El pasado 14 de mayo de 2023 tuvo lugar el partido que enfrentó al R.C.D. Espanyol contra el F.C. Barcelona en el estadio del equipo perico. Ambos equipos llegaban con objetivos extremadamente opuestos, dado que el conjunto dirigido por Xavi Hernández podía ser campeón de Liga y el equipo local se encontraba al borde del descenso a Segunda División.
El encuentro finalizó con un contundente 2 a 4 a favor del conjunto blaugrana, el cual se proclamó campeón de liga. Los jugadores celebraron el título conseguido con la tradicional sardana en el centro del terreno de juego, algo que no sentó demasiado bien a la afición perica.
Los aficionados más radicales del conjunto blanquiazul saltaron al campo, increpando a los jugadores rivales y las fuerzas y cuerpos de seguridad, los cuales se vieron superados en algunos momentos.
Estos lamentables hechos acontecidos en aquella noche de mayo no podían quedar sin sanción y, como es lógico, el juez instructor del Comité de Competición se ha pronunciado, proponiendo una sanción consistente en el cierre del estadio durante dos partidos.
¿Qué normativa recoge las sanciones a imponer en este tipo de casos?
La Ley 19/2007, de 11 de julio, contra la Violencia, el Racismo, la Xenofobia y la Intolerancia en el deporte, es la encargada de determinar y establecer aquellas conductas merecedoras de ser consideradas como violentas, racistas, xenófobas e intolerantes, estableciendo la sanción a imponer en cada situación.
En el caso que nos ocupa, hemos de acudir al artículo 21 de la mencionada normativa, donde se recogen las posibles infracciones de los organizadores de competiciones y espectáculos deportivos. Concretamente, el apartado f) del primer punto establece que: ‘‘el incumplimiento de las normas que regulan la celebración de los espectáculos deportivos que permita que se produzcan comportamientos violentos, racistas, xenófobos e intolerantes definidos en los apartados 1 y 2 del artículo 2, bien por parte del público o entre el público y los participantes en el acontecimiento deportivo, cuando concurra alguna de las circunstancias de perjuicio, riesgo o peligro previstas en las letras a), b) y e) o cuando tales comportamientos revistan la trascendencia o los efectos contemplados en las letras c) y g) del presente apartado’’.
Respecto a la sanción a imponer cuando se cometa la infracción descrita, hemos de acudir al artículo 24, en el cual se determinan las posibles sanciones en caso de que se cometan las infracciones tipificadas en la normativa. Concretamente, se establece, para las sanciones muy graves, tales como la que nos ocupa en este caso, una sanción económica que oscilará entre los 60.000,01 € y los 650.000 €.
De especial relevancia para el caso que nos ocupa es lo establecido en el artículo 24.2, donde se establece que ‘‘además de las sanciones económicas antes mencionadas, a los organizadores de competiciones y espectáculos deportivos podrán imponerse las sanciones siguientes: a) la inhabilitación para organizar espectáculos deportivos hasta un máximo de dos años por infracciones muy graves y hasta dos meses por infracciones graves, y b) la clausura temporal del recinto deportivo hasta un máximo de dos años por infracciones muy graves y hasta dos meses por infracciones graves’’.
¿Qué puede hacer ahora el Espanyol para recurrir la sanción?
El equipo blanquiazul ya ha emitido un comunicado donde ha manifestado su malestar ante la sanción impuesta, anunciando que agotarán todas las vías de recurso legales para tratar de revertir la sanción impuesta.
El Espanyol considera que la sanción es desmesurada y excesiva, puesto que afecta a todos los seguidores y aficionados, pese a ser tan solo unos pocos los que participaron en la invasión al terreno de juego.
Al no estar conformes con la sanción impuesta, el club perico deberá acudir al Comité de Apelación, argumentando los motivos que estime conveniente para tratar de reducir al máximo la sanción impuesta.
Muy probablemente, su defensa se basará en tratar de argumentar que el club tomó todas las medidas necesarias para tratar que no se produjeran los hechos violentos y que, una vez estos tuvieron lugar, siguió en todo momento el protocolo establecido, colaborando con las autoridades competentes, para tratar de minimizar lo máximo posible el riesgo causado. De forma adicional, el Espanyol alegará, tal y como viene anunciando en su comunicado oficial, que la actuación violenta únicamente fue realizada por un sector determinado y que, por lo tanto, sería más justo un cierre parcial del estadio.
En caso de que la resolución del Comité de Competición no sea favorable a los intereses del conjunto españolista, este podrá acudir al Tribunal Administrativo del Deporte, el cual resolverá el asunto poniendo fin a la vía administrativa. Una vez finalizada esta vía, el Espanyol podrá acudir a la jurisdicción ordinaria, tratando de agotar su última bala.
¿Qué cabe esperar en el futuro sobre esta sanción?
La violencia es una lacra que ha de ser erradicada del mundo del fútbol y, para ello, es necesario sancionar contundentemente a aquellos que realicen este tipo de conductas dentro de un recinto deportivo. No obstante, es cierto que sancionar a un club con el cierre total de su estadio, cuando los aficionados que infringieron la normativa vigente formaban parte de un sector concreto y bien definido, puede ser, cuando menos, excesivo.
En ningún momento se puede excusar la violencia disfrazándola como una respuesta ante un supuesto acto de ‘‘provocación’’ por parte de los futbolistas del F.C. Barcelona. Estas actuaciones no pueden justificarse y, aquellos que las realizan han de ser duramente sancionados. No obstante, el conjunto perico siempre se ha manifestado en contra de los actos violentos y, tal y como alega en su comunicado, ha afrontado sus responsabilidades actuando de forma ejemplar cuando se han producido situaciones que atentaban contra los valores del club.
Por lo tanto, es posible que, tras el recurso del equipo catalán, la sanción pueda verse reducida a un cierre parcial del sector desde el que se produjo la invasión, permitiendo al resto de aficionados que acudan al estadio para disfrutar del inicio de la próxima temporada.