El encuentro comenzó con el Pucela algo frío y despistado, lo que permitió que el cuadro oscense disfrutara de una buena ocasión para haber dejado completamente helado al respetable del Nuevo José Zorrilla. No obstante, Kepa estuvo muy certero en el mano a mano y pudo evitar el tanto de su rival nada más arrancar la contienda, un aspecto que podría haber sido realmente perjudicial para sus intereses. Los pupilos de Juan Antonio Anquela llevaban la iniciativa en los primeros compases del duelo, por lo que la parroquia albivioleta mostraba su malestar por lo que estaba ocurriendo en el terreno de juego.
La nota negativa del choque la iba a poner André Leão, que iba a tener que ser reemplazado por Borja con motivo de una lesión muscular que se produjo él solo cuando fue a disputar el cuero con un adversario. Era un cambio de cromo por cromo, si bien es cierto que significaba un quebradero de cabeza para Miguel Ángel Portugal, sobre todo por producirse en el minuto 10 del envite. A continuación, Rennella iba a protagonizar el primer acercamiento de los de blanco y violeta a los dominios de Leo Franco, pero su disparo se iba a marchar muy desviado. Luego le tocaría el turno a Machís con un golpeo algo escorado que atajaría Kepa a la perfección.
Machís congela al Pucela
Como suele ocurrir en el mundo del deporte rey, la polémica iba a aparecer en escena llegado prácticamente el ecuador de la primera mitad. Tras un saque de esquina, Marcelo Silva conectaría un tremendo testarazo que se colaría en el fondo de las mallas de la meta custodiada por Leo Franco. El colegiado interpretó que el charrúa cometió falta sobre su oponente, por lo que tomó la decisión de invalidar la diana del Real Valladolid. Posteriormente, el Huesca llevaría a cabo un contragolpe de libro que acabaría con una buena intervención de Kepa, aunque nada pudo hacer el vasco para impedir que Machís subiera el 0-1 al luminoso al aprovechar el rechace del arquero del plantel blanquivioleta.
El tanto de los azulgranas se iba a convertir en un auténtico jarro de agua fría para el club presidido por Carlos Suárez, que no estaba cuajando un buen partido y era incapaz de llevar el peso del encuentro delante de su propia afición. Los de Portugal eran muy conscientes de la importancia del choque, principalmente para no alejarse en demasía de las posiciones que permiten disputar el playoff con la intención de regresar al Olimpo del balompié en España. Manu del Moral probaría fortuna con un lanzamiento de libre directo bastante alejado, si bien es cierto que su golpeo estuvo muy cerca de envenenarse y darle un susto al que fuera arquero del Atlético de Madrid.
Portugal cambiaría el planteamiento del 4-4-2 al 4-2-3-1
Lo más curioso de los primeros 45 minutos iba a ser la decisión tomada por el técnico burgalés de apurar sus cambios antes de llegar al descanso, debido a que ya tuvo que dar entrada a Borja por la lesión de Leão. El míster de la escuadra albivioleta quitaría a Rennella y Manu del Moral para apostar por Óscar y Mojica, respectivamente, por lo que cambiaría el planteamiento del 4-4-2 al 4-2-3-1. Juan Villar y el colombiano se quedarían en ambos costados, el charro ocuparía la media punta y la máxima referencia arriba de los vallisoletanos sería Roger. Aun así, el Huesca se iría con la mínima ventaja (0-1) al descanso del duelo a orillas del Pisuerga.
Tímida reacción tras el descanso
Los pucelanos salieron después del entreacto totalmente mentalizados para revertir la situación en el campo, por lo que Juan Villar se asoció de forma magnífica con Roger para habilitar al delantero cedido por Levante y dejarle mano a mano con Leo Franco. No obstante, el portero argentino aguantó estoicamente y consiguió repeler la ocasión del '23' del Real Valladolid, aunque el cuadro local llevó prácticamente más peligro en un minuto del primer acto que en todo el acto inaugural del choque. El compromiso era de vital importancia para ambos, pero eran los oscenses los que se estaban llevando el gato al agua hasta el momento.
No obstante, la oportunidad más clara de la segunda mitad la iba a tener González a falta de media hora para acabar el partido. Después de un fallo garrafal de Juanpe al intentar controlar el esférico, el ariete del Huesca se benefició de su arrancada para plantarse en solitario con Kepa, aunque luego fue incapaz de superar al guardameta cedido por el Athletic Club de Bilbao para haber colocado el 0-2 en el luminoso. El Pucela lo intentaría instantes más tarde con una buena triangulación entre Juan Villar y Roger, pero el valenciano no pudo alcanzar el esférico para devolver la equidad al electrónico.
Anquela movería ficha también en el envite alcanzado el ecuador de la segunda parte, momento en el que apostó porque Tyronne ocupara la demarcación de González en el tapete verde del Nuevo José Zorrilla. El Real Valladolid seguía dando muestras de la falta de entendimiento que había entre sus piezas en el terreno de juego, tal y como pudo verse en un lance entre Kepa y Nikos en el que no fueron capaces de ponerse de acuerdo para que el cuero finalizara bajo el control de los de Portugal. Mojica era de los pocos integrantes de la expedición blanquivioleta que intentaba aportar algo diferente a los suyos, todo ello a través de su velocidad por el flanco zurdo del ataque pucelano.
Superioridad numérica para los locales
Un pequeño halo de esperanza se atisbaría para los castellanos con motivo de la expulsión por doble amarilla de Bambock, por lo que el Pucela intentaría hacer lo indecible para aprovechar el hecho de contar con un hombre más sobre el césped en el tramo decisivo de la pugna. Esto provocó que el técnico de los de azul y grana acabara sus cambios, debido a que se decantó por Samu Saiz y Jesús en detrimento de Camacho y Arruabarrena, respectivamente. Pese a ello, Tyronne estuvo realmente cerca de ponerle la puntilla a su contrincante, aunque su potente disparo se marchó directamente al lateral de la red de la portería defendida por Kepa.
Mojica ejecutaría un buen zapatazo en una falta directa
El Pucela intentaría dar un arreón final con el objetivo de, al menos, salvar un punto en su propio feudo. Mojica ejecutaría un buen zapatazo en una falta directa, aunque su chut salió muy centrado y fue despejado por Leo Franco a saque de esquina. Acto seguido, Moyano realizaría un potente disparo desde el perfil diestro, aunque se marcharía muy desviado porque se encontraba en una posición incómoda. Cuando el duelo casi agonizaba, la afición vallisoletana reclamó una pena máxima sobre Juan Villar, aunque no lo entendió así el trencilla. Por tanto, los de Portugal se quedan en tierra de nadie, mientras que los oscenses dan un paso de gigante en sus opciones por mantenerse en la categoría de plata del fútbol español.
