Hace ya dos años que Pablo Insua llegó a Butarque para hacerse un hueco en el equipo pepinero. Dos años que le han servido para crecer en todos los aspectos y cargarse de experiencia, tanto en Segunda como en Primera División. Ahora llega a casa para ser una pieza importante en el equipo de su tierra.
El primer año del zaguero en el cuadro madrileño fue todo un éxito. El central encontró su sitio rápidamente y disputó un total de 38 partidos (35 del campeonato liguero y tres en Copa del Rey) logrando un gol, ni más ni menos que el gol del ascenso a Primera División. El sueño se había hecho realidad, y en la siguiente temporada pasarían por Butarque los más grandes colosos del fútbol español.
Insua no faltaría a tal cita en Primera División, prorrogando su cesión un año más. Pese a su gran temporada en la categoría de plata, el central de Arzúa gozaría de menos oportunidades en Primera División, jugando 29 partidos (aunque solo jugaría 20 partidos completos) y anotando, de nuevo, un gol.
Ahora vuelve a casa para ganarse la titularidad en Riazor, aunque lograrlo no será fácil. En esta misma lucha estarán (si no se produce ninguna salida) Sidnei, Arribas y Albentosa, tres jugadores con una amplia experiencia en la más alta categoría. A pesar de ello, el de Arzúa puede lograr ser un pilar en el equipo que lo ha catapultado al fútbol profesional.
¿Será Pablo Insua el central de futuro que busca el Dépor? Si sigue su trayectoria ascendente es posible que en un futuro los aficionados deportivistas vean a la pareja de centrales más deseada en Coruña. Róber e Insua son sin duda las dos apuestas de futuro de la cantera del Deportivo y la afición desea verlos juntos representando el orgullo de la ciudad.