Comenzaban las World Series con dos equipos que contaban con pocas opciones, quizás algo más los Cubs, pero no entre los favoritos. Si encima nos dicen que serían ambos los finalistas, nos pensaríamos que estaba loco el que nos lo dijera. Pero como en el baseball y en el deporte, pasan cosas que no tienen mucha lógica, pese a la cada vez más implementación de las estadísticas, probabilidades etc, finalmente los representantes de ambas ligas fueron los dos equipos perdedores por excelencia. Unos Indians que su único título data de 1948, apenas unos años después de la 2ª Guerra Mundial. Los Cubs se presentaban a sus primeras World Series desde 1945, su último título desde 1908, cuando ni siquiera empezó la 1ª Guerra Mundial. 

Se enfrentaban un poderoso ataque al bate con jugadores con pegada en los Cubs, frente a un bullpen que se ha calentado y entrado en racha en el momento perfecto del año, con los brazos de Andrew Miller, Bryan Shaw y el closer Cody Allen. Pero en este primer partido el destacado fue el pitcher Corey Kluber, con 9 strikeouts en las 3 primeras entradas, siendo record de la MLB. Al bate de los Indians Roberto Perez, Francisco Lindor y José Ramírez eran los encargados de aportar las carreras. Por los Cubs, salvo Ben Zobrist poco acierto.

JAMIE SQUIRE AFP
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Los Cubs empezaban a soñar de nuevo con la maldición de la cabra, pero lograron empatar la serie con un Jake Arrieta que cumplió con su cometido desde el montículo, apoyado al bate esta vez sí por un irregular Anthony Rizzo y el renacido tras su grave lesión Kyle Schwarber, que volvía tras su percance del comienzo de año. Por parte de los Indians, poco pudieron hacer anotando tan sólo una carrera y sólo 4 hits. Los errores defensivos de Jason Kipnis también tuvieron algo que ver en la derrota de su equipo.

Tras los 2 primeros de las World Series que se decidieron por un margen amplio para cada equipo, la eliminatoria daba un giro de 180º ganando los Indians por la mínima y con dos pitchers titulares que rendieron bien, pero que fueron sustituidos por miembros del bullpen algo pronto quizas. Coco Crisp impulsaba la única carrera del partido y ponían el 2-1 a la serie.

En el 4º partido disputado de nuevo en Chicago, los Indians volvían a mostrar pegada al bate y con los Home Runs de Carlos Santana y el de 3 carreras de Jason Kipnis, los de Cleveland dejaban con pocas opciones a los de Illinois. Por parte local, Anthony Rizzo, Jason Heyward y Dexter Fowler fueron los únicos que respondieron. El 7-2 fue demasiado duro y todo parecía que los Indians ganarían el título.

Con un partido número 5 aún por jugar en el Wrigley Field, todo parecía destinado a que los Indians iban a cerrar la serie, pero los Cubs ganaron gracias a Kris Bryant, Addison Russell y por la mínima, con un agónico 3-2 que aún les daba esperanza y devolvía la serie al estado de Ohio. El Home Run de José Ramírez y los varios hits más de los Cleveland Indians no sirvieron ante un Jon Lester brutal, que aguantó la presión del ajustado marcador de un partido que era ya a vida o muerte

Elsa/Getty Images
Elsa/Getty Images

6º partido de nuevo a vida o muerte para los Chicago Cubs, con un 3-2 que daba la oportunidad de cerrar y lograr el título a los Cleveland Indians en su casa, pero el equipo de la Liga Nacional, demostró una brutal pegada al bate, que al fin y al cabo, de esto trata el baseball, y con un contundente 9-3 ponían a los Indians contra la pared, a un 7º partido que se jugaba al día siguiente. Aparecieron en el momento más oportuno, Kris Bryant, Addison Russell con su Grand Slam que dejará huella en la historia de la MLB y unos Indians que pese a la amplia diferencia, tuvo una entrada con bases llenas que no supieron aprovechar. Todo quedaba listo para jugar uno de los séptimos partidos más épicos de la historia de la MLB.

Día de ayer, con previsiones que finalmente se cumplieron en la recta final del partido, de chubascos, que incluso obligaron a parar el juego unos pocos minutos. Pero antes de la llegada del elemento que nos da la vida, las dos sequías más conocidas de la MLB, se enfrentaban en un estadio lleno, con entradas con precios prohibitivos y muchos VIP de todo USA. Dexter Fowler abría pronto el marcador, dando esperanzas a los de Illinois, en la primera entrada ya conseuía el Home Run del 1 a cero. Cleveland lograba empatar a uno en la tercera entrada, marcador que apenas duraría en las dos siguientes entradas, en las que los Chicago Cubs mantenían la ventaja por la diferencia de 6 a 3. Con un partido que parecía decantado para los de Chicago, con unos jugadores y público local callado, esperando el desenlace negativo para ellos, Rajai Davis lograba un Home Run de 3 carreras que nos llevaba un tiempo después a la décima entrada, donde nos esperaba la lluvia, que por fortuna no paró demasiado un partido que será recordado para siempre. Ben Zobrist fue elegido el MVP de las World Series y gana su 2º anillo consecutivo, logrado el año pasado con los Kansas City Royals.