El pasado diez de junio gracias a las redes sociales del Rayo Majadahonda la afición majariega pudo saber una noticia que nadie se esperaba o almenos la mayoría. Estamos hablando de la dimisión de Antonio Iriondo como entrenador del primer equipo, tras descender a Segunda B.
Como ya sabeis Iriondo ha estado siete temporada como máximo dirigente del equipo dónde ha llevado el club desde Tercera a Segunda. Él mismo ha asegurado al presidente y su Junta Directiva que no encuentra “la motivación para seguir adelante.”
Además, argumentó que gran parte de su desgaste viene dado por su rol dentro del club y considera que “este era el momento idóneo para que la relación se rompiese y que ambas partes se refresquen.”
Iriondo siente que “el Rayo es mi casa y lo será siempre, pero tengo que ser consciente de que alguien tiene que tomar la responsabilidad de lo ocurrido esta temporada, por más que haya habiado muchas circunstancias en contra que han dificultado el trabajo del cuerpo técnico y de los jugadores.”
Después de unos días de reflexión y aún cuando había anunciado que seguiría como entrenador majariego, Iriondo se reconoce “sin fuerzas, en estos momento, aunque sé que en un mes les tendría y seguro que me quiero comer el mundo como siempre, pero ahora mismo la decisión es la más lógica en función de cómo me siento.”
Y por lo tanto, ha querido despedirse a su club y a la afición con un “gracias enorme” porque ha vivido los mejores momentos de su carrera deportiva como entrenador. Esta descisión ha sido una sorpresa para la Junta Directiva, que ya están en la búsqueda de un nuevo entrenador para la próxima temporada en Segunda División B y con la vista puesta en un ascenso a la Liga 123 al final de la temporada 2019/2020.