Se encontraban Getafe y Lugo este domingo veintiséis de marzo para disputar la jornada número treintaiuno de la Segunda División española. Era un duelo de vital importancia para los azulones, que sostendrían su defensa haciéndose valer de su racha en casa, “una final” tal y como la calificó el míster, José Bordalás; pues de este partido dependería en gran medida el devenir del conjunto getafense en las siguientes jornadas y su ambición de disputar los play-off. Tras una mala racha debían revalidar su puesto en la zona alta. Por otro lado, el Lugo asaltaba el Coliseum en novena posición, a cinco puntos del sexto puesto y de los play-off; ganar este partido podría suponer estar un poco más cerca de colarse finalmente en esa zona para luchar por un hipotético ascenso. Nadie iba a dejar nada al azar en el feudo azulón.

Finalmente el partido se decantó del lado de los locales en un dos a cero, con goles de Chuli y Jorge Molina. 

Resumen del partido:

La primera mitad del partido fue de claro domino local: fue el Getafe el que tuvo la iniciativa y dio los dos primeros arreones, aunque sin inquietar mucho a Roberto, el guardameta lucense. Fue entonces cuando pudieron dar los visitantes el susto, pero un genial Alberto evitó que se abriese el marcador.

El avance de los futbolistas getafenses continuaba y, en una buena jugada individual de Álvaro Jiménez que pudo repeler el portero, Chuli pescó el rebote disparando a quemarropa y enviando el balón al fondo de la red. Con su segundo gol en liga militando en el club azulón, Chuli ponía por delante a los suyos.

Fue entonces cuando parecieron diluirse las fuerzas de los gallegos, que no volvieron a amenazar con seriedad la meta de Alberto. Aún tuvo tiempo el Getafe de hacer el segundo a manos de Portillo que, tras una excelente jugada de equipo, envió el balón fuera por muy poco.

Con el marcador uno a cero se marcharon ambos conjuntos al vestuario, siendo el Getafe virtualmente vencedor del encuentro, pero esperando aún al desarrollo de la segunda mitad.

Pareció reanudar el Getafe con el mismo atino el segundo tiempo: los de Bordalás continuaron castigando la portería enemiga sin descanso, primero Álvaro y Mora probaron suerte, pero fueron detenidos por la defensa y el portero del conjunto gallego. Molina y Portillo también tuvieron su oportunidad de aumentar la renta getafense, mas sin suerte.

También pareció desperezarse el Lugo, que volvió a tentar la portería de Alberto con un disparo de cabeza de Ignasi Miquel tras un centro al área. También de un testarazo trató de devolver las tablas al partido Joselu, pero su remate se marchó fuera sin muchas complicaciones para la defensa azulona. Aún así, no pudieron generar mucho más peligro.

Llegó entonces la polémica al partido, Pablo Caballero vio la tarjeta roja tras agredir a un contrario en una reyerta. Se quedaba el Lugo con diez viendo las cosas un poco más difíciles. Tras un doble cambio en el cuadro gallego para tratar de solventar su carencia, la situación no pareció mejorar; pues Portillo volvió a tener en su botas otra oportunidad de hacer el segundo gol, pero su disparo fue detenido por el portero lucense.

Pero tras tanto insistir, debía llegar el segundo tanto: tras un error en la defensa visitante, Chuli se la dejó en bandeja a Jorge Molina para que el Ariete de Alcoy hiciese el segundo tanto del partido y añadiese uno más a su cuenta personal. Todo estaba yendo de cara para los azulones, que veían sus esfuerzos recompensados.

Ya rozando los últimos diez minutos del partido, Chuli se marchó ovacionado del verde dando paso a Fuster. El delantero había sido una de las piezas claves hasta el momento, con un gol y una asistencia.

Tras gastar su último cambio el Lugo, Jorge Molina pudo ampliar su cuenta, pero estrelló el balón contra el poste. Tras esto, Bordalás sentó a Portillo, quien había desempeñado un buen papel en el encuentro, y dio paso a Stefan.

Agotando los últimos minutos de tiempo reglamentario, Anton entró por Mora al campo. Después se añadieron tres minutos más al partido. Minutos que ni sirvieron para recortar distancias unos, ni para aumentarlas otros. 

Terminaba así una de las finales que el Getafe debe disputar para continuar creyendo en el sueño del ascenso, que cada vez para ser un poco menos etéreo y más material.