El Rayo Vallecano consiguió en esta quinta jornada de liga su primera victoria en casa. El Sporting de Gijón no fue un rival fácil, pero los rayistas aguantaron y gozaron de numerosas ocasiones. La alegría por estos tres puntos tan necesarios se vio ensombrecida por la lesión de Pablo Hernández en el choque.

Se rozaba la media hora de juego en el feudo franjirrojo cuando, en plena carrera durante una jugada de ataque, el delantero del Rayo caía al suelo llevándose las manos al muslo de la pierna derecha entre gestos de dolor evidentes. Las asistencias acudieron enseguida en su ayuda y el extremo diestro fue atendido en el césped durante unos minutos. Finalmente, se decidió que se produjera el cambio, ya que no estaba en condiciones de seguir, y Adrián Embarba salió para sustituirle.

Las declaraciones de Paco Jémez tras el partido,  daban a entender que la cosa no se quedaría en un mero pinchazo: “Pablo es una pérdida importante. Vamos a estar unas semanas sin poder contar con él, pero vamos a intentar recuperarle lo antes posible”, aseguró el míster. El club hizo público después el parte médico con un diágnostico claro. Como se temía, hay rotura en el biceps femoral del muslo derecho y el jugador estará un mes de baja. 

Hernández recaló en Vallecas durante las últimas horas de este último mercado de fichajes y ha sido titular desde su llegada, frente al Deportivo de la Coruña. Su baja se suma a la de Cobeño en la portería y a las de Tito y Zé Castro en la zaga. Donde la situación se pone delicada es en el ataque, ya que a Ebert le quedan por cumplir dos partidos de sanción por su expulsión ante el Dépor. Esta situación hace que Miku vuelva a contar para Jémez, ya que el venezolano llevaba dos jornadas sin ser convocado.