El Alavés asalta El Madrigal

El conjunto alavesista salió victorioso del feudo del Villarreal gracias a los goles en la primera mitad de Ibai Gómez y Victor Camarasa.

El Alavés asalta El Madrigal
Ibai Gómez celebrando su gol. Foto: La Liga
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Por Iñigo Hernández

Veni, vidi, vici. "Fuimos, vimos y vencimos"El rostro de los hombres de Pellegrino rezaba ese lema, una arenga de satisfacción ofrecida a una victoria muy trabajada y ante un equipo que no había sucumbido como local a lo largo de toda la temporada. Los hombres de Pellegrino supieron golpear por vez doble y encarrilaron un triunfo importantísimo y necesario, pero supieron sufrir ante la ofensiva del escuadrón amarillo, que solo en la recta final sucumbió ante la impotencia de verse incapaz de superar a todo una muralla como fue Pacheco

Con un novedoso 4-3-2-1, los de Pellegrino salieron decididos a volcar el juego de ataque hacia el costado derecho, por el que aparecieron Edgar y Femenía, dos jugdores con ganas de reivindicarse, dado que en los últimos encuentros estaban perdiendo su condición de titulares indiscutibles. 

En una acción fabricada por ambos nació el primer tanto del encuentro, con ambos equipos asentándose sobre el terreno de juego. Femenía y Edgar hicieron el dos para uno sobre Jaume Costa, el canario puso un gran balón al área, Deyverson se anticipó a los centrales y su cabezazo salió escupido por el palo hacia la posición de Ibai Gómez, y el de Santutxu estableció el primero en el luminoso. 

Dos zarpazos demoledores del Alavés

Los de Pellegrino salieron convencidos de poder alargar la racha negativa del Villarreal, y lejos de conformarse con la ventaja y defender el resultado, siguieron en busca de un segundo gol que ofreciera un mayor de colchón. En una falta escorada al lado derecho del pico del área, Edgar y Theo sorprendieron a la zaga amarilla y el potente zurdazo del francés se estrelló sobre el palo derecho de la meta de Asenjo.  

La reacción del Villarreal no se hizo esperar, Soriano combinó con Pato en la frontal del área y Castillejo remató sobre la posición de Pacheco. En el mismo córner, Víctor Ruiz prolongó un envío desde la esquina derecha y Pacheco sacó una gran manopla evitando esta vez un claro remate que podía haber supuesto el empate.

Pero el Villarreal surcaba en un océano de dudas, mermado por los resultados cosechados en los últimos duelos. Camarasa supo aprovecharse de esas situación, su presión surgió efecto y provocó el error de un Musacchio que no acertó al entregar el balón con la cabeza a su portero y el centrocampista cedido por el Levante estableció el segundo en el luminoso cuando transcurrían algo más de 15 minutos.  

Con dos tantos de ventaja en el luminoso, los chicos de Pellegrino supieron administrar la ventaja de forma solvente. Con el paso de los minutos el Villarreal subió la intensidad, y generó oportunidades de gol sobre la portería de Pacheco, uno de los mejores de su equipo. Mario y Musacchio pusieron a prueba al meta extremeño, después de que Ibai Gómez hiciera lo propio con Asenjo

Fran Escribá aprovechó el descanso para mover el banquillo dejando en la caseta a Roberto Soriano y dando entrada a Denis Cheryshev.

Ya sea por el cambio, o por la charla que dio el técnico a sus jugadores en el entretiempo, el Villarreal salió mejor a la segunda mitad, si bien la primera ocasión fue para el Alavés, con un disparo cruzado de Ibai Gómez que se marchó algo desviado.

Dominio local en la segunda parte 

A partir de ahí, dominio del Villarreal que en el minuto 51 disfrutó de su ocasión más clara del encuentro con un lanzamiento de falta botado por Samu Castillejo que obligó a Pacheco a lucirse para que no entrase a gol. Cheryshev pudo anotar aprovechando el rechace, pero el arquero alavesista volvió a aparecer para marrar la ocasión.

Continuó el asedio groguet, y Pato, que hasta entonces había estado muy desaparecido, puso en peligro a Pacheco tras plantarse dentro del área, pero volvió a estrellarse en el muro del capitán del Alavés.

Poco después el ariete brasileño volvió a aparecer para provocar una falta al borde del área, y de paso, una amarilla para Pantic. Tras una primera mitad, e inicio de la segunda muy intensos, el ritmo del encuentro fue decreciendo en gran parte porque el Deportivo Alavés supo manejar con mucha inteligencia la ventaja, ralentizando el juego cuando era necesario, y atacando solo cuando creía conveniente.

Antes del final, Mario Gaspar volvió a tener una buena oportunidad como en la primera mitad, pero su disparo lo detuvo Pacheco. Sin más ocasiones Undiano Mallenco decretó el final del encuentro, y los tres puntos volaron para vitoria.