Tras finalizar el choque frente al Sporting en el que ambos equipos no pasaron del empate (0-0), la plantilla del Levante UD piensa única y exclusivamente en el Real Betis, desde ese mismo día: “Vamos a pensar ya en ir a ganar al campo del Betis. De lograrlo conseguiremos cuatro de seis en dos partidos, que seguro de producirse al revés lo veríamos con buenos ojos”, dijo el propio Rubi en la rueda de prensa ofrecida al término del partido anteriormente mencionado. “No vamos a bajar los brazos, ni vamos a darnos por vencidos. A ver si conseguimos ponernos a menos de un partido de distancia, porque si lo logramos estaremos ahí hasta la última jornada”, afirmó con contundencia y, sobre todo, mucha confianza.

“Estoy seguro de que hay tiempo para salvarnos. Todavía no nos han echado de Primera División”, continuó argumentando el entrenador. El preparador trata, de esta forma, de mentalizar y concentrar al máximo a sus jugadores, que en una situación tan crítica, la situación anímica y psicológica de los jugadores puede resultar determinante, tanto para lo bueno como para lo malo. La recuperación mental es tan importante como la deportiva, o incluso más a estas alturas de la competición. Es evidente que una victoria frente al Sporting de Gijón hubiera significado un paso al frente muy importante para las probabilidades de salvación del equipo, pero ya forma parte del pasado, y en el presente, enlazar dos victorias consecutivas pueden hacer que tu situación en la clasificación sea radicalmente diferente. 

Aquí nadie se rinde

Veintiún puntos aún por jugar, una diferencia de cuatro que salvar, y enfrentamientos directos aún por disputar. Esos son los tres férreos argumentos que baraja plantilla para agarrarse a la Primera División de aquí a lo que resta de competición. Es el pensamiento que el técnico trata de proyectar entre todas las personas que envuelven el entorno del club en su día a día. La pelea sigue abierta y las heridas deben cicatrizar para afrontar la batalla que ya se anuncia en tierras sevillanas frente a la escuadra verdiblanca.

En ese sentido, el entrenamiento matinal en las instalaciones de Buñol ha permitido constatar el estado vital que caracteriza a un grupo que únicamente dirige su mirada hacia adelante con el fin de minimizar los efectos de la igualada saldada ante el Sporting. Lejos de desplomarse, el bloque pretende reforzar su autoestima con la búsqueda de un triunfo que revitalizaría su imagen en la clasificación general. El desafío exige compromiso e ilusión y una fe absoluta para revertir una situación que colinda con el límite. “Son cuatro puntos y restan todavía veintiuno”, relató Juanfran en la zona mixta del Ciutat. Su conclusión es tajante. “Hay que seguir. Aquí nadie va a bajar los brazos”. En una línea similar se manifestó Camarasa. “Estamos concienciados que tenemos que luchar hasta el final. Vamos a pelear el partido ante Betis y los que nos quedan”.

Con dos días menos, frente "al otro colista"

Para salir victorioso del Sevilla, el Levante UD deberá preparar de manera perfecta sus sesiones de entrenamiento. Disponen de dos días menos que su rival, que jugó sábado mientras que el Levante lo hizo el lunes, y unido al tiempo perdido en el desplazamiento a Sevilla, es un factor que corre a favor de los verdiblancos. Esperaran por tanto los verdiblancos al conjunto valenciano en el Benito Villamarín con la lección bien aprendida.

Cada día, cada sesión, deberá estar trabajada al milímetro para no llegar a Sevilla con falta de preparación. Preparación que, por su parte, el Betis habrá podido gestionar de manera holgada, y que tiene la necesidad de puntuar en casa si no quiere acabar la temporada "pidiendo la hora" para mantener la categoría. Hay que recordar que, contabilizando solo los partidos en casa, el Betis cierra la clasificación de Primera División: tres victorias, seis empates y seis derrotas para un total de 15 puntos en casa (de un total de 34) hacen que cierre la clasficiación "casera", curiosamente también a cuatro puntos de la "salvación". 

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