El Atlético de Madrid prepara una nueva temporada en la que pretende aspirar a todo. La permanencia de jugadores claves, junto a los refuerzos de Witsel, Nahuel Molina y las vueltas de Morata y Saúl, obligan a los rojiblancos a realizar una temporada más competitiva que la del año pasado y, para ello, Simeone estaría pensando en dos diferentes sistemas de juego que posibiliten un mayor rendimiento del equipo.

  • Un sistema utilizado en estos últimos años

La primera opción del Cholo y la más usual en estos dos últimos años ha sido el sistema 3-5-2. Esta alineación formada por tres defensores posibilita a los rojiblancos atacar y defender con un jugador más de lo normal. Durante la temporada 20-21 este sistema fue clave para que el Atlético de Madrid conquistara el título de liga, pero durante la pasada campaña y a pesar de la llegada de jugadores importantes como Griezmann, Cunha y Rodrigo de Paul, no generó el efecto esperado.

En este aspecto, la llegada de Nahuel Molina se antoja como clave para reforzar una posición que Trippier dejo vacía tras su marcha, por lo que durante los primeros partidos de temporada comenzaremos a intuir la idea que ejecutará el Cholo a lo largo de esta nueva campaña. 

Ventajas e inconvenientes de la 3-5-2

Como hemos dicho anteriormente, una de las grandes ventajas es la llegada de Nahuel Molina. Esta es clave para que el entrenador rojiblanco elija este sistema. Su fichaje, junto a la permanencia en el club de jugadores profundos como Carrasco y Lodi, se convierten en claves para un sistema que se basa en la profundidad que poseen los jugadores elegidos para jugar en banda.

Nahuel Molina en el Trofeo Carranza disputando su segundo partido como rojiblanco frente al Cádiz. Foto: Getty Images.
Nahuel Molina en el Trofeo Carranza disputando su segundo partido como rojiblanco frente al Cádiz. Foto: Getty Images.

Este sistema es óptimo para equipos que busquen jugar al ataque, ya que al contar con dos bandas de alto recorrido, les permite atacar con una mayor cantidad de jugadores, logrando así una mayor presencia del juego en el campo rival.

Asimismo, esta formación es ideal para tener un mayor control del balón, ya que a la hora de atacar permite al equipo tener 3 hombres en el centro del campo frente al doble pivote con el que cuenta la 4-4-2.

El Atlético de Madrid cuenta con jugadores que benefician al sistema. Además de los jugadores profundos necesarios en un equipo que use esta formación, los centrales son claves y el Atlético de Madrid cuenta con jugadores como Savic, Giménez, Reinildo, Felipe y Hermoso que, en su mejor momento, han sido importantes para la utilización de este esquema. Además, el correcto debut de Witsel en esa posición aporta una alternativa más.

Axel Witsel disputando el Trofeo Carranza frente al Cádiz. Foto: Getty Images.
Axel Witsel disputando el Trofeo Carranza frente al Cádiz. Foto: Getty Images.

El desgaste de los futbolistas de banda es uno de los grandes inconvenientes de esta formación. Los jugadores deben tener clara su posición en el campo rival y no malgastar esfuerzos. Durante la campaña pasada, Marcos Llorente, un jugador con gran fondo físico, ya sufrió estas consecuencias, llegando a verse sobrepasado en alguna ocasión en el tramo final de temporada.

Otro problema de esta formación es que si el equipo rojiblanco no logra llevar el peso del partido, este sistema ofensivo se convertirá en uno defensivo, perdiendo la eficacia a la hora de atacar que ejerce tener en el campo a dos carrileros profundos.

  • Vuelta al esquema que hizo fuerte a los rojiblancos

El otro sistema que tiene en mente el entrenador rojiblanco es el formado por cuatro defensas, cuatro centrocampistas y dos delanteros. Durante la pasada campaña, el Cholo se vio obligado a usar esta formación en ciertas ocasiones para fortalecer al equipo, aunque la presencia de Marcos Llorente como único lateral derecho hizo que Simeone solo utilizara este sistema durante ciertos momentos de los encuentros.

Marcos Llorente en un entrenamiento de pretemporada con el Atlético de Madrid. Foto: Twitter Oficial Club Atlético de Madrid.
Marcos Llorente en un entrenamiento de pretemporada con el Atlético de Madrid. Foto: Twitter Oficial Club Atlético de Madrid.

Al contrario que en el primer sistema, la presencia de carrileros largos en el equipo dificultan esta opción, pero Simeone ya ha demostrado que como mejor es capaz de defenderse este equipo es a través de este clásico sistema.

Ventajas e inconvenientes de la 4-4-2

La mayor ventaja de esta formación es que permite al equipo distribuirse como bloque. Mediante este esquema, la calidad de los jugadores del equipo no es lo más importante. Lo relevante aquí es el esfuerzo conjunto tanto para atacar como para defender. De esta manera, esta formación permite crear una estructura y un equilibrio total del juego. 

Este esquema es de gran utilidad para los equipos que busquen defender de forma contundente. La distancia entre defensores y medios es menor, lo que complica mucho la forma de atacar de los rivales. 

Las bandas cobran un gran protagonismo. La presencia de dos jugadores en banda (lateral y mediocampista de banda) permiten una mayor afluencia de juego en esa zona del campo, aportando así al equipo una opción más para atacar a los rivales.

Además, este sistema es el que más ha utilizado Simeone desde su llegada, por lo que no sería nada extraño que lo volviera a utilizar en situaciones en las que el equipo no se sienta cómodo.

El primer problema de esta formación proviene de la calidad de los jugadores rojiblancos. Esta formación es usada normalmente con equipos que tienen como preferencia defender, y para un equipo con tanta calidad, este sistema no es el más adecuado.

Ángel Correa y Carrasco celebrando un gol frente a la Real Sociedad en la campaña 2021-2022. Foto: Getty Images.
Ángel Correa y Carrasco celebrando un gol frente a la Real Sociedad en la campaña 2021-2022. Foto: Getty Images.   

Otro inconveniente derivado de que los colchoneros utilicen la 4-4-2 es el hecho de utilizar los jugadores de banda como volantes. Es decir, los volantes son una especie de mediocentros más adelantados. Con este sistema, la presencia de jugadores como Correa y Carrasco se complicaría.

La gran dependencia del doble pivote para mantener el equilibrio es otro de los grandes inconvenientes que provoca utilizar este sistema. El equipo rojiblanco solo posee dos pivotes puros (Kondogbia y Witsel). Además, el uso de este sistema sacrificaría la gran cantidad de mediocentros versátiles y de gran calidad que tiene el club (De Paul, Lemar, Llorente).

  • La decisión final la dictarán los resultados

Estas dos posibilidades son una realidad en el club a día de hoy. Son dos sistemas muy diferentes, pero ambos han demostrado ser válidos para ganar un campeonato liguero (2013-2014, 2020-2021). Cierto es que la llegada de Nahuel Molina hace pensar que el entrenador rojiblanco se acabará por decantar por la primera formación, pero si algo ha demostrado el Cholo durante sus años en el club es que no se casa con nadie.

A lo largo de la pasada temporada hemos visto como Simeone ha ido variando de sistema en función de las necesidades del club. El año pasado los rojiblancos tuvieron grandes problemas defensivos e incluso en ocasiones tuvieron problemas para hacer gol al rival. Por lo que todo hace indicar que los resultados del equipo acabarán por orientar la decisión final del entrenador. Hasta entonces, la realidad es esta y para afirmar con plenitud qué sistema utilizará Simeone habrá que esperar a que comience esta nueva temporada.

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