Hace un año era Carles Aleñá el que debutaba con el FC Barcelona. Este miércoles fue el turno de Oriol Busquets, otro canterano. Con tan solo 18 años Ernesto Valverde lo convocó para el partido de vuelta de los dieciseisavos de final de la Copa del Rey contra el Murcia. La posición de centrocampista, con Sergio Busquets, Rakitic e Iniesta descansando, y André Gomes aún sin recuperarse, era donde más posibilidades había de jugar.

Salió de titular y en 62 minutos demostró porqué Gerard López le ha dado confianza absoluta en el filial, tras jugar solo dos partidos la temporada pasada. Pues la constancia y trabajo del joven futbolista catalán, le permitieron disfrutar de un día único para todos los jugadores que se forman en La Masia.

Un sueño de bien pequeño

Sin ruido y con humildad, Oriol Busquets ha ido escalando desde los 8 años por las categorías inferiores del FC Barcelona. “Son muchos años trabajando para cumplir este sueño”, decía al finalizar el partido. Y es que desde que llegó al club en la categoría de Benjamín, ha pasado por todas las categorías hasta llegar este miércoles al Camp Nou. Lo cual significaba “el debut soñado por todo niño que empieza jugar a fútbol desde bien pequeño”, reconocía.

Clave en el Barça B

El canterano con ficha del filial está siendo una pieza clave en la construcción del juego junto a Aleñá en el FC Barcelona B. Pues este miércoles tuvieron la oportunidad de demostrar sus virtudes con el primer equipo y en el estadio de sus sueños, el Camp Nou. De las 16 jornadas que ha disputado el filial en Segunda División, el juvenil de tercer año ha jugado en todas excepto en la segunda, siendo titular en 12 de los encuentros.

Su influencia e importancia en el segundo equipo azulgrana parece clara. Además, con la lesión de Ferran Sarsanedas, su compañero e íntimo amigo, se convierte en imprescindible para el técnico de Granollers. Sin un recambio fijo en mente, el conjunto dirigido por Gerard López sufriría sin un pivote organizador de estilo Barça como lo es Oriol Busquets.

El salto en la posición de un referente

Categoría a categoría hasta dar un paso más en su carrera. El 30 de noviembre quedará marcado en la retina del jugador gironés como el día logró debutar en esa posición en la que tan bien se ha consolidado su tocayo, Sergio Busquets. El tercer capitán azulgrana debutó con 20 años y desde entonces se ha convertido en la pieza clave del medio del campo. Su templanza, sangre fría y equilibrio permite partido tras partido que el Barça gane en equilibrio y juego.

La ausencia de Sergio Busquets en el medio del campo se podría equiparar a la del joven jugador en el filial. Ahora mismo, ambos son imprescindibles. El sello azulgrana se refleja en dos jugadores a los que nadie les ha regalado nada, ni su propio apellido. El trabajo en cada entrenamiento ha hecho que ambos estén donde estén. Si Oriol sigue los pasos de su tocayo, a buen seguro que su futuro estará en seguir cumpliendo sueños de la mano del FC Barcelona.