El fallecimiento de Marcelo, ha desatado las condolencias de muchos jugadores y personalidades del mundo del deporte, en especial de las relacionadas con el Sevilla FC, donde dejó una huella imborrable tras diéciseis años en el club. Andrés Palop, Monchi, Joaquín Caparrós, y Jesús Navas son algunos de los que han querido recordar la figura del defensa y dar el pésame a la familia.
Asturiano de nacimiento, comenzó a amar al equipo hispalense influenciado por su tío Guillermo Campanal, quien marcó nada menos que 214 tantos con el Sevilla y fue para muchos el mejor delantero de la historia hispalense. Precisamente su tío, fue quien estando en el banquillo del equipo, le hizo debutar en primera división con diecinueve años, y desde entonces no abandonó la titularidad hasta su salida con 34 años, conviertiéndose en el defensa más importante de la historia del Sevilla.
Aunque se situaba en la defensa, él mismo decía que su mejor cualidad era la velocidad, lo cual le permitía además driblar a los rivales. También dijo que lamentaba no tener documentos de sus partidos, pues le gustaría que se vieran sus exhibiciones físicas, ya que, según dice, se pasaba los noventa minutos corriendo constantemente. Se decía de él que era un defensa duro, aunque solo fue expulsado dos veces y cometió únicamente dos penaltis en su carrera.
Además, jugó dos temporadas en el Deportivo de La Coruña, otras dos en el ya desaparecido Iliturgi de Jaén y una en el Real Avilés, donde se retiró al finalizar la temporada. Una vez retirado, se instaló en Avilés, Asturias, para pasar a practicar distintas especialidades como atleta. Logró más de 100 oros en los Campeonatos de España de veteranos, en las pruebas de salto de longitud, de altura, triple salto, 110 y 200 metros vallas y lanzamiento de peso y de disco. Fue deportista con todas las letras.
Según el propio club, tanto el presidente José Castro como el vicepresidente José María del Nido Carrasco han estado en contacto con su familia en los últimos días. Por expreso deseo, sus restos mortales descansarán en el cementerio sevillano de San Fernando junto a los de su esposa, María de la Cruz Guitarte, fallecida hace dos años y medio.