A sus 32 años, Lionel Andrés Messi Cuccittini suma y sigue. Cuando no parece dar síntomas de sus mejores cifras, como todo indicaba nada más arrancar la temporada, el apetito de la bestia despierta para liderar las opciones de su equpo, sumido en una indudable dependencia hacia su máxima figura. Ante el Celta de Vigo el pasado sábado, los números del argentino volvieron a corroborar lo que ya sabemos: es un futbolista de otro planeta. El capitán blaugrana ha asumido un nuevo rol en las funciones ofensivas de su equipo, al que ya no puede garantizar tanto ese desequilibrio que hace unos años lo hizo explotar como delantero total. Ahora se escuda en su brillante puntería de cara a puerta, sobre todo en lo que el balón parado se refiere.

Su magia a la hora de encarar los tiros libres se plasma en los  52 goles que ya lleva anotados en toda su carrera en esta faceta, cifra que supera incluso a las marcas históricas de muchos de los grandes clubes del planeta fútbol. Los dos últimos los logró el sábado ante el Celta, dónde también corroboró su hat-trick número 34 en Liga, cifra que iguala a la de uno de sus principales adversarios sobre el terreno de juego como es Cristiano Ronaldo, militante ahora en la Serie A italiana. Como a su equipo, a Leo Messi le ha costado arrancar en esta temporada, en la que aún no ha encontrado su estado más óptimo para relanzarse a la lucha hacia un nuevo Balón de Oro. Aún así, poco a poco va retomando sus números naturales, habiendo sumado hasta el día de hoy 9 goles en 7 partidos.

La faceta goleadora y de liderazgo del argentino, contrasta sin embargo con las dudas generadas por su equipo, que se escuda en su máximo artífice para intentar lograr resultados que convenzan al Camp Nou. Ernesto Valverde tiene ante sí una preciada obra de arte, como ya se ha demostrado en tantas ocasiones, pero corre el riesgo de depender en exceso de ella.