La salud mental es casi tan importante o más como la salud física. Esta afirmación se puede aplicar a cualquier ámbito de la vida, y por supuesto, también al deporte. En el caso del fútbol, los equipos siempre se encuentran pendientes mirando a las distintas clasificaciones. Tu buen hacer o no está marcado por un número finito dentro de una tabla que te dice que eres bueno si estás más arriba y que no eres tan bueno si estás más para abajo. Esta especie de tortura resulta todavía mayor si hablamos de LaLiga SmartBank.

Una competición de 22 equipos con 42 encuentros a disputar. Una auténtica locura que precisa de una gran tranquilidad y saber estar si alguien no quiere volverse loco viviendo en torno a resultados y números. Además, si consigues estar entre el tercero y el sexto todavía tienes que jugar un par de encuentros más si tu objetivo es lograr el ascenso para estar en la máxima categoría del fútbol español. Una auténtica locura que puede sacarte totalmente de quicio si no estás concentrado tal y como una competición de estas características requiere.

El Leganés se encuentra actualmente sexto clasificado con cuarenta puntos. Puede parecer pocos para los buenos resultados que ha ido obteniendo con el paso de los partidos, pero la realidad es que tiene los mismos que el Rayo y el Sporting, quinto y cuarto en la clasificación respectivamente. Además, el cuadro de Garitano tiene un partido menos, frente al Almería, por lo que en el caso de obtener los tres puntos frente al conjunto andaluz el equipo se pondría cuarto superando así a asturianos y madrileños.

A expensas de lo que haga el Espanyol esta noche frente al Lugo, el Leganés no se encuentra tan alejado de los puestos de ascenso directo que tan complicados parecían hace un par de jornadas. De ahí lo de tener la mente fría, tranquila y consciente de donde se está en todo momento. Faltan muchos encuentros todavía, casi veinte para ser más exactos, por lo que es una auténtica barbaridad de puntos por disputar y puede pasar cualquier cosa. La tranquilidad y la paciencia serán claves para mantener al Leganés en los puestos altos de la clasificación. Falta un mundo, pero qué importante es que el equipo ya esté peleando por arriba.