Morriña es estar en otro país y no saber qué está sucediendo con tu equipo durante la semana y enterarte del resultado final en un pequeño resumen que podías ver el domingo por la noche en la televisión, y eso si tu equipo se encontraba en primera división, para otras categorías con suerte veías el resultado y la clasificación, pero no sabías si jugaron bien, cuál fue la alineación, qué cambios de jugadores se dieron, si hubo o no polémica, si se lesionó algún jugador, quién fue amonestado, etc.

Morriña es seguir los comentarios en un periódico digital, minuto a minuto, del partido que está jugando tu equipo y a través de una conexión de Internet de 56K que no siempre funcionaba bien, que si alguien quería usar el teléfono te perdías el historial, emocionarte al ver la palabra ¡GOOOOLLL! escrita, leer en el comentario de medio tiempo que tu equipo está jugando bien, ver que el árbitro ha pitado penalty y actualizar la página cada 2 segundos para ver si lo anotó o no, teniendo que esperar 20 segundos a que se desplegarán todos los comentarios, ver las imágenes de la gente sufriendo en un descenso y compartir el sentimiento mientras tú también estabas llorando, o por el contrario, ver la clasificación final y las fotos de un ascenso y saltar de alegría tu solo mientras festejabas este gran acontecimiento.

Celta de Vigo 2-0 FC Barcelona, victoria de mérito de los gallegos | Foto: Celta de Vigo
Celta de Vigo 2-0 FC Barcelona, victoria de mérito de los gallegos | Foto: Celta de Vigo



Morriña es esperar 6 meses a que tu equipo se enfrentara contra el Real Madrid o el Barcelona y ver el partido en televisión en baja resolución en diferido, poniendo alarmas para que no se te fuera a pasar la hora, no había repetición. Si tenías suerte podías ver algún partido en directo y eso si no había tormenta o interferencias de algún tipo y cancelaban la retransmisión en el último minuto. La clasificación a Europa te brindaba la posibilidad de ver algún otro partido en la televisión, siempre y cuando tu equipo jugara contra algún club “mediático”, o llegara a semifinales o la final.

Para todos los demás partidos podías encontrar alguna que otra página de radio que te permitía entrar en algún enlace y escucharlos con un retraso de señal importante, pero bueno, te daba igual ya que no había ni redes sociales ni teléfonos inteligentes, entonces no había forma que nadie te sorprendiera. A veces era difícil seguir el hilo del partido por las interrupciones de la señal, pero te sentías más de cerca con la gente que compartía tu mismo sentimiento.

Morriña era encender el ordenador y buscar páginas no legales donde emitían partidos de tu equipo, pero no siempre. La adrenalina de entrar y ver si estaba el título del partido y si había enlaces disponibles para que existiera la posibilidad de verlo, no tenías garantía que fuera a funcionar, te podía redireccionar a 2 ó 3 páginas publicitarias o a algún virus, pero el riesgo y el premio valían mucho la pena. Una vez dentro disfrutabas a lo grande ver a tu equipo a la distancia contra cualquier equipo, no sólo contra los “grandes”. Aunque siempre existía el riesgo de que de repente, el emisor cambiara de canal y te perdieras alguna jugada importante, alguna pena máxima o simplemente el tiempo de compensación.

Morriña era levantarte a las 5, 6 ó 7 de la mañana para ver a tu equipo, debido a la diferencia de horario y muchas veces para verlos perder, pero las victorias valían la desvelada.

El Celta se impone al Girona | Foto: LaLiga Santander
El Celta se impone al Girona | Foto: LaLiga Santander



Morriña es ver jugar a tu equipo semana tras semana en la televisión, ahora sí en alta definición, todos los partidos, y hasta en diferido si te toca un horario muy matutino, pudiendo grabarlo y verlo a la hora que quieras y las veces que creas conveniente pudiendo analizar cada jugada, cada cambio, cada amonestación, cada fuera de juego, cada pase... pero sin poder ir a recibir al equipo fuera del estadio, sin poder cantar el himno in situ, sin poder contagiarte al gritar cada gol a favor con más aficionados, sin poder gritar blasfemias a los cuatro vientos a veinte metros del árbitro cuando le hacen falta a uno de los tuyos, sin poder corear cánticos con las diferentes peñas en tu campo.

Morriña es estar a la distancia apoyando a tu equipo en las buenas y en las malas, festejando las victorias y llorando en las derrotas, aplaudiendo a los jugadores y criticándoles cuando te enfadas, escribiendo en redes sociales y comentando el partido con tus seres queridos... pero siempre en la distancia. Hoy en día vives más cerca de tu equipo gracias a los avances tecnológicos, pero sin la oportunidad real de estar ahí.

Hoy el RC Celta de Vigo vive tiempos difíciles pero como yo, cualquier aficionado de corazón, después de desahogarse gritando, criticando, juzgando y reprochando a jugadores, directiva, alcalde y entrenador, volvemos a apoyar a todos por igual, buscamos el mismo objetivo y las mismas metas, ponemos los pies en la tierra y remamos hacia la misma dirección.

El Celta cae en Butarque ante el Leganés | Foto: Celta de Vigo
El Celta cae en Butarque ante el Leganés | Foto: Celta de Vigo



Tú que no tienes morriña, tú que vives cerca, tú que no tuviste que salir de tu ciudad ni de tu país, que tienes la oportunidad de ir cada dos fines de semana al estadio del equipo de tus amores, que hasta puedes ir a ver partidos a 500 kilómetros de distancia, que puedes aplaudir y transmitir buenas vibras a los jugadores; aprovecha y haz realidad el sueño que todos nosotros, los que tenemos morriña, no podemos cumplirlo.

Con esto no te digo que sea una tarea fácil, siempre se presentarán complicaciones a pesar de la cercanía, pero en la medida de lo posible, ¡házlo¡ Contagia a los demás y llevemos en volandas a este equipo, somos un equipo y una afición de Primera, portémonos como tal. Nosotros, los seguidores del RC Celta de Vigo, no vemos a este equipo como una escuadra más, para nosotros es un estilo de vida, una pasión.

Aficionados del Celta reciben al bus del equipo | Fuente: Celta de Vigo
Aficionados del Celta reciben al bus del equipo | Fuente: Celta de Vigo


Empecemos el año con una nueva cara y energías renovadas, transmitamos este sentimiento a cada persona que represente a nuestro club, sea cual sea su nivel de responsabilidad. Yo seguiré teniendo morriña, muchas personas que se encuentran lejos de Vigo seguirán teniendo morriña, pero tú no la tengas y haz que cada partido que pase sea un paso más hacia la consolidación, hacia la estabilidad. Nosotros estaremos contigo y nos veremos reflejados en ti, y por un momento olvidaremos el significado de esta palabra, tan cruel como difícil de entender.

¿Hai algo máis fermoso que vestir a cor do ceo, lucir a Cruz de Santiago e levar o nome dunha raza? ¡SEMPRE CELTA!