Diego Llorente y el rayismo pueden respirar tranquilos, al menos por el momento. A falta de un diagnóstico más preciso, los servicios médicos del Rayo Vallecano han descartado que el zaguero sufra una fractura en el peroné, fruto de una patada que le propinó Raúl Baena de manera involuntaria al joven defensa.

Sin embargo, se desconoce el tiempo que permanecerá de baja, por lo que aunque no se descarta su presencia el domingo en Mestalla es seria duda para el duelo frente a los valencianistas. Sus gestos de dolor al retirarse del césped del Vicente Calderón hacían temer lo peor, pero parece que finalmente se quedará en un susto aunque todo queda pendiente de su evolución.

El papel de Llorente durante esta temporada está siendo muy destacado, ya que ha sido titular en todos los partidos que ha disputado este año el Rayo Vallecano, tanto en Liga como en Copa, con la excepción de los encuentros frente al Real Madrid y el Levante, en los que no pudo participar por motivos de contrato y por cumplir ciclo de cinco cartulinas amarillas, respectivamente. En el resto, bien sea en la posición de defensa central, de lateral o incluso en algunos choques en el mediocentro, el joven futbolista se ha asentado en el once titular franjirrojo, convirtiéndose en una pieza indispensable para Paco Jémez.

Por otro lado, y con la duda de su participación en Mestalla, Dorado se postula como la pareja de Zé Castro en el centro de la zaga, sin descartar la posibilidad de que sea Tito el que actúe como central acompañando a uno de los dos jugadores citados anteriormente, con lo que dejarían a Quini y Nacho en los laterales. Por lo tanto, hasta que Paco Jémez facilite la lista de convocados para el duelo del domingo, la presencia de Diego Llorente seguirá en el aire, en un partido que se antoja vital para las opciones de salvación que tienen los rayistas.