Piragüismo sprint Río 2016: Saúl Craviotto palea hacia las cuatro medallas olímpicas

El policía ilerdense dobla su apuesta en Río. Buscará el podio en K1 200m, donde es subcampeón olímpico, y en K2 200m junto a Cristian Toro, con quién ganó el Preolímpico y la Copa del Mundo de Duisburgo frente a casi todos los favoritos olímpicos. Sete Benavides y Teresa Portela quieren resarcirse de su medalla de chocolate de Londres. El balear también arrasó en el Preolímpico, mientras a la gallega le falta la medalla olímpica tras más de 30 podios internacionales.

Piragüismo sprint Río 2016: Saúl Craviotto palea hacia las cuatro medallas olímpicas
Saúl Craviotto durante la final de K1 200m de los Juegos de Londres, donde se colgó la plata. Foto: Quinn Ronney
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Por Ismael Pérez

Lo importante no es el último Mundial, es el preolímpico. Es la máxima a la que se agarra el piragüismo español para los Juegos Olímpicos de Río. Y para aferrarse a esa teoría, nada mejor que mirar a Saul Craviotto. El policía ilerdense de 31 años sorprendió con un oro olímpico en Pekín junto a Carlos Pérez-Rial después de meterse en Río en la última oportunidad, pocos meses antes. Repitió su camino en Londres, y se trajo otra plata, esta vez en solitario. Esta vez quiere redoblar su apuesta en la distancia de los 200m, en K1 y en K2 con Cristian Toro. Para no perder la costumbre, también entró apurando la oportunidad del Preolímpico. Vencieron, como hizo Sete Benavides en C1 200m. El balear, como Craviotto, tampoco estuvo acertado en el último Mundial de Milán. En la capital lombarda se repartieron el grueso de plazas olímpicas y allí solo brilló la veterana Teresa Portela, bronce, y lograron su plaza, sextos, los cuatro componentes del K4 1000m, de vuelta a unos Juegos tras 20 años.

Ellos salvaron al piragüismo español en Idroscalo de una actuación para olvidar. La retirada de David Cal a mitad del ciclo olímpico tras su infructuosa aventura brasileña tampoco invitaba al optimismo. La historia reciente del piragüismo sprint, siete medallas en las últimas tres ediciones olímpicas, pleno de finalistas en Londres, obligaba a algo más y el potencial español apuntaba a cotas más altas.

El preolímpico de Duisburgo, en mayo, reactivó el optimismo. Benavides y Toro, una pareja formada a finales de 2015 para aprovechar las posibilidades de clasificación en K2 200 metros, no solo ganaron con una gran ventaja en la final clasificatoria. Días después, en la Copa del Mundo celebrada en el mismo canal vencieron ante casi todos sus rivales en Río, los campeones mundiales húngaros Sandor Totka y Peter Molnar o los terceros en Milán, los serbios Nebojsa Grugic y Marko Novakovic. Los franceses Sebastian Jouve y Maxime Beaumont, los alemanes Ronald Rauhe y Tom Liebscher y los británicos Liam Heath y Jonathan Schofield también quedaron atrás, cabe pensar que sin el punto de forma que tenían la dupla española.

Todas las parejas citadas han paleado juntas todo el ciclo olímpico, han estado en los podios mundiales, justo lo contrario que la nueva embarcación del veterano Craviotto, la resistencia en los metros finales, y del joven (24 años) Toro, la potencia para salir, en una prueba que se decidirá en 30 segundos y unas 80 paladas y en la que, sancionados los rusos Yuri Postrigai y Alexandr Diachenko, oro en Londres, Craviotto aspira a su tercera medalla olímpica (jueves 18 de agosto, 14:39).

La cuarta podría llegar dos días después (sábado 20, 14:14) en la final que le dio la plata en Londres, el K1 200m. Su verdugo allí, el británico Edward McKeever, no se ha clasificado. Craviotto se mantuvo en el podio en los Mundiales de 2013 y 2014, pero patinó en Milán. Allí repitió título el canadiense Mark de Jong, que se presenta como gran favorito a la victoria olímpica. El catalán tendrá que vigilar también al sueco Petter Menning o al francés Maxime Beaumont, rival también en K2, para una final en la que tampoco firma menos del oro.

Benavides va a por el oro

Tampoco se conforma con menos Alfonso Benavides. 'Sete' ha repetido a quién quisiera oírle que busca el oro olímpico durante todo este año, incluso antes de su contundente victoria en Duisburgo que le otorgó el billete a Brasil. Cuarto en Londres 2012 y bronce en el Mundial de 2013, el balear de 25 años está convencido de sus posibilidades en la prueba de C1 200m (jueves 18, 14:15). El de Pollensa ha recibido grandes noticias las últimas semanas. La suspensión a Bielorrusia y Rusia en piragüismo por sus casos de dopaje deja fuera al último campeón mundial, Artsiom Kozyr y al subcampeón olímpico Ivan Shtyl, dos de sus principales rivales. El ruso precisamente fue el único en derrotar a Benavides en mayo en la Copa del Mundo de Duisburgo el fin de semana siguiente al Preolímpico. Allí llegaron por detrás el chino Quiang Li o el lituano Henrikas Zustautas, rivales de Sete, aunque no tan peligrosos como el campeón olímpico ucraniano Yuri Cheban o el brasileño Isaquias Queiroz, el talento local de 22 años que entrenó con David Cal y aspira a reinar con tres oros en la canoa de Río.

También debe desquitarse de su cuarta plaza en Londres la gallega Teresa Portela, una veterana de 34 años que afronta sus quintos Juegos Olímpicos con la misión de ganar la única medalla que le falta. La de Cangas de Morrazo sí cumplió en Milán. Fue la única en subirse al podio en K1 200m. Era su 14ª medalla mundial, a las que suma otras 17 europeas. Una trayectoria trufada de podios sola o acompañada en K1, K2 y K4, sobre 200 o 500 metros, que necesita un broche olímpico. Su año ha dejado dudas. En Duisburgo solo se mostró capaz de llegar a la final C. Quizá no tenía la forma de sus compañeros, ya clasificada desde hace un año. Sabe que el día D es el martes 16 de agosto (14:54). Allí se encontrará con una mujer prácticamente imbatible. La neozelandesa Lisa Carrington ganó en Londres y en los últimos cuatro mundiales. Su favoritismo es indiscutible. La polaca Marta Walczykiewicz ha escoltado a Carrington en todos los mundiales del ciclo con tres platas. Será otra rival dura de roer. El bronce parece más abierto con la azerí Inna Osipenko-Rodomsa, la francesa Sarah Guyot o la alemana Sabine Volz, ganadora del preolímpico, como rivales.

El K4 regresa tras 20 años

También en el Mundial sacaron su billete los hombres del K4 (final, sábado 20, 14:57). Javier Hernanz, Rodrigo Germade, Íñigo Peña y Óscar Carrera parecen un escalón por debajo de las medallas, a las que son favoritos húngaros, eslovacos, checos y australianos. La embarcación de cuatro, de vuelta a unos JJOO 20 años después de su última participación con un quinto puesto en Atlanta, 40 de la medalla que logró el equipo liderado por Herminio Menéndez en Montrel 76 vivió su punto álgido del ciclo olímpico en 2014. Venció en la Copa del Mundo de Milán, confirmando sus buenas posibilidades, pero en el Mundial de Moscú la rotura de un ancla del timón en los últimos metros de la final, cuando se aproximaban al oro les dejó sin una gran beca. Desde entonces sus expectativas han bajado, aunque no están descartados para el podio.

El equipo lo cierra Marcus Walz en K1 1000m (final, martes 16, 15:30). Se clasificó repescado tras ser tercero en el Preolímpico, por lo que su medalla no parece muy probable pese a su bronce mundial en 2014 en la distancia de 500m y a su plata universal en K2 500 junto a Diego Cosgaya. El joven balear todavía se está acostumbrando a la distancia del kilómetro, puliendo la parte intermedia de carrera, la que más se le atraganta. En Río se sabrá si la ha mejorado lo suficiente como para plantar cara al danés Rene Holten Poulsen, al checo Josef Dostal o al portugués Fernando Pimienta.

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Sobre el autor
Ismael Pérez
25 años. Periodista. He cubierto los JJOO de Londres y Sochi para Somosolimpicos.com y los grandes campeonatos de atletismo desde 2011, en Praga y Ámsterdam como enviado especial. @Ismael_Prz