Primer día sin el Toto en los banquillos del Celta de Vigo. El sol ha salido como todos los días, pero el celtismo no se ha levantado de la cama como siempre; ayer fue el último partido dirigido por el argentino en un bonito ciclo que se cierra. Nadie aún entiende como la directiva ha dejado escapar al mejor entrenador que ha tenido el Real Club Celta de Vigo en sus 94 años de vida. Solo había pedido dos cosas: subir el salario, tanto a su persona como a su cuerpo técnico, y dar un salto de calidad en la plantilla para seguir creciendo y competir con equipos como Athletic, Villarreal o Real Sociedad.

Su llegada al banquillo

Berizzo configuró un proyecto de forma definitiva, aquel que empezó Eusebio Sacristán, continuó Paco Herrera y subió de nivel Luis Enrique. El asturiano le había dejado un equipo configurado para un fútbol ofensivo y que él aún le dio un toque todavía más ofensivo. Esto se vio claramente en el primer partido que dirigió en Balaídos contra el Getafe y que acabó con una victoria para los locales con un 3-1 y que dejó una muy buena imagen de un fútbol ofensivo que consistía en adueñarse del esférico durante todo el partido y a partir de combinaciones llegar a los goles.

En su primera temporada fue capaz de empatar en campos como el Calderón o San Mamés y de ganar en el Camp Nou por primera vez en la historia. Pero incomprensiblemente, el equipo estuvo sin ganar 10 partidos consecutivos, y el equipo vigués recibía en Balaídos al Córdoba, con Berizzo en la cuerda floja. Tanto se jugaba el argentino que invadió el terreno de juego para indicarle el sitio donde se cometiera una supuesta falta y que los visitantes reclamaban penalti. Finalmente, todo acabó en alegría y el Celta se llevó el partido por la mínima (1-0). A partir de aquí, el equipo fue el mismo de principio de temporada, esto se puede ver reflejado en los resultados, pues ganó al Atlético de Madrid en Balaídos por 2-0, le ganó 0-2 al Deportivo de la Coruña en Riazor y le endosó un 6-1 al Rayo Vallecano en Balaídos.

La consagración de un entrenador

La segunda temporada de Berizzo al mando de los banquillos empezaría bien pues volvía uno de los jugadores más favoritos de la afición: Iago Aspas. El equipo vigués estaba dando la sorpresa en la competición doméstica, pues estaba de líder en la jornada 8, y ya había ganado en el Sánchez Pizjuán y en el Madrigal, campos muy complicados donde puntuar, y también le endosó un 4-1 al F.C. Barcelona en Balaídos. La jornada 9 enfrentó a los gallegos con el Real Madrid con el liderato en juego, sin embargo, fueron los madrileños quienes se llevaron los 3 puntos con un 1-3. Un principio de temporada que llevaba al optimismo acabó siendo realidad, el equipo consiguió llegar a las semifinales de la Copa del Rey, eliminando al Atlético de Madrid en el Vicente Calderón; además acabó la temporada en sexto lugar con 60 puntos, puesto que da acceso directo a la Europa League, con lo que el equipo vigués volvía a una competición europea 10 años después.

Su última temporada, histórica

La tercera temporada de Berizzo era la vuelta del equipo vigués a la Europa League, sin embargo, la pérdida de Nolito en el mercado de verano y el principio de temporada no invitaban al optimismo. El Celta no ganaría hasta el 21 de septiembre con el Sporting de Gijón en Balaídos por 2-1. A partir de ahí hubo distintos resultados, entre los que destaca el 4-3 al F.C. Barcelona o el 4-1 al Deportivo de la Coruña en Balaídos. En la fase de grupos con el Ajax de Amsterdam, Panathinaikos y Standard de Lieja acabó segundo al ganar en el campo griego por 0-2. En la siguiente ronda, el Celta de Vigo se enfrentó al Shakhtar; en Balaídos los visitantes acabaron ganando 0-1 y en la vuelta los gallegos empataron la eliminatoria y en la prórroga acabaron 0-2.

La aventura europea seguiría con el Gent, con la ida otra vez en el feudo vigués, el equipo local ganó 3-2 con una remontada sobre el equipo belga; en el partido de vuelta, y con los nervios del celtismo de poder hacer historia, el equipo acabaría sufriendo en los últimos minutos y acabaría empatando 1-1. En semifinales, tocaría el principal candidato al título, el Manchester United, quien ganó en la ida en Balaídos por 0-1 con unas pérdidas de tiempo incluidas. En el partido de vuelta, el Real Club Celta de Vigo dio una clase de fútbol en Old Trafford, siendo capaz de encerrar al Manchester en su propio campo y con un pésimo y lamentable arbitraje; Guidetti tuvo la última en el último segundo para cambiar la historia del club, pero no sucedió y el celtismo, entre lágrimas de orgullo, despidió al equipo de Europa como se mereció.

A las puertas de dos finales

Además de llegar a semifinales de la Europa League por primera vez en 94 años de historia, también llegó a semifinales de la Copa del Rey, eliminando al Real Madrid. El partido de ida fue en el Bernabeu y los gallegos se llevaron el partido por 1-2, una victoria que dio la vuelta al mundo. El partido de vuelta acabaría con empate 2-2 y con el equipo olívico en la siguiente ronda. Así pues, el Celta de Eduardo Berizzo llegó a tres semifinales en dos años y el Toto deja el listón muy alto.

Pero, además de los buenos resultados, este equipo destacó por devolver la ilusión a la afición, de que el equipo y afición fueran uno, y de ser capaces de ganar a cualquier equipo. Es el adiós a un entrenador, que ha dejado una huella muy grande en el Celta de Vigo.