé.

Con la máxima preparación, habiendo sido campeones de la competición doméstica y con un título más en juego, armeros y azulgranas se veían las caras en territorio vasco con la idea de cerrar la temporada con una victoria que les permitiera sumar otros tres puntos. Ante tal reto, aunque minúsculo, teniendo en cuenta que a estas alturas todo está hecho, uno de los dos saldría victorioso y para ello, ambos salieron con todas sus armas desde el pitido inicial.

Con poca intensidad y mucho toque de balón, ambos equipos se disputaban la posesión del esférico a pie de campo para intentar llegar a portería cuanto antes y sentenciar. Por un lado, Jasper Cillessen y por el otro, Marko Dmitrović, serían los responsables de salvaguardar a sus compañeros en cualquier jugada ofensiva.

Una primera mitad de lucha y superposición

Sociedad Deportiva Eibar y Fútbol Club Barcelona comenzaron a buscar los goles desde el primer minuto del partido. Cuando los azulgranas intentaban mantener la posesión del esférico, llegaban los armeros y con una buena colocación, conseguían recuperarla para construir jugadas de contragolpe peligrosas para Jasper Cillessen y compañía.

Cuando todo parecía controlado, los de Ernesto Valverde sucumbían ante los de José Luis Mendilibar con un 1-0 en el marcador y debido al gol marcado por alguien más que conocido en la casa azulgrana, Marc Cucurella, ya que militó en el filial que ahora dirige Francisco Javier García Pimienta. Con solvencia, el joven jugador de Alella hacía el primer tanto para su equipo pillando un buen balón de Sergi Enrich y no fallando ante Jasper Cillessen.

Después del primer gol, la reacción del vigente campeón no tardaría en llegar. Con Leo Messi a la cabeza, el Fútbol Club Barcelona conseguía empatar el partido después de un buen balón filtrado de Arturo Vidal para el delantero argentino, que con un regate en el área, consiguió batir a Marko Dmitrović.

Los de José Luis Mendilibar no pudieron reaccionar ante la ofensiva azulgrana y siguieron sucumbiendo en el marcador después de otro gol marcado por Leo Messi, que alcanzaba los 36 goles en LaLiga Santander después de hacer una picadita ante el guardameta serbio del conjunto armero.

Pero el festín no sería del todo azulgrana y la Sociedad Deportiva Eibar tiraría de resiliencia para empatar el encuentro minutos antes de partir hacia el túnel de vestuarios. Con mucha clase, un disparo de rosca y aprovechando el fallo cometido por Jasper Cillessen, Pablo de Blasis ponía las tablas en el marcador enganchando el esférico a la red de la portería de los de Ernesto Valverde.

Dosificación y bajada de ritmo en la segunda parte

Moussa Wagué disparando hacia la portería del Club Deportivo Alcoyano en la jornada 20 de la Segunda División B | Foto de Noelia Déniz, VAVEL
Moussa Wagué disparando hacia la portería del Club Deportivo Alcoyano en la jornada 20 de la Segunda División B | Foto de Noelia Déniz, VAVEL

Con el empate en el marcador, Ernesto Valverde apostaba por hacer cambios en su once inicial para refrescar posiciones y dosificar de cara a la final de la Copa del Rey. El técnico cacereño daba entrada a Moussa Wagué, el joven lateral derecho senegalés del filial que dirige Francisco Javier García Pimienta, que entraba para sustituir a Nélson Semedo después de que el portugués se marchara con molestias tras el pitido que indicaba el final de la primera parte. Con ese cambio consumado, el equipo ganó ofensiva, pero no fue suficiente para conseguir el 2-3 en el marcador, a pesar de las oportunidades que tuvieron jugadores como Gerard Piqué o Malcom Oliveira.

Por parte de la Sociedad Deportiva Eibar, Marc Cucurella adquirió galones en Ipurúa. El que fuera jugador del filial azulgrana trajo de cabeza a la zaga defensiva del equipo de Ernesto Valverde y con rapidez, pudo generar algún que otro contratiempo en la última jornada de LaLiga Santander.

Con una bajada de ritmo importante, en la segunda mitad no pasó nada más que algún que otro balón colgado y alguna que otra llegada poco peligrosa para ambos guardametas.

Con el 2-2 en el marcador, armeros y azulgranas finalizaban LaLiga Santander 2018/19 con un reparto de puntos, mucha equidad y todos los deberes hechos. Por un lado, los de José Luis Mendilibar se han asegurado la permanencia y por el otro, los de Ernesto Valverde se han hecho con el trofeo del campeonato.

Leo Messi quiere conseguir su sexta Bota de Oro

Leo Messi celebrando un gol en el partido de ida de las semifinales de la UEFA Champions League, disputado ante el Liverpool Football Club de Jürgen Klopp en el Camp Nou | Foto de Noelia Déniz, VAVEL
Leo Messi celebrando un gol en el partido de ida de las semifinales de la UEFA Champions League, disputado ante el Liverpool Football Club de Jürgen Klopp en el Camp Nou | Foto de Noelia Déniz, VAVEL

Con la goleada consumada por el Paris Saint-Germain ante el Dijon Football Côte d'Or en la noche del regreso de Kylian Mbappé, ausente durante bastante tiempo por lesión, Leo Messi estaba obligado a reaccionar marcando, al menos, un gol que le permitiera tomar aire en la lucha por la Bota de Oro. El delantero argentino, matriculado en la experiencia a la hora de conseguir este trofeo, podría alzarse con su sexto galardón consecutivo si el joven francés no logra remontar con goles en la última jornada liguera lo que precisamente sí ha hecho su máximo rival ante la Sociedad Deportiva Eibar.

Con un doblete, Leo Messi se marchaba de Ipurúa habiendo sido el artífice de los dos goles marcados por el Fútbol Club Barcelona en una jornada que, finalmente, terminó con un empate en el marcador y que puso fin a una temporada de ensueño a nivel nacional, pero insuficiente y para olvidar a nivel internacional.

Más de 36 goles y muchos galones se necesitan para superar la idiosincrasia de Leo Messi.