La incertidumbre rodea al mundo del fútbol por la pandemia del Covid-19 que afecta a todas las categorías del fútbol español. El Barcelona B disputó su último encuentro el 8 de marzo en el Johan Cruyff ante el Llagostera, el conjunto azulgrana se llevó la victoria en casa (3-2) y encaró todavía más la temporada para el objetivo final: el ascenso.

El Grupo III de la Segunda División B lo comanda el Castellón con 50 puntos, seguido del Barça B, Sabadell y Cornellà que empatan a 49. Los pupilos de García Pimienta vienen de estar haciendo un brillante trabajo que les permite soñar y sobre todo pelear por un ascenso a la categoría de plata en la cual ya han militado seis años.

El último ascenso a Segunda A

El Barça recuperaba su puesto en la categoría de plata tras dos temporadas en el infierno de la Segunda B. Los de Gerard López en aquel entonces consiguieron la victoria en el Sardinero ante el Racing por 1-4 y supieron sentenciar sin que les temblase el pulso en el Miniestadi.

Asimismo, el conjunto azulgrana disputó 44 partidos entre los 38 correspondientes a la Liga y los seis de playoff. La vuelta en el Mini ante el Racing no fue un camino de rosas, el filial azulgrana tenía todas las de perder si fallaba y el conjunto santanderino iba con todo a la deriva.

Las llegadas por la banda izquierda de Cucurella y la velocidad de Marc Cardona no eran suficientes para un partido que se ponía cada vez más cuesta arriba. Ambos equipos reclamaron dos penaltis en la primera mitad, pero el árbitro extremeño Hernández Maeso no pitó nada en ninguna de las dos acciones.

A pesar de ser el Racing un equipo veterano con nombres propios como los de Dani Aquino, Santi Jara o Álvaro peña, no pudo hacer frente a un Barça B que no trenzando bien el juego y sin tener excesivo control logró defender bien el marcador de la ida.

En la segunda mitad, el Barcelona lo intentaba desde fuera del área con disparos de Gumbau y Aleñá, pero salían desviados. El filial encontraba más espacios tras los cambios realizados en las filas del equipo cántabro y Alfaro perdonaba la sentencia a portería vacía a pase de Romera.

Por su parte, el Racing pudo meterse en la eliminatoria con un disparo a bocajarro de Gándara que consiguió desviar Suárez poniendo el pie en el lugar indicado y en el momento preciso. El partido encadenaba unas constantes idas y venidas, con el Barça B buscando el gol definitivo en contras con superioridad numérica no aprovechadas por Alfaro y Aleñá, mientras que el Racing acumulaba jugadores en el área azulgrana en faltas laterales.

Suárez se mostró muy seguro bajo los cuatro palos y Marlon mostró su jerarquía en el cuerpo a cuerpo. El conjunto santanderino terminó enterrando el hacha de guerra ante la evidencia de que remontar el 1-4 de la ida era imposible y el Barça B por fin se encontraba con su deseado ascenso.

Crónicas de una muerte anunciada

Tras la recompensa de ascender de categoría el Barça B no supo mantener la regularidad y esto fue lo que le sentenció al final de la temporada. En los últimos 14 partidos en la categoría de plata el Barcelona únicamente consiguió la victoria en dos, por lo tanto, mantenerse era una tarea complicada para los de Gerard López.

La llegada de García Pimienta supuso un cambio en el equipo que logró sumar contra el Sporting en el Molinón y frente al Cádiz en el Miniestadi. No obstante, estas victorias no valieron más que para conseguir algo de motivación y terminar con otro sabor de boca la temporada.

Lo que precipitó el descenso del filial fue el empate en Albacete que hizo que matemáticamente no se pudiera jugar la salvación este frente al Real Zaragoza en el MiniEstadi. 

Las intenciones de García Pimienta eran claras a pesar de que el equipo hubiese descendido, sabía que el filial azulgrana estaba ahí para auxiliar a la primera plantilla : “Estaremos en Segunda B pero seguiremos trabajando, con un proyecto nuevo, fieles a nuestro estilo y con el objetivo principal de preparar a nuestros jugadores para cuando el primer equipo los necesite”.

La plantilla que terminó esa temporada estaba compuesta por: David Costas, Martínez, Alberto Varo, Ezkieta, Ortolá, Samu Araújo, Cuenca, Hongla, Ruiz de Galarreta, Rivera, McGuane, Vitinho, José Arnáiz, Nahuel, Ballou Tabla y Marc Cardona.

En aquel entonces comenzaban a romper el cascarón Carles Pérez, Abel Ruiz, Riqui Puig, Monchu, Miranda y Marqués. Muchos de ellos son hoy imprescindibles en el elenco dirigido por García Pimienta. Mientras que Carles Pérez y Abel Ruiz han separados sus caminos de la entidad azulgrana para crecer en otros clubes europeos como la Roma y el Sporting de Braga. La experiencia y la disciplina que adquirirán en dichos clubes les servirá para crecer y formarse como futbolistas profesionales, a pesar de estar lejos de sus respectivas ciudades.