Y al fin, tras una larga espera, llegó. La Real superó al Leganés y por primera vez en mucho tiempo las reiteradas comparecencias ante la prensa de jugadores y técnico hablando de continuidad fueron más que pura palabrería. Los realistas salieron al terreno de juego con la convinción de lograr la victoria, a base de ser superiores con el balón en los pies, y no desistieron en su idea ni con el resultado a favor, algo que les permitió, a diferencia de otros encuentros, dominar el encuentro de principio a fin y en todos los aspectos.

Eusebio parece haber dado con la tecla, algo que se ha hecho de rogar en los últimos meses. Los jugadores convencen, el equipo presenta cada vez más automatismos, sobre todo en ataque, y las piezas clave como Vela, Zurutuza, Willian José y Oyarzabal están siendo escudados por un bloque que cada semana rinde mejor sobre el césped. Esta Real comienza a ilusionar verdaderamente, y comienza a poner los primeros cimientos a una candidatura europea que se ha hecho de rogar en los últimos años.

El técnico lasecano hizo de la continuidad su virtud, y puso en liza el mismo once que logró superar al Alavés el pasado sábado. El técnico tenía motivos más que suficientes para apostar por un bloque que le ha dado buen juego y resultados semanas atrás, predicando la ley no escrita que impera en el fútbol. que reza aquello de "si algo funciona no se debe retocar". 

La Real salió con su habitual convencimiento de dominar la posesión del balón, y salir con él jugando desde atrás. El conjunto dirigido por Asier Garitano trató de realizar una alta presión, para evitar la salida con comodidad de los de Eusebio Sacristán, con los puntas Guerrero y Gabriel por delante de las dos líneas de cuatro.

En los primeros compases, los realistas tuvieron problemas para salir con comodidad, pero cuando el primer pase de Iñigo Martínez comenzó a conectar con Illarra y Zurutuza, la Real encontró superioridades en la medular, y comenzó a dominar cada vez más los tiempos del partido. 

Pero si por algo se caracteriza esta Real es por la calidad que atesoran los jugadores del centro del campo para adelante, y en una acción iniciada por Willian José, Oyarzabal puso uno de sus habituales pases de gol al área, pero Prieto remató por encima de la portería de Serantes llegando desde la segunda línea. 

Golazo de Willian José a la media hora

Poco a poco, la Real se hizo con el dominio del encuentro, y comenzó a superar las primeras líneas de presión sin problemas, y en una nueva internada en campo rival, Carlos Martínez puso un magnífico centro a la cabeza de Willian José, quien se encargó de adelantar a su equipo con un magnífico testarazo junto a la cepa del palo izquierdo de Serantes. Un magnífico cabezazo de un delantero al alza, que se ha adaptado a la perfección al equipo donostiarra. El brasileño volvió a reafimar su gran estado de forma, y con un cabezazo espectacular, anotó su quinto gol en la presente temporada. 

Fue entonces cuando la reacción del conjunto local se hizo rogar, tras tres derrotas consecutivas en su feudo ante Barcelona, Valencia y Sevilla, pero a diferencia de otras tardes, la Real no desperdició el dominio del balón, y predicó la clara idea de Eusebio de mantener el balón, con el cual superó sin demasiados apuros al conjunto de Asier Garitano, que no supo cómo igualar la inferioridad de su equipo en la medular. 

La clave esta vez fue la rapidez con la que la Real recuperó el balón en los primeros 45 minutos, Zurutuza estuvo inmenso en ese aspecto y se creció a medida que recuperaba cada vez más balones, y con dominio territorial, pero incapaz de generar más oportunidades en campo rival, el encuentro llegó al final del primer tiempo. 

Tras el descanso, Unai López, jugador cedido por el Athletic que se formó en las categorías inferiores de la Real, entró en lugar de Timor para fortalecer el juego de ataque de su equipo. Rico, Medjani e Insua formaron el eje de tres defensas, mientras que Szymanowski y Víctor Diaz se colocaron en la posición de carrileros para tratar de acumular efectivos en ataque. Unai López, Omar y Rubén Pérez formaron la medular, dejando la dupla de atacantes a Gabriel y Guerrero.  

Tanto de Prieto para encaminar la victoria

El cambio de sistema le dio algo de mordiente al conjunto dirigido por Asier Garitano, que apretó con más efectivos en campo rival, recuperando el balón con más facilidad. Sin embargo, cuando mejor estaba el Leganés, y cuando comenzaban a aflorar las primeras dudas en la zaga de la Real, Willian José recibió un balón en el área, aguantó la posesión de espaldas, descargó a la frontal sobre la posición de Zurutuza, quien sacó un potente disparo para que Prieto, aprovechando el rechazo de Serantes, estableciera el cero a dos en el luminoso. 

Al poco del tanto de Prieto, un participativo y cada vez más enchufado Carlos Vela tuvo cerca el tanto de cabeza, aprovechando un magnífico envío precisamente del capitán txuri-urdin, pero su testarazo fue repelido por Serantes a córner. 

El segundo gol de la Real fue un duro golpe para el conjunto pepinero, que aun así, no cesó en su intento por recortar distancias. Al poco del tanto realista, un centro de Szymanowski por una falta cometida por Iñigo Martínez, quien vio la quinta amarilla que acarrea suspensión, estuvo cerca de recortar distancias en favor del conjunto local, pero ningún atacante del conjunto pepinero consiguió contactar con el balón.  

La entrada al campo de Ibáñez y Unai López le dio presencia en campo rival al conjunto leganense, y el propio Ibáñez, ganándole la posición a Iñigo Martínez, remató por encima de la portería de Rulli en una posición forzada. Szymanowski, con un disparo desde la frontal e Insua, con un cabezazo mordido, pusieron en aprietos a Rulli en la recta final, pero los de Eusebio no sufrieron en exceso y confirmaron una cómoda y trabajada victoria en su primera visita a Butarque

La Real dormirá en puestos europeos al menos hasta el domingo, a la espera de lo que hagan los vecinos, y pase lo que pase, recibirá el sábado que viene al Atlético de Madrid en el top 7 de la clasificación liguera. Con los pies en el suelo, sí, pero la versión tan ansiada de la Real empieza a asomar, y comienza a ilusionar a su aficióndespués de una inmesa.