El Sevilla obra el milagro con el respaldo de Nervión

Un tiempo y tres goles para cada equipo en un encuentro lleno de emociones y de alternativas. El Liverpool dejó atado el partido en el primer tiempo rompiendo de forma clamorosa la defensa sevillista, pero tras la reanudación, el Sánchez-Pizjuán impuso su ley y bajo un aliento continuo levantó a su equipo hasta la igualada. Venciendo al Maribor en la última jornada, el Sevilla será equipo de octavos.

El Sevilla obra el milagro con el respaldo de Nervión
El Sevilla celebra el gol del empate | Foto: Fran Santiago
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Por Jesús Cepero

Fue una noche inolvidable en el Sánchez-Pzjuán, para lo bueno y para lo malo. El gran ambiente disfrutado en la "Bombonera de Nervión" en los instantes previos y durante el choque dio paso a una auténtica locura, en la que el Liverpool comenzó sometiendo a un Sevilla FC desencajado y desarbolado atrás, recibiendo tres goles en apenas media hora. Era un duro correctivo difícil de levantar, pero con una fantástica reacción, y a lomos de su fiel afición, todo era posible. En apenas un cuarto de hora de la reanudación Ben Yedder volvía a meter en el partido a los sevillistas con un doblete, para que, finalmente, en el último minuto se lograse la igualada. Pizarro empujó el balón a la red, pero, una vez más, el gol lo marcó Nervión. La mejor noticia de todas es que el Spartak pinchó en casa ante el Maribor, de forma que el Sevilla estará en octavos si supera a este último, ya eliminado, en tierras eslovenas.

El conjunto nervionense salía con toda su artillería pesada, incluyendo a Banega y al goleador Ben Yedder, repitiendo Geis en el centro de la zaga junto a Lenglet y Mercado retornando al puesto de lateral derecho a pesar de que Corchia lograse superar sus molestias. Klopp tampoco escatimaba esfuerzos y alineaba a Coutinho y por delante el trío fantástico: Salah, Firmino y Mané. Palabras mayores.

El Liverpool aplasta al Sevilla en media hora

La contienda no podía empezar peor para el Sevilla, que ya en el primer minuto se vio lo que iba a tener que sufrir con las acometidas de los Mané, Salah y compañía. Un corner a favor de los de Klopp en el minuto 2, botado por Coutinho, es prolongado en el primer palo y en el segundo Firmino remata con comodidad a la red (0-1)

El Sevilla intentaba reaccionar pero faltaba velocidad y precisión en los últimos metros

El Sevilla intentaba reaccionar, poniendo nervioso al rival con triangulaciones rápidas y buscando la verticalidad en las bandas, pero era el Liverpool quien seguía llegando con mucha facilidad a las inmediaciones del área de Sergio Rico, bastándole apenas un par de arrancadas de sus atacantes. Al cuadro hispalense le sobraba actitud, pero le faltaba velocidad y acierto en los últimos metros. Poco a poco, eso sí, el equipo de Berizzo iba adueñándose de la posesión e intentando hacer daño. Sergio Escudero daba el primer aviso con un disparo al lateral de la red tras dejada de Nolito a los 12 minutos.

Tres mano a mano en apenas tres minutos que no acaban en gol, pero a la siguiente el Liverpool ya no perdonaba 

La mejor ocasión del Sevilla, premio a la insistencia, llegaba a los 19 minutos, cuando Ben Yedder dejaba solo en el área a Nolito, el gaditano recortaba a un rival en el área dejándolo por los suelos y aunque superaba a Karius ajustando bien el disparo, la pelota salía repelida hacia fuera. Y al minuto siguiente, el propio Ben Yedder era encontrado en profundidad y su disparo cruzado, solo ante el portero, salía desviado. La locura se instaraba cuando en el minuto 21 llegaba otro mano a mano, esta vez para el Liverpool, que Rico salvaba ante Mané, que otra vez cogía la espalda en velocidad a la zaga local. Pero en el saque de esquina posterior, el africano esta vez no fallaba y de cabeza en el segundo palo subía el 0-2 al luminoso.

Medio atontado, el equipo de Berizzo no las tenía todas consigo y el Liverpool lo iba a aprovechar para "romperle" las costuras una vez más. Bastaba un balón largo de Alberto Moreno hacia Mané, que se iba por enésima vez en velocidad de su par, disparando contra el cuerpo de Sergio Rico, para que el balón muerto lo empujara a la red sin oposición Firmino. Media hora y 0-3 en contra, en lo que estaba camino de convertirse en una auténtica pesadilla.

El Sánchez-Pizjuán intentaba tirar de los suyos, pero el encuentro seguía a merced del cuadro red, que volvía a plantarse en el balcón del área con una jugada entre Coutinho y Salah y el egipcio concluía la jugada tras el corner con un golpeo demasiado alto. Los locales sin embargo no lograban trenzar de tres cuartos para arriba y eso terminó desesperando a la afición, que casi tiene que lamentar el cuarto en un mano a mano que Rico le ganó a Salah y Lenglet terminaba sacando bajo palos. El Liverpool parecía querer más y Coutinho cerraba el primer tiempo con un disparo centrado a las manos del cancerbero hispalense. Tocaba descansar y asimilar los palos sufridos en el intermedio, marchándose los futbolistas de blanco bajo una lluvia de pitos y reproches por parte de su hinchada.

El Sevilla paga al Liverpool con la misma moneda

Ben Yedder llama a la esperanza

Berizzo daba entrada a Franco Vázquez por N´Zonzi buscando lo que le faltó en el primer tiempo: creatividad. Ganaba más alternativas el Sevilla en tres cuartos de cancha, lo que le permitiría volcarse al ataque y buscar las primeras intentonas. Ello le valía para lograr recortar distancias a los 51 minutos, en un buen balón colgado por Banega en una falta lateral que Ben Yedder cabeceaba a la red.

No era un espejismo y el equipo loca, ahora sí, iba decidido a por todas, espoleado por las gradas de Nervión. El Liverpool ahora era el que sufría para tapar los agujeros atrás teniendo que sudar para sacar los centros al área que se le venían encima. En campo rival, ahora sí, los de Berizzo tenían todo bajo control, no dejando espacios al ataque ingles. Y a los 59 minutos llegaba un penalti a favor del Sevilla por derribo sobre Sarabia. Ben Yedder engañaba a Karius (2-3) por dos veces, ya que la primera no valió y hubo que repetir. El Sevilla quedaba cerca del milagro, levanando un duro 0-3 y poniéndose a uno del empate con media hora por delante.

El Pizjuán estaba crecido y con él el equipo. Un disparo de Vázquez a los guantes de Karius y un golpeo de Escudero que se estrellaba con el travesaño ponían el corazón del público inglés en un puño. Klopp debía hacer algo para taponar la sangría y dio entrada a Milner y Can, logrando retener por momentos el coraje rojiblanco. Los reds incluso tuvieron el 2-4 pero Salah no terminó de aprovechar el grosero error defensivo local.

Ya solo quedaba un cuarto de hora, con un Sevilla más agotado y que no mostraba la clarividencia del comienzo de segunda mitad. Emre Can perdonó en una buena contra del Liverpool conducida por Salah, en lo que era el primer acercamiento de peligro de los de Klopp en mucho tiempo. Mané perdonó también la sentencia y Berizzo quiso romper el atasco dando la alternativa a Correa para marcar las diferencias.

Pizarro cierra el ciclo de la locura

Los últimos minutos fueron de infarto, con un Sevilla volcado pero que no encontraba el remate definitivo. Había que dejarlo todo a la épica del último minuto, con un entusiasmado Nervión encarnándose en la figura de Guido Pizarro empujando a la red el empate a tres.

El Sánchez-Pizjuán se caía de arriba abajo con el tanto y le empujaba a un punto que sirve de ayuda y que carga de moral a un Sevilla que, venciendo al Maribor en la última jornada estará en octavos. Así lo decía el himno al término del partido. "El equipo de la casta y el coraje" volvió a hacer lo que parecía imposible. La posibilidad de seguir soñando en Europa está cerca.