El Sevilla salió enchufado al coqueto estadio alemán. Yendo a por el partido y basando su juego en las internadas por banda que desembocaban en Aspas y Muñoz, esa extraña pareja que puso en aprietos a la defensa berlinesa durante la primera media hora. Porque 30 minutos duró el dominio sevillista. Media hora de idas y venidas donde el intercambio de golpes beneficiaba a los hispalenses. Primero fue Aspas el que no acertó con la portería de Haas tras un buen centro de Alberto Moreno. Era el minuto 12 y el Sevilla ya avisaba.

Y volvía a avisar. Iago Aspas se quedaba mano a mano con el portero e intentaba una vaselina que se quedaba corta. Otra ocasión al limbo y alcanzábamos el minuto 14. Buen primer cuarto de hora del Sevilla que se extendería más con otra oportunidad. Esta vez era el joven Juan Muñoz el que probaba sin suerte picarla ante la salida del guardamente teutón. Seguían los pupilos de Emery acercándose al marco rival sin acierto. El Union Berlin sufría pero mantenía el empate y pudo adelantarse al filo de la media hora con una falta peligrosa en la frontal del área de Barbosa que se marchó por poco. A partir de ahí, el encuentro entró en unos minutos anodinos donde lo más destacable fueron las continuas faltas entre los dos conjuntos. Llegaba el descanso con empate a cero y buenas sensaciones por el lado rojiblanco (hoy de azul).

La segunda parte comenzó como la primera: sucesión de ocasiones para el Sevilla que no encontraba el gol. Hubo cambios entre los que destacó Vitolo, siempre peligroso por banda izquierda. Al poco de reanudarse el partido, Aspas y Muñoz seguían a pleno rendimiento. El gallego robó un balón para servir al utrerano otra oportunidad de gol, que volvió a fallar esta vez por alto de la portería alemana. Seguía avisando la delantera sevillista. Incluso la medular, porque Krychowiak se sumaba al ataque con fuerza y se internaba en el área. En una de esas cayó empujado pero el polémico colegiado alemán no señaló nada y entre protestas llegó el gol alemán.

Cuando se cumplía la hora de partido, una jugada por la izquierda del egipcio Gomaa que encontró al hombre del partido: Bajram Nebihi, que a trompicones se coló en el área sevillista a base de lucha y batió por bajo a Barbosa. La defensa hispalense muy blanda permitía la ventaja del Union Berlin. Tocaba, por segunda vez en esta pretemporada, remontar. Y a ello fue el Sevilla con Vitolo y Jairo como estiletes. Ellos fueron precisamente los que se asociaron para empatar el choque a falta de un cuarto de hora. Fue una jugada personal del canario que conectó con precisión la cabeza del cántabro (hoy delantero) para perforar la meta contraria. Empate a uno y empezaban a sonreír los visitantes, que querían completar la remontada y conseguir otra victoria. Pudieron haberla tenido, ya que los acercamientos a la meta de Haas continuaron hasta que llegó la jugada que marcó el partido.

Era el minuto 78 y un jugador local había salido del campo para ser atendido. Nada fuera de lo común hasta que el trencilla Robert Kampka le permitió entrar en el terreno de juego justo cuando el balón pasaba por su lado. Eso le hizo jugar en superioridad al Union Berlin que montó la contra entre las airadas protestas de los sevillistas que, descolocados, se desarbolaron y la jugada acabó en penalti de Barbosa sobre Nebihi. El lío estaba formado. Rodearon al árbitro mientras señalaba la pena máxima, Emery entraba en el campo, Iborra era amonestado y un etcétera de imágenes que manifestaban lo dantesco de la situación.

Tras unos minutos de protestas, llegó la calma. Y el gol. Una panenka realizada por Benjamin Kohler superaba al portero argentino y volvía a poner por delante al Union Berlin. El Sevilla, desquiciado, intentaba sin éxito volver a empatar. El partido acabó entre pelotazos al área alemana y un árbitro que quiso quitarse de en medio rápido al no añadir nada de tiempo de descuento. Conclusión: buenas ocasiones, derrota y enfado.

 

El próximo envite en esta pretemporada será ante el Hertha Berlin el miércoles 30 de julio a las 19:00 horas.