El Real Valladolid preocupa por sus cifras, 2 victorias en 10 partidos ante Osasuna y Getafe, en partidos marcados en rojo en el calendario ante rivales directos. Cuatro derrotas y cuatro empates ante equipos situados en zona de descenso y con los mismos intereses que los vallisoletanos, pero no sólo preocupa lo numérico sino también por lo futbolístico. El equipo de Ronaldo ha perdido encuentros por errores defensivos en la marca o falta de contundencia, un sello de identidad del proyecto de Sergio González, además de su escasa cifra goleadora.
El conjunto blanquivioleta necesita un cambio de dinámica tras cinco jornadas sin conseguir el triunfo y las últimas derrotas ante Huesca y Deportivo Alavés fueron la gota que colmó el vaso. Los de Pacheta llegaron al encuentro siendo el equipo menos goleador y sin ganar desde el mes de octubre, sin embargo, vencieron a los locales con un contundente 1-3 donde se observó un equipo hundido y sin reacción. La última derrota ante el Alavés, un partido importantísimo para la permanencia donde se demostró que existen problemas en lo colectivo, mostrando un equipo pasivo y al que su técnico no supo dar con la tecla.
Existen errores defensivos, pero en el aspecto ofensivo los de Sergio también deben mejorar, tras la lesión de Marcos André, Weissman se ha quedado huérfano en la delantera y suma una racha de cinco partidos sin ver portería. Los últimos tantos han sido de Toni Villa, Alcaraz y Joaquín. A pesar, de generar ocasiones tienen problemas para generar peligro dentro del área y hacer gol.
Por tanto, el Real Valladolid ocupa la zona peligrosa de la tabla con 20 puntos en la jornada 32, su técnico sigue teniendo la confianza del club y en principio seguirá al frente del equipo. Su próximo partido será ante otro rival directo, el Éibar el sábado 13 a las 18,30 en Ipurua, un estadio complicado donde los de Mendilibar se hacen fuertes. Otra oportunidad para los de Sergio González para salir de este mal momento y seguir en su objetivo, permanecer en la categoría.