Al Deportivo de La Coruña le resta una eliminatoria para poder celebrar su regreso a la Primera División del fútbol español. El conjunto herculino venció al Málaga (con un global de 5-2), gracias a dos grandes actuaciones de todo el equipo. El Mallorca de Vicente Moreno espera en la final. Son 180 minutos los que separan a uno de los dos equipos de alcanzar la gloria. 

José Luís Martí: el gran reforzador

El técnico balear tiene contrato hasta final de temporada. No obstante, su compromiso con el club se vería renovado de forma automática en caso de ascenso. Pese a que el equipo mejoró sus números en Liga, el Dépor de Martí no terminaba de convencer a sus aficionados. Los playoffs lo han cambiado todo. El equipo parece otro. Martí ha convertido a su plantilla en un conjunto camaleónico capaz de mostrar distintas facetas a lo largo de un mismo partido. En la eliminatoria frente al Málaga, 'Pep Lluís' le ganó la partida a Víctor Sánchez del Amo. El joven preparador ha demostrado estar sobradamente preparado para dirigir a todo un campeón de Liga. 

Un Dépor camaleónico

El mayor pecado que cometió el Dépor de Natxo, fue su incapacidad para modificar su plan en un mismo encuentro. Era un equipo con las ideas claras: tener el control del partido mediante largas posesiones, juntar a muchos hombres por el medio y generar peligro con los desajustes del equipo rival. Y les funcionó hasta cierto punto. Sin embargo, cuando los equipos rivales supieron cómo parar al Dépor, el equipo mostró una falta alarmante de recursos. 

Desde la llegada de José Luís Martí y el resto de su cuerpo técnico, el equipo ha mostrado diversas caras. El Dépor de Martí es un equipo capacitado para dominar los partidos y, en el mismo encuentro, saber replegarse para atacar con veloces transiciones. En la semifinal de los playoffs, el elenco coruñés fue capaz de adaptarse a la perfección a las cambiantes situaciones de los dos encuentros. 

El próximo rival: equipo revelación 

Deportivo y  Mallorca se batirán en un duelo apasionante por el ascenso a la categoría de oro del fútbol español. Uno de los equipos fuertes de la categoría, el Dépor, contra el equipo revelación, el Mallorca. Dos aficiones históricas que han tenido la fortuna de saborear la Primera División durante décadas, y que ahora sueñan con volver. 

Los herculinos no lo tendrán fácil. El Mallorca de Vicente Moreno se ha caracterizado desde el inicio de temporada por su solidez defensiva. Un equipo con un sistema claro y sencillo: dos líneas de cuatro, juntas, con un hombre dedicado a filtrar juego entre éstas para conectar con el delantero referencia. Los bermellones son una escuadra difícil de batir. Para la tranquilidad de la parroquia deportivista, el equipo balear no llega en su mejor momento. Pese a vencer al Albacete en la otra semifinal, solo han ganado dos de los últimos siete encuentros. La falta de rotaciones y el corto fondo de armario del cual dispone Moreno, son argumentos de esperanza para el aficionado del Dépor. 

Al deportivismo le queda dar el último paso. Como ya hicieron ante el Málaga, equipo y afición deberán grabarse en su mente la famosa expresión romana: "Veni, Vidi, Vici".

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