Dan Marino nació en 1961 en Pittsburgh, y su nombre completo fue Daniel Constantine Marino, Jr. Hijo de una familia católica emigrante de Europa, enseguida destacó en la escuela secundaria por la potencia de su brazo. Practicó béisbol, y pese a ser drafteado por los Royals de Kansas City en 1979, prefirió continuar sus estudios de comunicaciones y jugar al fútbol americano en la universidad de su ciudad.  

El éxito colegial le llegó de inmediato. En su primer año jugó y ganó el Sugar Bowl con los Panthers de la Universidad de Pittsburgh. Los años siguientes repetiría campañas exitosas, llegando a varias finales colegiales más. Sin embargo, su temporada previa al draft de 1983 de la NFL, no fue del todo buena, y eso le hizo caer en la consideración de los varios equipos que le dejaron pasar hasta la selección general 27, cuando Miami lo tomó como su primera elección para ser el mariscal suplente de un veterano David Woodley. Dan, en el draft de ese año, fue seleccionado como quinto quaterback, detrás de nombres propios como John Elway y Jim Kelly, pero su irrupción en la NFL se dio más rápido de lo esperado. En los cuatro primeros juegos de su primera temporada, ingresó dos veces como reemplazo de Woodley, que llevaba a los reinantes campeones de la AFC por mal camino. En la sexta fecha ya inició como titular para quedarse definitivamente con el puesto los siguientes 16 años. Y aunque la falta de títulos lo haya postergado en discusiones absolutas sobre "los mejores de todos los tiempos", lo cierto es que junto al coach Don Shula, y los receptores Mark Clayton y Mark Duper, marcaron a fuego una etapa de oro para el equipo de Florida.

En el final de su carrera, Dan Marino se retiró como dueño de todo tipo de récords ofensivos. Algunos incluso resistieron más de dos décadas antes de ser superados. Dejó la actividad al terminar la temporada 1999-2000, siendo el mariscal con más pases completos, más intentos de pase, más yardas ganadas por pase, más pases para anotación, más juegos con al menos 300 y 400 yardas (aún vigente), más pases para anotación en una sola temporada (50) y más yardas por aire en una temporada (5,084). Números que recién fueron superados por Drew Brees 27 años después en su fantástica campaña de 2011.

Fue seleccionado nueve veces para el juego de Pro Bowl, y en el año 2005 ingresó al Salón de la Fama de la NFL.

1984, ese año

Después de conseguir el premio a novato del año, Dan "The Man" y los Dolphins, iniciaban una nueva temporada con toda la expectativa de buscar un nuevo trofeo Vince Lombardi. Ganaron los primeros once juegos en forma consecutiva, y terminaron con récord 14-2, lo que aún hoy en día se mantiene como la mejor temporada regular de Miami desde que se juegan 16 partidos por año.

Sin discusión, en 1984 Marino tuvo los mejores números para un mariscal de campo en la historia del siglo XX en una sola campaña. En ese entonces parecía irreal que se pudieran superar las 5.000 yardas aéreas en un solo año, pero el quaterback de Miami lo hizo. Para entender la magnitud de esta marca, hay que revisar la tabla histórica de yardas anuales por aire en la NFL. Allí, dentro de los 50 primeros puestos, solo aparecen dos jugadores pertenecientes a décadas anteriores al año 2000; Dan Marino (1984, 1986) y Dan Fouts, mariscal de San Diego (1980, 1981).

En la misma temporada lanzó para 48 anotaciones, superando por mucho la marca anterior de 36 que databa de 1961, perteneciente a George Blanda, de los Houston Oilers. Otro récord que se mantuvo vigente por 20 años, hasta que Peyton Manning en 2004 llegara apenas a superarlo por un touchdown (49).

Cuando llegaron los playoffsMiami pasó por encima a Seattle en la ronda divisional y a Pittsburgh en la final de Conferencia. En esos dos juegos marcaron 86 puntos combinados. Pero en el Super Bowl se cruzaron con Joe Montana y su 49ers. No hubo oportunidad, y la derrota por 16-38 sería el resultado final de la única aparición de Dan Marino en la NFL.

La potencia de su brazo y una increíble velocidad para soltar el balón, no fue suficiente para ganar la liga. Su templanza de líder y su lectura de juego, lo hicieron un jugador único y adelantado para su época. En la NFL también hay reyes sin coronas y reinados sin títulos, son historias que se cuentan como leyendas que debieron ser; allí Dan Marino y los Dolphins de la década de los 80 tienen escrita su propia página.