Con la visita del Atlético de Madrid, el Sevilla tiene la oportunidad de romper una racha de once partidos consecutivos sin conocer la victoria ante los colchoneros. Además de esto, el Sevilla puede demostrar que está capacitado para pelear por los puestos más altos de la tabla, dando así un golpe sobre la mesa. En frente se encuentra el Atlético de Madrid, un equipo que siempre ha estado entre los más fuertes del continente, pero que en los últimos años se ha ganado el respeto de toda Europa. Liga, Champions y Copa, en todas las competiciones juega de la misma manera y no se esconde ante ningún rival.
Diego Pablo Simeone
Desde la llegada al banquillo del técnico argentino en 2011, el Atlético de Madrid ha desarrollado una forma de juego basada en una presión constante, la solidez defensiva y un ataque demoledor. Un jugador polémico en el campo, y no menos polémico en los banquillos. Su fuerte carácter y duro trabajo es algo que ha conseguido inculcar en la entidad atlética, lo que le lleva a estar todos los veranos en las agendas de los mejores equipos del mundo.
Fiel a su filosofía, “El cholo” Simeone nunca da un partido por perdido, y eso sus jugadores lo saben. Exigiendo siempre el máximo, ha conseguido crear un equipo competitivo, luchador y ganador.
El muro atlético
La defensa menos goleada de toda la Liga. La forma de defender del Atlético de Madrid es un arte colectivo.Únicamente han concedido tres goles en ocho partidos. En Champions la misma historia; la defensa menos goleada del grupo D. Cero goles en tres partidos. Datos abrumadores que son la dinámica y la costumbre de los últimos años. El nombre de Diego Godín destaca sobre los demás. Un líder en la defensa y en el campo, se deja la piel en cada jugada y va a por todas, cosa que a veces le pasa factura. En general el comandante de la defensa y el que mantiene ordenada la línea defensiva.
Juegan con una defensa en zona, formando siempre una línea de cuatro. El posicionamiento es replegado, sin dejar espacios a la espalda de la defensa y con una fuerte presión sobre el juego. Juegan con un sistema 4-4-2, pero con el marcador a favor el sistema cambia a 4-1-4-1, para tener aún más seguridad defensiva.
Un ataque demoledor
Antoine Griezmann. De los mejores delanteros del mundo. Es el hombre clave en ataque. Un jugador llegado a las filas atléticas el 31 de Julio de 2014, y que desde entonces, no para de crecer como futbolista. Hace goles de todas las maneras y formas posibles, y no suele fallar delante del portero; letal en el mano a mano. Hombre de una ocasión, un gol.
Griezmann unido al fichaje de Gameiro, al gran momento de Correa, y al olfato goleador de Fernando Torres, hacen del ataque colchonero un dolor de cabeza constante para el equipo rival.
La segunda línea
Un centro del campo ofensivo y defensivo al mismo tiempo. Hay un equilibrio ofensivo-defensivo brutal entre sus hombres. Koke es el encargado de hacer jugar al equipo, el jugador más completo del centro del campo, el director de orquesta, el que lleva el compás. Ferreira Carrasco, otra gran amenaza atlética. Atraviesa un gran momento. Viene de marcar en Champions y un hat-trick en liga. Quien parece haberse afianzado en el equipo es Saúl Ñíguez, que con tan solo 21 años se ha proclamado titular en el líder de la liga. Gabi es el capitán y alma del equipo. A sus 33 años sigue sin perder la titularidad en el conjunto atlético. Y la gran esperanza de la afición atlética; Gaitán. Llegó el pasado verano a las filas del Cholo Simeone por una cantidad cercana a los 25 millones de euros, y aunque no haya conseguido aún situarse en el once inicial, lleva dos goles en los cinco partidos que ha disputado.
A balón parado
El Atlético de Madrid siempre ha destacado por su gran efectividad en las jugadas a balón parado. La estrategia siempre ha sido un gran punto a favor del ataque atlético, con numerosas jugadas ensayadas tanto de falta como de saque de esquina. Koke tiene un guante en la pierna, y eso lo aprovecha a la perfección el conjunto atlético y el Cholo Simeone, lo que hace de cada jugada a balón parado una peligrosa ocasión de gol.