Miércoles 20 de enero de 2021. Un día para la historia que quedará marcado en la memoria de Gemma Font. Ante el Rayo Vallecano sobre el fino tapiz del Johan Cruyff, la arquera de Tagamanent saltaba al césped tras el entreacto en sustitución de Sandra Paños. Acicalada con el ‘25’ a la espalda, la alegría invadía con auge los cimientos del Estadi al compás del debut de Gemma Font con el primer equipo.

Pieza clave en el tablero del Barça B Femení, la cancerbera catalana se estrenaba por vez primera bajo las órdenes de Lluís Cortés en un partido oficial. El encuentro, correspondiente al duelo aplazado de la quinta jornada de la Primera Iberdrola, servía para alentar la ambición de la canterana de La Masía. “Es un orgullo. Estoy muy feliz de poder debutar en esta Primera Iberdrola, que es tan complicada y tan difícil para nosotras dónde siempre nos pone en dificultad. Estoy muy orgullosa y contenta, porque para eso trabajamos todos estos días y estos años atrás en el Barça”, explicaba Gemma tras el partido que, además, sellaba la portería a cero en la segunda mitad.

Transitando por todas las categorías inferiores del fútbol formativo azulgrana, el fruto a la perseverancia llegaba este miércoles para la de Tagamanent. “Es un sueño hecho realidad, por eso entré al Barça, para intentar luchar por el sueño que tenía que era debutar en el primer equipo. Con trabajo y esfuerzo ha sido posible, y aquí está la recompensa. Quiero agradecer al ‘staff’ y a mis compañeras porque sin ellos no hubiera sido posible”, comentaba visiblemente contenta la guardameta azulgrana.

Impecable el curso pasado con el filial de Jordi Ventura y Miguel Llorente, Gemma Font se cuela en el encerado de Lluís Cortés como una opción más de garantías en uno de los emplazamientos mejor custodiados del Barça Femení. Aprendiendo al lado de Sandra Paños, titular indiscutible en la garita, y con Cata Coll en el otro costado, el factor Gemma Font se consolida con sólo 21 años a sus espaldas.

El presente es suyo y el futuro le sonríe con fuerza. Una promesa cada vez más real que brilla con una luz cegadora sobre la alfombra del Johan Cruyff.