Kike Peréz inició su caminar en el fútbol como canterano del Rayo Vallecano en la temporada 16/17, jugando en el filial, donde estuvo dos temporadas. Este centrocampista mide 1,87 y tiene 22 años.

Tras su paso por el Rayo Vallecano B, paso al Lugo durante una temporada y desde ahí fue cedido al Cerceda, para posteriormente ser la nueva adquisición del Real Valladolid. Kike Pérez recaló en la escuadra blanquivioleta para militar en su filial con opción de compra desde el equipo lucense al pucelano. Ahora ya es propiedad de su último club, con un contrato que ha sido firmado y que vincula a ambas partes hasta 2023.

En el Valladolid B cumplió una buena campaña. Jugó 3.150 minutos, es decir, aproximadamente 35 partidos como titular de los 38 que tiene el campeonato y sin ser sustituido. Además, consiguió dos goles a lo largo del año y se mostró como uno de los jugadores con más calidad del filial blanquivioleta. Tiene grandes posibilidades para jugar en el primer equipo por lo demostrado hasta ahora.

Cuando estuvo en el Rayo Vallecano B, se convirtió en un titular habitual de los partidos del equipo de la franja. Ahí miraba siempre el juego del primer equipo y admiraba cómo Trashorras manejaba la pelota en el centro del campo. Hacía una buena dupla con Pablo Clavería al punto que él era asistente y el ahora jugador del Fuenlabrada, el pichichi. En una entrevista con Unión Rayo, reconoció lo difícil que era jugar la Tercera División y lo mucho que luchaban cada partido para conseguir los tres puntos.

En el 2015, cuando estaba en el Juvenil A, participó en la final de la Copa del Rey de ese año, donde el equipo de Vallecas ganó al Real Madrid por 2-1. Kike Pérez recuerda con mucho cariño ese partido, no solo porque era un duelo decisivo para sumar un título, sino porque él marcó el gol del triunfo para el Rayo en el minuto 68, poniendo el 2-1 y convirtiendo a los franjirrojos en los campeones de la competición de aquella temporada.