El FC Barcelona no termina de carburar. Los azulgranas siguen estancados sin un estilo definido, con un juego poco vistoso, pero práctico sobre el césped. Los azulgranas cumplieron con su cita y vencieron en su visita al José Zorrilla de Valladolid (0-1), una victoria que mantiene vivas las aspiraciones de los azulgranas en la lucha por el liderato de la Liga Santander.

La revolución de Riqui Puig

El duelo en el José Zorrilla entre Valladolid y FC Barcelona se saldó en victoria de los azulgranas por la mínima, gracias a un solitario gol de Arturo Vidal en la primera mitad. Sin embargo, el protagonista fue otro, Riqui Puig, que sumó su segundo partido como titular en el primer equipo del FC Barcelona. El centrocampista de Matadepera fue un auténtico ciclón en el centro del campo, aportando velocidad al juego, pidiendo el balón en campo propio para empezar la jugada, construyendo el juego de los azulgranas, y con velocidad para cambiar el juego del Barcelona.

Sin embargo, el Barcelona perdió brillantez en la segunda mitad, coincidiendo con la marcha de Riqui Puig del campo. Sin duda se trató de un punto de inflexión: sin Riqui Puig el Barcelona perdió fluidez, retrasó las líneas y permitió al Valladolid ganar metros y sentirse más cómodo. El cuadro pucela no desaprovechó la oportunidad y acabó encerrando al Barcelona en su propio campo, con un Ter Stegen que volvió a ser decisivo para evitar un tropiezo de los azulgranas.

El buen papel de futbolistas como Ter Stegen o Riqui Puig choca antitéticamente con el flojo rendimiento que mostraron futbolistas como Antoine Griezmann o Luis Suárez en la parcela ofensiva ante el Valladolid. Por ente, el delantero francés sufrió una lesión durante el transcurso del partido y tuvo que abandonar el césped antes de tiempo.