El Rayo Majadahonda empata sin goles y queda sentenciado

Empate a 0 goles entre un Rayo Majadahonda falto de intensidad y un Córdoba ya descendido que plantó cara al equipo Majariego.

El Rayo Majadahonda empata sin goles y queda sentenciado
Fede Varela lucha un balón ante la oposición del Córdoba. Foto: La Liga
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Por Sandro Padró Gutiérrez

Llegaba el Rayo Majadahonda a un partido clave, probablemente el partido mas importante hasta la fecha para el conjunto majariego. Debía ganar si o si para seguir teniendo mejores combinaciones posibles en las dos últimas jornadas de liga.

El club hizo un llamamiento a la afición para que abarrotara las gradas del Cerro del Espino. Los aficionados hicieron correr la voz y entre unos y otros pusieron su granito de arena para que el equipo no estuviera arropado. Recordemos que por cada abono, se podían adquirir dos entradas y los alumnos de la escuela tenían condiciones especiales. Gracias a todo esto, el sábado a las 16:00 con una tarde espléndida, el Cerro del Espino registro la mejor entrada con diferencia de la temporada y quedó a pocos asistentes de colgar el cartel de “No hay billetes”. 3.512 espectadores acudieron con la ilusión de poder dar un paso importante de cara a la salvación.

El mister hispano-ruso decidió sorprender a todos con la alineación presentada sobre el tapete. Hasta los propios jugadores se sorprendieron del planteamiento, a priori conservador cuando lo realmente necesario era un equipo volcado en la portería rival. Un once donde destacaba la titularidad de Cantero, la superpoblación de jugadores en el centro del campo y un Aitor Ruibal solo en ataque que se antojaba escaso.

El Córdoba, ya descendido desde hace dos jornadas, jugaba para mantener la honra de un club histórico y con la profesionalidad de un equipo que se niega a desvirtuar los resultados de sus partidos hasta final de temporada.

Arrancó el encuentro, un tanto parado pese a las expectativas de una grada que no paró de animar desde el minuto 1. Mucho control en el centro del campo gracias a los 5 jugadores ubicados en esa zona, pero sin la verticalidad en ataque que acostumbra el Rayo Majadahonda a mostrar en sus partidos como local. No fue hasta los últimos compases de la primera parte cuando se pudo ver la primera ocasión clara del partido, un remate de cabeza de Verdés que se estrelló en el poste del guardameta visitante Carlos Abad, quién se consagraría como el mejor jugador del partido.

Arrancó la segunda parte, Iriondo se dio cuenta de que su novedosa alineación no iba a funcionar y decidió quitar a Enzo Zidane y poner en su lugar a Manu del Moral. Mordiente arriba era lo que necesitaba el equipo y se notaría una mejoría en el equipo que empezó a encerrar al conjunto andaluz sin suerte de cara a puerta.

Pero a este equipo, le falla la suerte este año y, apenas 15 minutos después, el propio Manu se tiraba al suelo con claros gestos de dolor. No podía continuar el habilidoso delantero y dio entrada a un Dani Romera que, desde el primer instante, presionó y corrió para intentar revertir una situación que empezaba a impacientar a la hinchada local. Apenas seis minutos después, era Luso el que caía lesionado lo que provocó ya la desesperada del mister local. Entró Héctor Hernández en el campo y con poco mas de veinte minutos por delante, no tocaba otra que creer en que este equipo, plagado ahora si de delanteros, iba a ser capaz de arrancar un gol.

Se quedó el Córdoba con diez jugadores en el minuto 78 por expulsión de Loureiro, pero resultó imposible, Carlos Abad había decidido que este sería su partido y poco a poco fue hundiendo la moral de un equipo que no se mostró todo lo enchufado para un partido vital.

Ahí acabó el encuentro, empate a cero goles que deja virtualmente descendido al Rayo Majadahonda vistos los resultados del domingo y que ya se puede dar un milagro para que las carambolas necesarias se cumplan y puedan jugar un año mas en la Liga 1/2/3.