Jagoba Arrasate ya no engaña a nadie. La salvación no es el objetivo principal de un club que ha vivido toda la temporada muy lejos de los puestos de descenso, y que no solo tiene plantilla para todo lo que le está pasando, sino que cuentan con un entrenador sentado en el banquillo que es de lo mejor del panorama nacional, capaz de dar idea a un plan y de sacar lo mejor de prácticamente todos sus jugadores.
Nadie diría a principios de campaña, ni los propios seguidores ‘rojillos’, que Osasuna iba a poder optar a esa séptima plaza que da acceso a la Conference League, aprovechando los tropiezos de Valencia y Athletic y el despiste del Villarreal, más centrado en la Champions que en la competición doméstica.
Jagoba Arrasate
Le sale todo bien al técnico vasco, que se está convirtiendo en el icono de un club, aclamado por la afición y mereciendo un contrato vitalicio gracias a cómo está configurando un equipo cada vez más rocoso defensivamente, pero que no perdona ni una sola oportunidad para atacar con brío.
Ha conseguido crear un equipo muy rico tácticamente, que puede adoptar varias formaciones dependiendo del partido o del momento, pero que suele estar siempre acompañado con dos delanteros en la punta. Frente a los primeros equipos de la competición, como es el caso del Barça, Atlético o el propio Madrid, están apostando por un 4-4-1-1, o un 5-3-2 con el que ya consiguieron secar a los blancos en la primera vuelta.
La amenaza: Ante Budimir
Si hay un nombre propio en Osasuna es el de Ante Budimir. El croata, cuya temporada ha sido bastante discreta, acumula tres goles en los últimos tres partidos, y ya van seis en liga, cerca de volver a alcanzar los diez, la cifra redonda a la que todo delantero medio aspira, y que lleva las dos temporadas anteriores logrando con 11 y 13 respectivamente.
El delantero es todo un ‘killer’ dentro del área, y es que le hace falta muy poco para ver puerta. No es un jugador ‘autosuficiente’, pero sí un rematador del primer nivel, y que se entiende muy bien con la movilidad del Chimy o las llegadas a línea de fondo de los laterales, un Nacho Vidal y un Manu Sánchez que suben al ataque con mucha facilidad.
La fortaleza: David García
Si hay un jugador sobre el que se sostiene todo el sistema de este equipo es David García. El central oposita sin ninguna duda a entrar en el ranking de los tres mejores zagueros del curso, y es que sus intervenciones han sido fundamentales para convertir a Osasuna en ese equipo al que marcar un gol no es nada sencillo, a pesar de haber recibido un par de correctivos frente a Betis y Barça.
Ha disputado treinta partidos, todos como titular, y ha conseguido doce porterías a cero, promediando 1,4 intercepciones, 0,8 entradas o 5,4 duelos ganados por partido, el 63% de los que disputa. Además, oposita a ser el defensor más goleador del año con 4 tantos, siendo solo superado por el extraordinario Álex Moreno.
Es el seguro de vida de un Sergio Herrera que también sabe lo que es lucirse esta temporada, que a pesar de haber dejado algunos errores, ha disputado muchos partidos a un nivel altísimo, siendo determinante y realizando paradas importantísimas. Se le suelen dar bien los rivales grandes donde puede intervenir en varias ocasiones y dejar un sinfín de paradas.
Osasuna es un equipo fascinante, un bloque de jugadores que desde la portería, hasta la delantera, juntan a hombres como Rubén García, Moncayola o Torró, calidad por muchos costados y una idea clara en la mente, englobada y verbalizada por un Jagoba Arrasate ambicioso que quiere más, después de conquistar el corazón de miles de aficionados pamplonicos, y de ganarse el respeto como uno de los de los grandes técnicos de LaLiga, con el lema del equipo que nunca se rinde, y con las ideas tan claras del que lleva toda la vida dedicándose a lo mismo.