La jornada 26 de la Liga Santander trae consigo uno de los encuentros más esperados de esta segunda vuelta de la competición: el Clásico. A pesar de que llegan en situaciones diferentes, este partido siempre se espera con las mismas ganas y se vive con la misma intensidad. Real Madrid y Barcelona se verán las caras este domingo 1 de marzo a las 21.00 horas en el Santiago Bernabéu en el segundo Clásico de la temporada.
El Real Madrid, irreconocible
"El Clásico no es un partido como los demás", decía Sergio Ramos en una entrevista ofrecida antes del encuentro liguero. "Suele tener un impacto muy positivo en el grupo a nivel anímico", añadía, lo cual vendría bien al equipo, dadas las circunstancias. El Real Madrid llega al Clásico con las tornas cambiadas. Hacia apenas un mes venía de vivir una racha de victorias que le había situado en lo más alto de la tabla. Ahora han perdido el liderato y además tienen una única oportunidad de seguir en la Champions, después de no haber sabido manejar al Manchester City en el Bernabéu.
El comienzo de febrero no auguraba lo que se vendría encima. Empezaban el mes ganando el derbi con el gol de Karim Benzema. Todo hacía pensar que seguirían el camino que habían recorrido en los últimos meses. Sin embargo, no fue así. No corrieron la misma suerte en la Copa del Rey, competición en la que tenían puestas muchas esperanzas. La eliminación del torneo copero fue un golpe duro para los de Zidane y, para compensar, se consolidaron como líderes de la Liga con la contundente victoria frente al Osasuna. Pero lejos de devolverle esa seguridad que tanto necesitaban los jugadores blancos, fue el principio de un mes para olvidar.
Febrero, el mes negro
Un empate contra el Celta de Vigo fue el primer síntoma. Más tarde, en su visita al Levante en el Ciudad de Valencia se hizo evidente que ese brillo que venía caracterizándoles iba desapareciendo poco a poco. El 1-0 allí supuso la pérdida del liderato y su cesión al Barcelona. La derrota frente al Manchester City y el caos en el equipo blanco dieron la prueba irrefutable de que algo había cambiado.
Ahora reciben al F.C Barcelona, que llega de conseguir un empate en el Estadio San Paolo. Aun en situaciones diferentes, tal y como dijo Casemiro tras el partido de Liga de Campeones, el Nápoles y el Manchester City son pasado, y ahora lo único que importe es el Clásico.