En la noche del 3 de mayo, el Sevilla recibía al Athletic Club para enfrentarse en el partido de liga correspondiente a la jornada 34. Un partido de máxima exigencia para el Sevilla si quería seguir en la liga. En frente un equipo, que a pesar de tener a diez puntos los puestos europeos, no se quiere rendir tan pronto. 

Julen Lopetegui salió con un once de gala, para intentar hacerse con los tres puntos. El técnico vasco planteó el partido con un 4-2-3-1. La defensa era la indiscutible, con un riesgo incluido, pues tres de ellos (Koundé, Navas y Acuña), si veían amarilla se perderían el siguiente partido contra el Real Madrid. El medio campo estaba formado por un doble pivote, Fernando con labores más defensivas, al contrario que Rakitic que podía moverse más cerca del área. Por delante de ellos, estaba Papu Gómez quien jugaba libremente por todo el campo, llegando a caer en banda en varias ocasiones. Por último, arriba estaba volvía a estar En-nesyri, que no lo hizo de titular ante el Granada. 

Mientras tanto Marcelino García jugaba con el clásico 4-4-2. Como novedades incluía la de Raul García que no estaba de titular desde la jornada 29. También el técnico asturiano cambió el doble pivote respecto al anterior partido, y jugaron Mikel Vesga y Unai Vencedor. Por último, Iñigo Martínez cayó de la convocatoria donde entró Yeray

El partido comenzó con largas posesiones del Sevilla, en la que cuando la ocasión lo permitía acababan en centro. De ahí nacieron las primeras ocasiones, pases desde la banda derecha que buscaban rematador, Ocampos tuvo uno tras un centro de Suso, y más tarde, Rakitic al pase de Navas.

Por el contrario, el Sevilla apenas sufrió en defensa durante la primera parte. Los de Marcelino no conseguían tener mucho la pelota, eran incapaces de mantener el esférico en su posesión durante largas jugadas, y el peligro que hacían los leones venían de balones parados. A pesar de ello, Bounou tan solo tuvo que intervenir en una ocasión sin a penas esforzarse. 

Durante la segunda parte, el Sevilla viendo la necesidad de conseguir el triunfo, acumuló jugadores en ataque, lo que permitía que el Athletic tuviera algún espacio más. A pesar de que el Bilbao no lograba hacer jugadas largas, sino que mantenía un bloque defensivo bajo, Marcelino vio la oportunidad de salir a la contra con jugadores rápidos, por ello salió a jugar Iñaki Williams. El delantero español aprovechó junto al canterano Oihan Sancet una salida rápida para aprovechar los espacios y matar a la contra. Tan solo un disparo entre los tres palos en el segundo tiempo necesitó el Bilbao para hacer el tanto de la victoria. 

El Sevilla intentó buscar la victoria en un partido que conocía de la exigencia. A pesar de todo, los hispalenses no lograron hacer gol debido a su mala puntería. Tan solo tres disparos acabaron entre los tres palos después de haberlo intentado 18 ocasiones. Con ello, los de Lopetegui acabaron con una derrota que les frustra el sueño de la liga, ya que les deja a seis puntos del primero de grupo. 

Estadísticas del partido / laliga.com
Estadísticas del partido / laliga.com