Anuario VAVEL Real Betis 2016: Joaquín, el que nunca se fue

Van a cumplirse dos años desde que el de la finta y el sprint regresase a su casa. El futbolista del Puerto de Santa María, a sus 35 años, se ha mantenido otros 365 días como un futbolista imprescindible (como siempre lo fue) en la plantilla bética. Tras ayudar en la temporada pasada a certificar la permanencia del equipo en Primera, tuvo que adaptarse a los nuevos esquemas de Poyet. Ahora, con Víctor en el banquillo, lucha por consolidar su sitio en el equipo.

Anuario VAVEL Real Betis 2016: Joaquín, el que nunca se fue
Autor: Anxo Rei
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Por Francis Alonso García

Diez años habían pasado desde la última vez que estrenaba calendario siendo jugador verdiblanco y, a pesar de ello, la afición bética siempre le ha hecho sentir como si nunca se hubiese ido. Solo por ello, el 2016 ya ha sido un año especial para Joaquín. Una afición volcada con su ídolo que ya desde la presentación le demostró el cariño que le tienen y todo lo que le habían echado de menos en ese tiempo.

Así, el portuense sostuvo al Betis, primero inyectando ilusión a un proyecto muy discutido desde el inicio y, luego, desde el campo, aportando juego, asistencias y algún gol para que finalmente el Betis se mantuviera en la categoría de oro del fútbol español.

Tras cumplirse su primera temporada de regreso al Betis, Joaquín retornó con ganas y energía de las vacaciones para seguir aportando al conjunto de las Trece Barras que, para esta nueva temporada, tendría un nuevo inquilino en el banquillo: Gustavo Poyet. Sin embargo, los esquemas de Poyet y sus experimentos no surtieron efecto, y el papel que el técnico uruguayo esperaba de Joaquín en los partidos castigaba en exceso al portuense, que si bien la calidad no la ha perdido, la capacidad física sí se ha visto mermada con los años.

El 'Efecto Joaquín'

Joaquín regresó de Florencia tras pasar dos años en Italia y dejándose como única asignatura pendiente el idioma. Y esto es así porque, futbolísticamente, fueron dos años notables para él. Tanto fue así que hasta el último día del mercado estival de 2015 no se supo que volvería a vestir la elástica verdiblanca y, fue precisamente, porque el conjunto italiano trató de retenerlo hasta el último momento.

Al final, tras muchos nervios y un golpe a una mesa que dejaron a Joaquín con dos fracturas en el brazo, el portuense regresaba a Sevilla para volver a ser futbolista del Real Betis. En aquel momento todo fue noticia, desde su regreso, hasta la férula que tenía en el brazo, y hasta la presentación multitudinaria que llenó el Benito Villamarín y que posteriormente se convertiría en un chute de nuevos abonados al club de Heliópolis. Por entonces, a todo esto, lo llamaron el 'Efecto Joaquín'.

Tras aquel 'boom' de ilusión que trajo el del Puerto de Santa María, se vivieron tres meses turbios a nivel deportivo. El Real Betis no acabó el año como se esperaba y la bienvenida al 2016 vino con la destitución del hasta entonces entrenador bético, Pepe Mel.

Juan Merino tomaba las riendas del equipo entonces y la afición, que se sentía confusa, decidió apelar a ese 'Efecto Joaquín' para seguir adelante. Así, el propio jugador, tras la derrota del equipo ante el Getafe recién comenzado el año, quiso trasladar un mensaje contundente: "La afición del Betis es la única que sostiene esto". Y la afición respondió.

Joaquín se mantuvo titular también con Merino en el banquillo, y las voces que hablaron entonces promulgando que ya no estaba para muchos trotes, se acallaron con nuevas exhibiciones del portuense. Ya lo dijo el propio jugador, que no había venido al Betis para contar chistes ni para ir a las peñas. Sin embargo, a pesar de estar presente en el equipo desde enero a Mayo,  más allá de las lesiones, el extremo bético empezó a diluirse con el paso de los partidos. Al final tuvo que dosificarse, pero luego renació para encarar el final de temporada asegurando la permanencia del equipo en Primera División.

Joaquín, en el día de su presentación | Foto: Raúl Pajares (Vavel)
Joaquín, en el día de su presentación | Foto: Raúl Pajares (Vavel)

Tras el verano volvió el '17' y su mejor versión

Joaquín volvía a portar el doral número 17 ya que la temporada anterior llevó el 7 a su espalda. Ya dio claros síntomas en la pretemporada de que lucharía otro año más por un papel indiscutible en el Real Betis de Poyet. Buenas actuaciones las firmadas por el portuense que se mantendrían en liga.

Aunque el primer partido de liga, ante el FC Barcelona, no participó, sí lo hizo en los posteriores. En la tercera jornada de liga, ante su ex equipo, el Valencia, jugó sesenta y ocho minutos y le dio con un gol la victoria al Betis (2-3). Tres jornadas más tarde volvería a darle los tres puntos al Betis con otro tanto ante el Málaga en la victoria por un gol a cero. Y de nuevo, tras el ridículo del equipo ante el Madrid, volvió a ver puerta en la siguiente jornada, ante el Osasuna, en otra victoria verdiblanca.

No quedarían sus buenas actuaciones limitadas a marcar goles. Ante Las Palmas, ya con Víctor Sánchez del Amo en el banquillo, daría dos asistencias desde la esquina de córner para que el Betis ganara 2-0 al equipo insular.

A pesar del mal rendimiento del equipo con Gustavo Poyet, y de que éste tratara que Joaquín fuera un hombre de banda puro, un hombre que la corriese de arriba a abajo durante 90 minutos (a sus 35 años), Joaquín ha firmado su mejor inicio de temporada en siete años. Ha igualado sus estadísticas de la 2008/2009, cuando consiguió tres goles y tres asistencias como futbolista del Valencia y, ahora, con Víctor en el banquillo, quiere seguir siendo el Joaquín que todos recordábamos, incluso aportando desde nuevas facetas, como el balón parado. 

Pasen los años que pasen, Joaquín siempre será Joaquín

El 1 de enero siempre será el día siguiente al 31 de diciembre, pero pareciera que cuando pasamos a él todo lo anterior quedase mucho más lejos. Eso ocurrirá este año como lleva ocurriendo desde que el calendario cambia de título cada 365 días. Pero a pesar de ello, Joaquín, otro año más, seguirá siendo el mismo.

Podrá rendir mejor o peor físicamente, podrá demostrar mejor fútbol unos partidos que otros, pero el portuense es más que dos piernas que saben tocar un balón. El futbolista que acumula a día de hoy 18 temporadas en el fútbol profesional, 724 partidos y 88 goles a sus espaldas, siempre será aquel de la finta y el sprint. Siempre será el de los chistes malos y el del 'buen rollo'.

Un futbolista clave para cualquier vestuario y que, además, aún sigue aportando desde el verde. Hace poco afirmó que no descartaba finalizar su andadura por el fútbol jugando en alguna liga exótica. Pero de momento, el mundo del deporte rey en general y del Betis en particular, debe celebrar un año más que sigue disfrutando de uno de esos futbolistas que han conseguido ser historia viva del fútbol español. Y que sea por el máximo tiempo posible.

Joaquín besa el escudo de su camiseta visiblemente emocionado | Foto: Raúl Pajares (Vavel)
Joaquín besa el escudo de su camiseta visiblemente emocionado | Foto: Raúl Pajares (Vavel)