‘Le Petit Prince’ asienta su trono

El Camp Nou le esperaba, y no tardó en hacerlo suyo. Tocados por la debacle sufrida en San Mamés la jornada anterior, el Barça se despojaba de su espina frente al Real Betis al compás de un Antoine Griezmann estelar. Sin Messi, Suárez ni su compatriota Dembélé, la figura del ‘gringo’ voló sobre el tapiz azulgrana para comandar a la tripulación hacia los primeros tres puntos del campeonato.

‘Le Petit Prince’ asienta su trono
Griezmann en el Gamper. Foto: Noelia Déniz VAVEL
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Por Alicia Navarro

“Griezmann tiene que buscarse la vida”, rezaba Ernesto Valverde en la previa del duelo frente a los béticos, y vaya si se la buscó. Acompañado de una ofensiva atacante inédita con Rafinha y Carles Pérez como socios de partida, el francés lograba brillar con luz propia iluminando además la estela de sus compañeros. Mientras caminaba en su décima temporada en Primera División, su primer gol en el templo azulgrana llegaría enfundado con la zamarra ‘culé’. Ni en las filas de la Real Sociedad ni con el Atlético de Madrid había conseguido saborear las mieles del gol en el Coliseum catalán. Y llegó el día. Era su noche.

Escoltado por la eterna sombra de la duda sobre su fichaje, Antoine aterrizaba en su primer partido oficial en el Camp Nou con la intención de espantar los fantasmas de la incertidumbre con el cuero como mejor reclamo. Sin achicarse y lejos de amedrentarse, Griezmann se convirtió en el mejor señuelo para azotar el pesimismo instaurado en la Ciudad Condal. Desubicado en el estreno liguero en San Mamés frente al Athletic (1-0), el delantero francés amarró las riendas del escuadrón contra los ‘verdiblancos’ capitaneando una mágica remontada en la primera gran noche del Barça.

Griezmann ante el Arsenal. Foto: Noelia Déniz, VAVEL

En sus 13 partidos como rival en el Camp Nou, Griezmann no había marcado nunca en el templo azulgrana

Remando con el viento en contra tras el gol inicial de Nabil Fekir (0-1) que silenciaba la grada, el Barça encontraba en Griezmann el mejor caudillo para su batalla. Como un golpe mortal, el francés colocaba de nuevo las tablas en el luminoso en los últimos compases de la primera mitad. Sutil, apareciendo como un león insaciable en el área, el ‘17’ se estrenaba de forma oficial con el conjunto catalán bajo la atenta mirada de un Camp Nou que no perdía su seña.

Entregado y omnipresente durante la primera parte de la contienda, el francés no bajó la guardia tras el receso. Líder enérgico y omnipresente sobre el tapiz, el segundo tanto no se haría esperar. Fabricando un gol al más puro estilo Messi, Griezmann disipó el recelo implantado en la parroquia ‘culé’ con un zurdazo al palo largo para voltear el marcador. Una lluvia de confeti azulgrana sacada de su chistera para celebrar que el pequeño príncipe ya reinaba en el Camp Nou.

Griezmann frente al Arsenal. Foto: Noelia Déniz, VAVEL

Entre líneas, vistiendo de ‘9’ y de ‘10’, Antoine logró ganarse con entrega y tesón el perdón de aquellos que todavía desconfiaban de su llegada. Su desafortunado documental sobre ‘la decisión’ de quedarse a orillas del Manzanares tras su flirteo con el club catalán el curso anterior desataba la ira de una hinchada que no llegó a indultarle tras el anuncio de su fichaje un año más tarde. Capitaneando la remontada, Griezmann se colaba en los corazones más indolentes con un auténtico recital sobre el césped. Además, la rúbrica a una noche estelar acabaría con una asistencia precisa sobre Arturo Vidal, cerrando la primera goleada del curso.

Dos goles y un pase preciso de gol abalan la carta de presentación del ariete francés en su debut oficial en los aledaños de ‘Can Barça’. Desvaneciendo el espectro del mal partido de Bilbao, Griezmann clavaba su bandera. El príncipe ya gobierna en una noche dónde la ausencia del rey eclipsaba la batalla. Sin ánimo de refugiarse en su sombra, ni tan siquiera la de superar al monarca, el ‘gringo’ intercambiaba su grisácea temporada camino de una esperanzadora temporada. Ante Osasuna, próximo rival de los azulgranas este sábado en el Sadar, los astros coincidirán por vez primera sobre la cancha. Messi y Griezmann, Griezmann y Messi, una dupla soberana llamada a deleitar a los fanáticos azulgranas. De la mano, y apartando una lucha de egos innecesarios, ambos están llamados a liderar un navío con ganas de hacer historia.

Antoine Griezmann relucía ante el Real Betis, y el Barça sonreía con él. Aumentando de forma notable su participación cerca del área rival, el galo no tardó en asumir el mando del equipo de Valverde. Sonriendo desde la grada, Leo Messi alababa la incorporación del jugador de Mâcon, erguido como protagonista de la noche en su primer recital como azulgrana.